Es increíble cómo una sola persona puede estar tan sola.
Estaba en medio la multitud, paraba intentando ver quién me podía hablar. La realidad es que conocía a todos en ese lugar, pero ninguno me hablaba. La gente como mucho me saludaba y enseguida desaparecían. Cómo podía estar tan sola, como no estaba el conmigo.
El aire cada vez era más denso, me sentía encerrada. Todos era grupos de personas que estaban marcadas con cualquier tipo de etiquetas. Todos era distintos, pero por algo pertenecían a grupos. Las personas buscan otros iguales a ellos mismos. Comencé a pensar donde estaba la persona parecida a mí. La verdad no quería que fuera así, me gustaba la gente distinta, pero que aún así pueden pasar tiempo juntas. Eso no lo tenía.
Me encerré. Siempre lo hacía, la gente me cansaba. Solo quería desaparecer de lugares como éstos, solo quería verlo. Cerré mis ojos con fuerza para pedir que apareciera justo en frente mío. Quería que me abrazara como solo el podía. La tranquilidad que producía en mi, me hacía pensar que nunca encontraría algo superior a eso. Respondió mi llamado. Siempre estaba en el momento justo, y sabía que hacer. Podía llorar en su hombro sin preocupaciones. Todo de el me traía a la misma vez recuerdos.
Porque estaba sola.
Porque todo el mundo siempre me juzgó.
Que tengo que hacer para que que acepten.
Cómo salgo de todo esto.
En ese momento me di cuenta de algo, muy importante. Podía estar rodeada de personas, pero siempre me sentía sola. Nadie me hablaba. Nadie se interesaba por mí. Siquiera fingían interés. La gente que me hablaba antes, ahora me mira de mala manera. Saludaban irónicamente. Me destruía cada cosa de esas. Cada vez era peor. La única persona que había querido antes de todo esto, solo se dedicaba a mirarme mal. Que ¿Que me falta? Porque me odian así. Que hice. ¿Que necesito? ¿De quién necesitaba atención?
Solo escuché las conversaciones de los demás. Al parecer todos tenían un plan para cada cosa. Todos sabían que hacer. Mientras yo solo estaba perdida, no tenía nada. Ni nadie.
Solo pensaba en desaparecer. Mire a mi lado, estaba de nuevo allí. Solo me miró y estiró su mano. La sostuve como si mi vida dependiera de eso. Y es que así era. Me dio un escalofrío por todo mi cuerpo, cuando la tomé. Por primera vez en este día horrible pude sonreír. Otra vez todo por ti. No hablo, en ningún momento lo hizo.
¿Cómo eso entonces pudo ser más que suficiente?
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내 머리 속에있는 모든 것
Short StoryPienso que fue demasiada coincidencia que te conociera en plena tormenta.