8. Oportunidades

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POV Natalia

Al terminar la canción bajé del escenario y fui a la parte de atrás donde se encontraban Marta y Damion, la gente seguía aplaudiendo y en mi interior la alegría que sentía por haber vuelto a cantar delante de un público, por pequeño que fuera, me desbordaba.

Abracé a mis amigos y les comuniqué que me iba corriendo por la puerta de servicio, quería evitar a toda costa que alguien pudiera reconocerme, y especialmente la pequeña rubia a la que no había podido dejar de mirar durante toda la canción, no entendía como era posible tanta casualidad de habernos cruzado varias veces en tan poco tiempo, al igual que era inexplicable el interés que me provocaba.

Un par de días después volví al bar, esa noche no era de micro abierto, por lo que no había mucha gente. Me senté en la barra y en cuanto Damion me vio vino a hablar conmigo, él llevaba mucho tiempo pidiéndome que volviera a darme la oportunidad de compartir mi música, y tras tanto insistir accedí. Comentamos las sensaciones que había tenido y mi amigo estaba tan feliz como yo.

En un momento de la conversación le pregunté por la rubia, me comentó que se llamaba Alba y que acababa de llegar a Madrid, que sabía que él había estado con ella la noche que se desmayó y que por eso empezaron a hablar. No quería que mi amigo notara el incipiente interés que tenía en la chica, pero la verdad es que me moría de ganas por saber más, en ocasiones mantener la imagen de mujer de hierro insensible e indiferente ante todo y todos se me complicaba bastante.

No sé si Damion se olía algo, pero empezó a contarme un montón de cosas de la chica, y no iba a ser yo quien le interrumpiera. Al parecer se habían intercambiado los números y habían hablado bastante por Whatsapp, por lo que en poco tiempo ya sabía que Alba era artista, pintora para ser más concreta, y que no había tenido mucha suerte por el momento en la búsqueda de trabajo.

No sé en qué momento lo pensé, más bien creo que no lo hice, pero le pedí a Damion que hablara con ella y le ofreciera una entrevista en Oceans para el departamento de diseño, si era artista tendría que tener buena mano con bocetos y diseños y nunca venía mal reforzar la plantilla, además potenciar el arte era algo que me fascinaba.

- ¿Estás segura Natalia? – Damion me miró extrañado – Quiero decir, ¿estás segura de que quieres tener a Alba dentro de Oceans?, al fin y al cabo te vio el otro día aquí, y sé que no te gusta tener ningún tipo de conexión personal con tus empleados.

- Si, bueno, que me haya visto cantar no quiere decir que vaya a tener contacto con ella fuera de la oficina, seré su jefa igual que del resto, nosotras nunca hemos hablado en persona, recuerda que la noche que se desmayó ni siquiera llegó a ver que fui yo quien la cogió.

Damion no parecía muy convencido con mis argumentos, en realidad yo tampoco lo estaba, pero las palabras salían de mi sin ningún control, no sabía por qué, pero quería tener a la rubia cerca, y que mejor que trabajar con ella en mi propia empresa.

- Como quieras Natalia, luego le mando un mensaje y le comento que se pase mañana por la oficina para la entrevista – cedió finalmente - Estoy seguro de que va a flipar, pero la verdad es que necesita el trabajo y tu no pagas mal – rió.

- Pues mira, si al final no soy tan mala, aquí tienes mi buena obra del mes – Intentaba sonar despreocupada, pero la verdad es que me entusiasmaba la idea de entrevistar a Alba al día siguiente.

Y es que, las entrevistas para contratar al personal de mi empresa eran famosas entre todos los que intentaban acceder a un puesto de trabajo ahí. En la mayoría de las empresas se encargaba el responsable de recursos humanos, pero para mí, mis empleados eran la parte fundamental, por lo que me encargaba personalmente de entrevistarlos y evaluar sus capacidades para trabajar en Oceans.

ALIVE - AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora