Final

35 9 5
                                    


Esa noche no había terminado bien, a pesar de que habían estado juntos sabiendo sentimentalmente lo que eso conllevaba, ambos se disfrutaron como solían hacerlo cuando se encontraban, pero Namjoon despertó solo en esa habitación a mitad de la madrugada, con una nota sobre la mesita de noche y todo estaba ordenado a su al rededor, sin dejar la más mínima evidencia de la presencia de una mujer en la habitación del idol, sus padres llegaban por la mañana y a pesar de que la nota decía que tuvo que irse por un motivo urgente él no se la terminaba de creer, así que tomó el móvil y la llamó en seguida, ella no atendió así que decidió dejarle un mensaje.

Necesitamos hablar, después del tour dije que arreglaríamos la situación ¿te acuerdas? Creo que ya es el momento, no quiero que te vayas a ningún lado, lo de hace unas horas me dio mucho miedo así que por favor, hablémoslo, hay un restaurante muy bonito no muy lejos, sé que lo vas a amar, así que nos podemos ver en unos días, ya tengo la reservación. Esta es la dirección

Akasaka, Azure 45, Midtown, 9-7-1 Minato-ku, Akasaka, Tokyo, 107-6245


En el día había tomado la decisión de estar con ella, lo habló con sus padres y estuvieron encantados, decidió llamar a su jefe y decirle que una vez estuviera en Corea formalizaría aquella relación con esa chica y tomaría todas las advertencias y sugerencias que su empresa le ordene, solo para poder estar con ella libremente y sin esconderse, al menos no tanto como lo hacían ahora, no quería dejarla ir y lo de aquella vez había sido un claro indicio de que dejarla iba a ser muy mala idea, sabía que ella aceptaría estar con él, ella le había dicho que le amaba, solo pensarlo le hacía temblar de felicidad, jamás se había sentido tan amado y feliz al mismo tiempo, una estúpida sonrisa no abandonaba sus labios durante todo el viaje con sus padres.

En el día había tomado la decisión de estar con ella, lo habló con sus padres y estuvieron encantados, decidió llamar a su jefe y decirle que una vez estuviera en Corea formalizaría aquella relación con esa chica y tomaría todas las advertencias y...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Antes de darse cuenta el día había llegado, la reservación estaba lista, había comprado flores y solo la esperaba a ella, estaba nervioso, tenía un grado de temor por lo que ella dijera, sabía que las cosas de ahora en más iban a ser distintas. Se había encargado de hacer la reservación a altas horas de la noche para evitar la concurrencia de personas, así estarían medianamente tranquilos, iba tapado de pies a cabeza, ni si quiera se asomaba el ahora color castaño de su cabello, se aseguró de que no le reconociera nadie y de momento a otro la puerta se abrió, mostrando a una chica con una falda negra, un abrigo enorme del mismo color, una blusa blanca de mangas largas, un tapa bocas de color rosa pálido y una pequeña cajita color café con un moño azul. Él se levantó a saludarla, se descubrieron los labios y se dieron un lento y delicado beso, él le abrazo con fuerza, ella se aferró a él como si fuese la última vez que lo haría, él lo notó, pero pensó que se debía a los días en que tenían sin verse y que se extrañaban.

- Te ves hermosa

- Gracias, tú te ves muy bien – ambos tomaron asiento – esto es para ti – dijo acercándole la cajita – pero para después que terminemos lo abres ¿sí? – asintió y se dedicaron a ordenar la comida.

TOKYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora