내 머리 속에있는 모든 것

all of my Life

Marzo. Cada vez quedaba menos tiempo.

Otro día sola, extrañando tu presencia. Cuanto más tengo que seguir esperando ya que esto me lleva cada vez a mi límite. Solo quiero abandonar todo esto como tú lo harás.

Al fin entraste por esa puerta. Solo han pasado horas desde que te vi, es que desde que te conozco cada minuto sin ti es eterno lo cual me hace perderme todo el tiempo. Enseguida fui hacia ti, te abracé como lo hago siempre como si ya fuera el último día.

Quería besarte era lo que más quería, pero esa era mi promesa no hacerlo. Luego de estar apartada de ti. Me mostraste de nuevo esos dientes que adoro mi tierno conejito es increíble todo lo que produce dentro de mí solo ese pequeño gesto. Enseguida hice lo mismo que el, recordé como era mis dientes y enseguida deje de hacerlo. Otra cosa que odiaba de mí.

_¿Que pasa? -me preguntó mientras fruncía su ceño-

_Nada sólo...otro recuerdo.

_Bien. Hoy vamos a hablar de eso ¿Sí?

_Me parece inútil

_Solo uno. -me dijo insistiendo y no, no podía negarme a ese tierno gesto que hacía con su boca. Otra cosa que amaba-

Empecé a recordar y a contarle otro de mis recuerdos antes de que apareciera el. La  confianza que sentía no se podía comparar con nadie más. Le dije cuando la gente me pegaba. Cuando me insultaban. Cuando me gritaban. Deje que me rebajaran. Era menos para todo el mundo. La gran diferencia ahora estaba el, junto a mi. Para mí eso era suficiente aún que ya fuera marzo, solo tenía un poco de meses.

Esos recuerdos podían destruirme en segundos una,dos y tres puntadas. De nuevo ese dolor en mi pecho. Hacía que me doliera demasiado a la vez empezaba a quedarme sin aire. Con un hilo de la poca voz que me estaba quedando le dije.

_j-jungkook -tome un largo suspiró y ya sabía que me sucedía-

El sabía muy bien que hacer, ya que yo me negaba a intentar siquiera descubrir porque me encontraba así. Necesitaba aire enseguida. Me llevo al frente de mi casa, mientras sobaba mi espalda.

_ Te he dicho que asistas al médico.

_ Tran-nquilo ya estaré mejor - siempre yo con la misma mentira y mientras aún intentando recuperar el aire-

Otro día en esta cárcel, lo único que esperaba era salir para verlo de nuevo. Siempre me esperaba en la salida. Estaba de nuevo tan hermoso, como siempre llevaba sus conocidas Timberland, junto a unos jeans rasgados en las rodillas y una de sus tantas remeras blancas. Cómo algo tan simple podía quedarle tan bien. Enseguida recordé las miradas de los demás, seguro todos se preguntaban como estaba con alguien como yo. Me miró y ya empezaron sus preguntas, no quería contestar ninguna, pero sabía que el si, solo por eso contestaba vagamente.

La verdad es que solo era otro día de tortura, solo seguia asistiendo porque el me pedía que lo hicieras.

Lo notas ¿Verdad? Diablos todo se trata de tí.