Capítulo 4: Solo quiero divertirme.

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Tuve que cortarle el cuello, el me echaría de cabeza todo lo que hice, fue en defensa propia, además ya no merecía vivir; termine de beber su sangre fue deliciosa, la ame por completo.

Llego con Daniel y lo primero que me dice es

-La haz probado.-dice con una voz de enfado.
-Solo he probado un poco, no pasará nada.
-Veo en tus ojos la lujuria y el deseo de más, has roto la única regla que te dí.
-No llevaba mi pañuelo, tuve que hacerlo.
-No es pretexto alguno, no te pagaré ni un centavo este mes, y no quiero ese cadáver, esta profanado por ti.

Él se retira sin decir una palabra más, no se que hacer con el cuerpo, ya no tiene esa delicia, solo son huesos, músculos y piel. Voy camino a mi casa, cuando llegó veo a mi esposa, enojada conmigo por que se dio cuenta de la sangre de mi camisa anterior.

-John, ¿qué es esto?.
-No lo se Mary.
-No me mientas, se que es sangre.

Entré en pánico, cómo le explicaré todo lo que hice para conseguir este dinero para nosotros. Me armé de valor y le confesé todo. Aterrada, guardó todas sus pertenencias y se quitó el anillo de matrimonio.

-Ni siquiera pienses en seguirme o buscarme, por que haré hasta lo imposible por alejarme de ti, y te demandaré.-esas fueron sus últimas palabras antes de dejarme solo con un cadáver en mi cajuela.

Sólo lloré por mucho tiempo, gritaba su nombre,
maldecía a los cuatro vientos.

-Jodete Daniel, ojalá nunca te hubiera conocido, maldito.

De tanto llorar, se me abrió el apetito, no tenía nada de comida, pero también tengo que deshacer del cuerpo, hice lo que nunca imaginé, comerme a ese cerdo.......buscaba la forma de no vomitarme, así que sólo corté un pedazo del tamaño de un filete de su estómago.

Lo condimento con unas especias guardadas por ahí, y lo doré con algo de mantequilla, parecía un filete normal, lo coloqué en un plato arreglé la mesa y me senté. La pensaba mucho, entre más miraba mi plato, lo pensaba más, pero decidí darle una probada.

-Mierda....... está delicioso.

Me terminé todo el plato y deseé más, comí todo el cuerpo, fue increíble, después de terminar con el cuerpo, me llegó una carta de Daniel:

Querido John:

Debido a lo que hiciste, te despido no quiero que me provoques problemas, puedes conservar el uniforme, pero no te pagaré más, todos los errores que cometas, no serán mis cosas, así que te dejo solo.

Atentamente: Daniel J. Rutenphord.

Sólo me dije a mi mismo

-Esto no me afectará, se de que vivir.

9 meses después.

Llevo nueve meses haciendo esta práctica de canibalismo, me va excelente, nunca sospechan que fue mi sed de sangre y mi hambre lo que hace que desaparezca gente, jajajajajaja.

Estoy siguiendo a una linda chica rubia, de baja estatura, pero gorda, como me gustan, solo espero a que se quede completamente sola para raptarla. Pasado de dos horas por fin llegó el momento, use cloroformo y se quedó dormida. La coloco en el asiento trasero y la llevo a mi casa.

Termino el efecto del cloroformo y ella se da cuenta que la até a una silla color rojo carmesí.

-¿Qué quieres de mi?
-Tranquila, solo quiero divertirme un rato contigo.

El nacimiento de un caníbal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora