Esquizo | MinSung

three

—Pasa, pasa —Lee abrió la puerta y se hizo a un lado para que JiSung entrara.

Han le regaló una pequeña sonrisa e hizo una pequeña reverencia a la vez que se permitía dar paso a la casa del mayor. Cuando ya estubo adentro dió un pequeño salto cuando escuchó el portazo que dio MinHo, el cual había entrado rápidamente para que su amigo, el cual era el que más lo alteraba y no lo dejaba en paz, no pasara a la casa.

Rápidamente cerró las ventanas delanteras y las de las habitaciones, pero antes dio paso a SoonIe y a un nuevo gatito que se había encontrado hace un par de semanas tirado en la calle.

—¿Hyung?..

—Hace frío —se excusó interrumpiendo al menor. La excusa no era del todo erronea ya que pareciera que iba a llover en cualquier momento; el cielo tenía nuves grises y había mucho viento.

Han asintió levemente con su cabeza y cuando vio al pequeño gatito blanco con manchas cafés y plomas puso sus manos en sus inflamadas mejillas, soltando un largo sonido derrochando ternura.

—¡Es muy lindo! —se atrevió a tomar a aquel pequeño felino entre sus manos para poder verlo de más cerca. Sintió como mil parios cardiacos se habían presentes en su corazoncito sensible a lo tierno cuando el felino comenzó a ronronear suavemente. -Creo que voy a morir

MinHo rió, pero su risa duró bastante poco cuando vió a su amigo en la ventana, fuera de la casa viéndolos con esos ojos negros tan profundos y tenebrosos que tanto le hacían ponerse nervioso.

JiSung notó esto, y cerró las cortinas de las ventanas para que a MinHo no le diera un ataque de pánico. Sabía que estaba viendo a aquel 'amigo' del que generalmente le hablaba, así que prefería ayudarlo en silencio sin tener que hacer que MinHo hablara. Sabía que no le gustaba hablar de aquello.

—Veamos una película.. —vaciló el mayor mientras que se tiraba al sofá soltando un leve suspiro con su mirada perdida. Su cabeza dolía y tenía bastante sueño.

—Está bien... ¿Qué vemos? —Han se sentó al lado del mayor y dejó al pequeño gatito en las piernas del mayor.

—Pon algo aleatorio, lo que salga. Soy malo escogiendo películas —rió un poco.

JiSung asintió con su cabeza mientras sonreía. Tomó el control y puso Intensamente, ya que había sido la primera película que había aparecido en el inicio.

Ambos estuvieron unos largos minutos viendo la película en silencio hasta que comenzó a llover. JiSung estaba apegado a MinHo mientras que este estaba casi igual de asustado que Han, solo que guardaba silencio. Porque una persona alterada y con miedo era mejor que dos personas alteradas y con miedo.

JiSung miró al mayor, contemplando por milésima vez los rasgos de su mayor. Sus labios, su naríz, sus mejillas, sus largas pestañas, sus cejas, su cabello, la forma de su rostro... Y ahí estaban nuevamente esos cosquilleos en su estómago.

—MinHo Hyung —esas palabras salieron de los labios de JiSung de la nada y llamaron la atención del nombrado, haciendo que mirara también al contrario.

—¿Qué ocurre?

—Es que... Me gustas —soltó como si nada a la vez que sentía luego como un gran peso salía de encima. Lo había aceptado al fin, era extraño. Pero ahora debía lidiar con el peso de los nervios ante la mirada de MinHo.

Lee guardó silencio no sabiendo que rayos decir. Eso lo había tomado por sorpresa, ¿cómo debía actuar? Nunca antes le había pasado algo así y no sabía que hacer en aquellas situaciones. Cuando era niño no tenía amigos, menos tendría una pareja. Felix era afectuoso y siempre estuvo aquel sentimiento de amistad, incluso hermandad, pero en su vida nunca alguien se le había declarado.

—Yo... —balbuceó nervioso. JiSung estaba aún más nervioso que el y le dolía un poco, porque era realmente un inexperto en aquel tema. —No se que hacer ni decir.. Ah.. ¿Te soy sincero? No entiendo nada ahora

JiSung asintió nuevamente con su cabeza mientras dirigía su mirada momentáneamente a los rosados labios del mayor.

Lee notó el último acto, así que se acercó lentamente al rostro del menor algo nervioso. Sentía que su corazón iba a estallar en cualquier momento. Solo estaba haciendo lo que había visto en algunas películas con los personajes principales. Suponía que debía besarlo ahora y quizá sentir las mil emociones que en libros leía.

Y así fue; ambos labios se unieron en un beso estático pero significativo. MinHo estaba confundido a más no poder, ¿se sentía eso solo con JiSung o con todos? Y, ¿por qué besar a alguien se sentía tan bien a pesar que fuera un corto e inexperto beso? Por otro lado JiSung sentía su corazón latir demasiado rápido y aquellas mariposas no solo estaban pisando su estómago con sus patitas, si no que estaban corriendo y revoloteando sus alas dentro de su vientre.

Lee se separó sintiendo sus mejillas extrañamente sonrojadas gracias al calor mientras que JiSung estaba cual tomate.

—¿Lo sintió..? —Han habló, y MinHo asintió con su cabeza.

JiSung no pudo evitarlo y se abalanzó nuevamente sobre el mayor, uniendo ambos labios nuevamente. Esta vez no fue un beso estático si no uno con movimientos lentos y amoroso. A ambos les gustaba la calidez que el otro le transmitía. Aquella sensación dulce y de suavidad, como si ambos labios se trataran de dos algodones de dulce.

—MinHo.. —murmuró suavemente sobre sus labios mientras se unía más a estos, manteniendo sus ojos cerrados.

—¿M-Mhm..? —preguntó separándose momentáneamente por microsegundos de sus labios para poder unirlos de nuevo, creando un pequeño chasquido en el lugar.

Ambos se separaron totalmente avergonzados cuando se escuchó como la puerta del lugar era abierta. MinHo se había olvidado totalmente de su madre y las pastillas que creía necesitar antes de besarse con JiSung.

—Buenas noches —la mujer alzó un frasco a su hijo después de haber cerrado la puerta detrás de ella. —¿Tienen hambre? Traje pastel —les regaló una sonrisa a ambos jóvenes antes de desaparecer por la cocina.

Han miró el frasco algo indignado. Su Hyung le había dicho que había tomado sus pastillas y ahora recién se daba cuenta que en realidad no lo había hecho porque su madre recién las había ido a comprar.

—Con que no las había tomado, Hyung.

—No las necesité cuando estaba contigo.