-Creo que no lo entiendes, esto es más complicado de lo que...- Tigresa no termino, puesto que el Guerrero dragón se acercó a ella con rapidez y le dio un beso que sorprendió a la guerrera.
En ese instante la líder de los 5 furiosos estaba desconcertada, no era su primer beso con él, pero si era uno intencional por parte de Po, la situación se empezaba a poner intensa, era una sensación cálida y abrazadora que recorría el cuerpo de la guerrera, pero no permitió que continuara y aparto a su amigo de ella, tomando ambos hombros para apartarlo:
-Po, ¿Que rayos te pasa? Estoy tratando de...- oh sorpresa, de nuestro amado guerrero dragón empezaron a salir unos leves ronquidos, los cuales desencajaron a la maestra, vaya que se empezaba a ilusionar, sintió algo de tristeza en aquel momento, puesto que creía que ese beso era apropósito, solo pudo suspirar, tomar de la cara a su compañero y darle palmadas en los cachetes para que reaccionara- Oye torpe, reacciona, otra vez te quedaste dormido... Po... despierta- Y poco a poco el joven ojiverde se empezó a despertar:
- ... Ya... desperté... no... quiero... entrenar... Shifu- dijo adormilado, seguía afectándole el mal del sueño (narcolepsia), por lo visto el golpe que le propino Tigresa en el salón sagrado de los guerreros, no fue lo suficientemente fuerte como para quitarle el mal, lo único que debían hacer es esperar que pasara:
- Po, no soy Shifu, despierta estas horas de entrenamiento te afectaron, te llevare a tu cuarto, vamos- tomo del brazo derecho a Po y como si estuviera herido lo llevo escaleras abajo para llevarlo a su habitación.
Pero a lo lejos de aquel escenario, desde las rocas Song observaba lo acontecido, veía como era llevado Po a las barracas, sintió tristeza por el supuesto beso que Po le había dado a Tigresa, pero no había vuelta atrás, ella estaba decidida a que esa relación tenía que florecer costara lo que costara- Hay Po, que torpe puedes llegar a ser...
- ¿También los estas espiando? - se oyó atrás de la peli gris, la cual solo reacciono sacando su sombrilla apuntando al extraño en la barbilla que se presentó sin avisar.
- ¡¿Quién diablos eres tú?!- cuestiono Song a una regordeta con un kimono rosa con flores lilas diminutas como estampado, quien curiosamente tenía un mechón blanco en su cabello al igual que Po en la parte de su fleco- Un segundo... tu... eres de la aldea de Po... ¿Cierto? - pregunto nuevamente bajando un poco su guardia, a lo que la extraña solo pudo asentir con la cabeza.
- Lamento si te espante, yo... soy Mei Mei, la prometida de Po ¿Y tú eres? - dijo dando la reverencia correspondiente.
- Soy Song líder de las damas de la sombra y amiga del guerrero dragón ¿Y como es eso, de que eres su prometida? - no tardo en salir esa gran duda, puesto que la información que Song tenía, era que él estaba soltero.
-Bueno pues, nuestros padres desde que éramos bebes acordaron el matrimonio querida, así que ni se te ocurra acercarte a él, ya que sería un intento fallido de tu parte- y con esas palabras se sintió que cayó una bomba sobre la peligris, esto echaría a perder todo por lo que había estado pasando la pareja, pero Song no permitiría que lo arruinaran:
-No querida debes de estar equivocada, Po nunca menciono que estuviera comprometido y si lo estuviera, seria con la maestra Tigresa- soltó ese comentario con toda la intención de herir a Mei Mei y para que se alejara de ellos- así que la que debería rendirse eres...
- ¡Hooo por los dioses, ¿No estás interesada en el?!- Salto la joven bailarina para tomar los hombros de la guerrera y esperar su respuesta:
- Heeee... ¿no? - respondió dudosa por que la actitud de la gordita había cambiado drásticamente, de una chica prepotente, a una chica aliviada y alegre- ¿Por qué lo preguntas? - miro fijamente a Mei Mei con cara de preocupación.