6. Oceans

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24 horas antes...

POV Natalia

Al fin el viernes había llegado, esta semana se me estaba haciendo extremadamente dura, los numerosos compromisos a los que me arrastraba mi cargo como directora de la empresa no me dejaban tiempo para mí, pero por suerte tenia pensado tomarme el finde libre.

Marta, Miki y Damion, mis mejores amigos, me habían prácticamente obligado a quedar con ellos por la noche, no me apetecía una mierda salir, pero hacía unos cuantos días que no los veía y sabía que al final les acabaría agradeciendo que me sacaran de casa, pero primero tenía que enfrentar el último día de trabajo.

La mañana se complicó en el momento en que me di cuenta qué no tenía unos papeles fundamentales sobre el nuevo proyecto de marketing que tenía que presentar antes de comer. Me volví loca buscando por toda mi casa, hasta que caí en la cuenta qué la única persona que podría conseguirme una copia a tiempo me había pedido el día libre.

- ¡Joder! - dije para mi misma mientras cogía el móvil para llamar a María Villar. Un tono, dos, tres... y contestó.

- ¡Diga! - escuché su voz al otro lado de la línea.

- María, siento molestarte en tú día libre, pero necesito urgentemente los documentos del proyecto en el que Adalia, Medina y tú habéis estado trabajando, tengo una reunión en un rato para presentarla a los inversores. ¿Podrías pasarte por la oficina para dejarme una copia? - Pregunté sin rodeos mostrando mi desesperación

- Si si, claro, en una hora estoy ahí - por suerte estaba solucionado.

Después terminé de desayunar y comencé a prepararme para pasar por la oficina antes de la reunión, tengo que reconocer que las negociaciones eran mi punto fuerte, se me daba realmente bien analizar a la gente y eso me hacía desenvolverme con soltura ante cualquier cliente, por eso disfrutaba de esta parte de mi trabajo, me sentía poderosa.

Mi padre había sabido ver esa cualidad en mi desde muy joven, por eso me animó a estudiar el doble grado de Derecho y Empresariales, sin yo saberlo él ya había decidido mi futuro, ponerme al frente de la empresa familiar "Oceans".

Nadie se había parado a preguntarme que era lo que realmente quería hacer, pero aquí estaba yo, a mis 25 años me había convertido en una de las jóvenes empresarias más importantes del país, pero ni el reconocimiento ni el poder acababan de llenarme, me limitaba a hacer bien mi trabajo y a intentar no decepcionar a mi familia.

En los últimos tres años no había hecho otra cosa que trabajar, crecer en el mundo empresarial y situar a Oceans en lo más alto; no podía quejarme por los resultados, además había sido mi vía de escape tras lo que pasó en mi último año de universidad, ese fue el punto de inflexión entre la Natalia de antes y en la que me había convertido ahora, sin duda más fuerte, pero ni de lejos la mitad de feliz.

Una vez lista para ir a la oficina salí de casa, ahí estaba esperando para llevarme Famous, mi guardaespaldas, si, tenía un guardaespaldas, ni yo misma sabía bien por qué, una más de las excentricidades de mi padre de la que no me había podido librar. Decía que era por mi seguridad, que tenía que tener a alguien cuidándome, pero yo estaba segura que era para tenerme controlada, pese a estarme comportando como la hija perfecta con la que él siempre había soñado, no terminaba de fiarse de mí, no sé que esperaba que hiciera, pero bueno, ahí estaba dentro del Mercedes negro cruzando las calles de Madrid con mi guardaespaldas.

La verdad es que, al pasar tanto tiempo juntos, Famous y yo nos habíamos hecho bastante amigos, no nos había quedado más remedio que llevarnos bien, aunque al principio le hice la vida imposible con el objetivo que renunciara y dejara de ser mi puta sombra, pero para mi suerte o desgracia tenía más paciencia que un santo, y seguía a mi lado las 24 horas.

ALIVE - AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora