Capítulo 11: Ohrwurm

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Recomendación musical: Billie Eilish – 8



Ohrwurm es una palabra alemana sin traducción literal que se interpreta como "gusano en la oreja", indica normalmente una canción que se pega con mucha facilidad y no te deja pensar en otra cosa. Se puede interpretar también como un pensamiento intrusivo.



Le pesaban los párpados, pero sabía que debía abrirlos. La luz le cegó momentáneamente, ambos habían olvidado cerrar las cortinas antes de dormir y ahora estaban pagando las consecuencias.

Sintió una mano acariciando su nuca y giró la cabeza lentamente para mirarle.

"¿Has dormido bien?" Dijo con voz ronca, debía haberse despertado hace poco.

"Tu cama es muy cómoda."

Tensó sus músculos para estirarse mientras hundía la nariz en las sábanas para poder recordar el olor del suavizante que Chanyeol tenía durante un buen tiempo. Se relajó cerrando los ojos de nuevo, el cosquilleo seguía ahí, desde su médula arrastrándose hacia todas sus extremidades, incluso debajo de las uñas. Era un placer perezoso.

No quería levantarse, tenía algo de hambre y necesitaba una buena ducha, pero no quería levantarse.

"Deberías aplicarte un poco de crema ahí abajo." Las palabras de Chanyeol le hicieron levantar la sábana para mirarse el trasero. Estaba rojo, tan rojo que parecía que había pasado horas bajo el sol de Agosto sin protección alguna.

"Lo haré." Inspeccionó todo su cuerpo con cautela, se fijó en sus muñecas marcadas por haber sido atado, vio los chupetones en sus muslos, en su estómago y hasta la ingle. "Eres un bruto."

"Si no te gusta no lo volveré a hacer." Le miró sin perder la sonrisa porque sabía perfectamente que le había gustado, que le había encantado, que le había fascinado. "Te invito a desayunar antes de irte."

Chanyeol podía ser el capullo ególatra que quisiera si iba a ser así cuando estaban solos. Sexualmente no podía negar que había sido la mejor experiencia de su vida y ahora se estaba encargando de él.

"¿Me dejas usar tu ducha antes?"

"Claro, teníamos que habernos duchado anoche pero parecías muy cansado."

"Me dejaste muy cansado." Le sonrió antes de coger un bóxer prestado de su mesilla y dirigirse al baño.




Al salir Chanyeol ya estaba completamente vestido y tendiéndole una sudadera demasiado grande para que no fuera con su camiseta ya sudada. Se encaminaron hacia la cafetería que había en el último piso de la residencia. Chanyeol hizo intención de subir por las escaleras, pero compadeciéndose de las pobres caderas de Baekhyun le acompañó en el ascensor.

Un zumo de frambuesa, un café con leche, dos tostadas con queso fresco y mermelada, unos huevos revueltos y tortitas. Lo compartieron todo sentados en la terraza de la cafetería, arrullados por el sol de la mañana. No se dijeron mucho, pero se respiraba calma y Baekhyun empezaba a sospechar un pacto por un largo tiempo.

La calma duró hasta que se fijó en otra pareja justo detrás de ellos. Kai estaba sentado con una morena que podía haber sido más alta que Baekhyun. Le revolvió las tripas. Saber que Kai veía a otras personas era una cosa, ser un testigo directo era muy diferente.

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