Un día simplemente volvió a aparecer y decidí acércame, seguía estando triste, podía notarlo en su mirada. Esa noche pedía a gritos hablar con alguien aunque no dijese nada. ¿Estás bien? -le pregunté y me observo-.
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Ella
RandomLa observaban todo el tiempo, cada paso, casa risa, cada susurro, cada llanto, cada alegría. Contemplaban su belleza como ninguna otra, como si no existiera nadie a su alrededor, como si fuera solo; ella.
