–mi teléfono comenzó a sonar– No pudiste haberme olvidado –dijeron del otro lado de la línea; era Ella.–
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Ella
RandomLa observaban todo el tiempo, cada paso, casa risa, cada susurro, cada llanto, cada alegría. Contemplaban su belleza como ninguna otra, como si no existiera nadie a su alrededor, como si fuera solo; ella.
Era Ella
–mi teléfono comenzó a sonar– No pudiste haberme olvidado –dijeron del otro lado de la línea; era Ella.–