nineteen

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p e n u l t i m a t e ¡! ”
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Había pasado aproximadamente un mes desde que JiSung vivía con MinHo. No tenían problemas, ambos amaban la manera en la que podían verse al natural o recién despertados, amaban cuando iban a dormir y se daban mimos antes de cerrar sus ojos. Porque sí, a pesar de que la madre de MinHo le hubiera desocupado una habitación, JiSung a altas horas de la noche iba y se infiltraba en la cama de su novio para poder dormir mas tibio.

—Buenos días —Felix saludó a la madre de su amigo y le regaló una sonrisa.

Esta hizo pasar al chico de voz profunda y cuando este entró en la habitación de su Hyung, vio como este estaba tendido en la cama, siendo abrazado por Han, quien se había acostumbrado a dormir abrazando algo (o alguien) desde que había comenzado a vivir junto a la pequeña pero acogedora familia de su novio.

El de pecas sonrió y revisó la hora; eran las once de la mañana y ninguno se había levantado aún, eran unos flojos. Tal para cual.

—Hyungs... —murmuró por lo bajo, pero ninguno de los dos siquiera se removió para dar a entender de que estaban saliendo de su décimo sueño. —Oigan, no sean flojos —el australiano puchereó de manera involuntaria.

Y al fin Han se removió, abriendo sus ojos con molestia debido a la luz que entraba por la puerta del pasillo, el cual estaba lleno de ventanas que daban al exterior, donde había un brillante sol.

—¿Lix?

—Ya era hora —el australiano sonrió. —Vine a visitarlos porque ya es tarde, pero ustedes nisiquiera se habían despertado.

Sung rió un poco, sintiéndose apenado por haberse quedado dormido, pero es que MinHo era demasiado cómodo, no se comparaba a la almohada de la habitación que tenía en el lugar, después de todo MinHo tenía un corazón al cual oír, una respiración que sentir y un calor que recibir.

—Iré a ayudar a la madre de Hyung, ustedes levántese —el de pecas sonrió y finalmente se retiró de aquel lugar, dejando a los dos chicos solos en la cálida habitación del mayor.

—Honnie Hyung —el de mejillas rellenitas llamó al mayor, moviendo un poco el delgado cuerpo del nombrado para poder despertarle.

Lee hizo un sonidito de molestia y abrazó al menor para que sus movimientos se detuvieran para poder dormir más. Han soltó una leve risita debido a la pereza del mayor; siempre MinHo se le hizo algo así como un gato debido a lo perezoso que era y arisco cuando debía serlo con alguien que no se llevaba bien.., como por ejemplo; su madre.

—Vino Felix —dijo y comenzó a dejar cortos besitos en los labios del mayor. En el tiempo que llevaba viviendo con él se dio cuenta de que debía despertarlo de manera tierna, sino, MinHo se negaba a levantarse y seguía durmiendo. —Hyung, —un corto besito. —... ya son... —otro. —... las... —y otro más. —... once.

Lee suspiró suavemente y abrió sus ojos, viendo los hermosos ojitos del menor mirándole con amor. Sintió su corazón latir con fuerza y asintió con su cabeza, dando a entender que ya estaba totalmente despierto y que no se preocupara. Se levantó un poco y dejó un casto beso sobre la mejilla de su Hannie para luego dar paso a que ambos se levantaran de la cama.

Luego de un par de minutos ambos junto a Felix y la madre de MinHo estaban sentados en silencio, comiendo con bastante tranquilidad. Era como un día normal en la vida de ellos, pero no por ello esos días eran menos importantes que los otros, porque cada dia era único para ellos.

Pasaron un par de horas en el hogar de MinHo, hasta que Felix le dijo a la parejita que quería presentarles a alguien importante para su vida, así que los tres ahora iban caminando a una cafetería cercana al lugar.

—¡Binnie! —Felix dijo y corrió prácticamente en dirección hacia un chico de cabellos negros, dejando a MinHo y a JiSung tomados de la mano detrás. —Mira, ellos son MinHo Hyung y JiSung hyung —Lee menor se giró en dirección a los chicos, manteniendo sus brazos apegados al chico de aura 'oscura.'

ChangBin sonrió en dirección a la pareja; sabía que MinHo tenía una enfermedad mental y que JiSung era su pareja. La verdad no veía en menos a MinHo, porque el sabe en que consiste la esquizofrenia, después de todo su madre tuvo alguna vez un grado leve de esta, ¿coincidencia toparse con un chico sufriendo la misma enfermedad? Tal vez.

—Un gusto a ambos.

Finalmente los cuatro tomarln asiento en una de las mesitas cercanas a la salida. Pasaron horas hablando de sus vidas y tanto como JiSung y MinHo se dieron cuenta de que Felix parecía estar perdido en la mirada de ChangBin.

—El día es bipolar —comentó Han cuando vio que del otro lado de los cristales de la puerta se amontonaban nubes en el cielo. —Hace poco estaba soleado

—Mm-hmm —asintió ChangBin. —Bueno, el invierno aún no se va.

Finalmente una llamada hizo que Seo tuviera que irse junto a Felix, dejando a MinHo y a JiSung solos en aquella cafetería.

—¡Felix está enamorado! —exclamó JiSung cuando los otros dos finalmente se habían retirado del lugar.

—¿Lo notaste? —río suavemente el castaño. —No sabe disimular —Lee sonrió de lado cuando vio que el menor daba un trago a su chocolate caliente.

Pasaron ahí un par de minutos hasta que fue hora de irse. Sung temblaba levemente debido al frío que hacía fuera, así que MinHo le puso su abrigo para que el menor estuviera calentito y no se enfermara luego.

—Hyung... Hace frío, no se preocupe —el menor veía como el mayor hacía caso omiso a su comentario y aún así subía rl cierre de la chaqueta, dejándole con un sonrojo en sus mejillas debido a la vergüenza; le quedaba un poco grande.

—Tú eres mas importante.

—Que no...

—Que sí —el mayor sonrió y se acercó, robando un casto beso de los labios del menor para luego tomar su mano. —Ya suficiente has hecho por mí, déjame ayudarte a ti también, Hannie.

El menor suspiró avergonzado y asintió suavemente con su cabeza, dejándose guiar por el mayor hasta su hogar.

MinHo solo quería cuidar de su novio, así como él lo hace de sus alucinaciones.

Esquizo | MinSung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora