Prólogo

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Este prólogo es va a ser exactamente igual que el epílogo 4 (Arlek) de Documentando la verdad [Kiane]. Lo pongo aquí para poner la historia en situación.

6 años después

Punto de vista de Arlek

Después del incidente en el que mi hermana contó su noviazgo a mis padres, provocó una ira desmesurada en mi padre. Y debo confesar ahora, frente a los ojos de los lectores, que me arrepiento enormemente como manejé la situación. Mi padre había sufrido mucho toda su vida para que encima yo, su hijo mayor, le pise más la cabeza.

Por eso cuando Dolores terminó de hablar con él, fui rápidamente a disculparme. No fue necesario decir apenas nada más aparte de un "Lo siento" por parte de ambos.

Harlequin había sido un padre excelente, cuando yo era pequeño siempre se preocupaba por mí y estaba muy orgulloso de su pequeño vástago. No entiendo cómo fui capaz de decirle que me arrepentía de tenerle como padre, cuando él siempre ha sido mi ejemplo a seguir. Siempre me he vestido y peinado como él para ser igual, mas eso no ha sido nunca posible ya que nuestras personalidades difieren un poco. Pero eso no quita, como dicen todos, que Arlek sea la viva imagen de Harlequin.

Me encontraba sentado en una rama del árbol sagrado, hoy papá me dió día libre, y sinceramente no lo estaba aprovechando mucho. Aunque desde aquí se veía prácticamente todo lo que sucedía.
Vi como Helbram y mi hermana entraban corriendo a su habitación, la cual ahora estaba más cerca de la mía y de la de nuestros padres. También vi que mis padres los vieron y sonrieron dándose una mirada cómplice. Y luego estaba yo, que no estaba haciendo nada más que no fuera espiar la felicidad de los demás.

No es que yo no fuera feliz, estaba bastante contento de tener los padres y la hermana que tengo. Pero sentía que me faltaba algo... y no entendía muy bien lo que era.
Decidí recordar todos esos momentos felices de mi infancia junto a mis progenitores y mi hermana.
Me acordé de la antigua guardería que montó mi padre, la cual nos ayudó tanto con el pago de los gastos de la casa, donde mi padre, Harlequin, también me criaba a mí. Tuve una infancia bastante alegre con mis padres, quitando el mal trago que tuve que pasar cuando estos discutieron por temas de trabajo y dinero, pero todo mejoró después de eso, añadiendo que Dolores poco después vino a nuestras vidas.

Al recordar la guardería, tuve unos sentimientos muy fuertes por ir a verla, o ir a ver la localización donde debería estar, ya que mis padres la vendieron.

Decidí ponerme en marcha, no sin antes decirle a mis padres que estaría todo el día en la capital. Fui volando rápidamente. Mis alas, como bien dijo mi padre que iba a suceder, crecieron un poco más que cuando tenía 18 años, ahora tenía 24 años. Y he de confesar que son incluso un poco más grandes que las de mi progenitor.
Pero este para mí, siempre será el mejor.

Llegué a donde se supone que debía estar la Guardería Fairy, y para mi sorpresa allí estaba. Habían conservado incluso el nombre, dentro había varias trabajadoras cuidando de unos cuantos niños. No puede evitar que en mi rostro apareciera una sonrisa, ya que me acordé de los malabares que hacía mi padre para cuidarnos a todos los que estábamos a su cargo.

De repente, así sin más alguien se chocó conmigo debido a la prisa que tenía. Debía decir que me encontraba en todo el medio de la calle impidiendo el paso. Noté que varios objetos que cargaba esa persona se caían al suelo y dicha persona también se estaba cayendo. Mas rápidamente pude sujetarla, percatandome que se trataba de una chica preciosa. Tenía mi brazo detrás de su espalda y su rostro estaba a pocos centímetros del mío. Puede observar por completo sus rasgos faciales, su pelo color rubio ceniza y sus ojos color castaño, los cuales si os soy sincero, me cautivaron. La flecha de Cupido me había impactado de lleno y me enamoré de esa completa desconocida.

Descubriendo la verdad (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora