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Lo lindo de tener a Rosalie como amiga siempre será que ella está ahí siempre que lo necesitas

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Lo lindo de tener a Rosalie como amiga siempre será que ella está ahí siempre que lo necesitas. No importaba la hora, situación o donde sea que fuera, ella está ahí. Sin excepciones a sus amigos.

Joseph ahora forma parte de esa lista de amigos de Rose. Aunque el no esté enterado de esto, todavía.

Por eso mismo, el muchacho se debatía sobre si debía o no llamar a Waldorf cuando volvió a tener una de sus crisis. La chica le había demostrado en el poco tiempo que llevaban hablando que podía contar con ella siempre pero no sabía que tanto abarcaba ese término. Tenía miedo de hostigar a la rubia, así como había hostigado a varias personas cercanas a él.

Los minutos pasaban y el muchacho seguía sin decidir qué hacer. Realmente necesita hablar con Rose. No habían pasado por cosas similares pero ella lo escuchaba y no lo juzgaba.

—Al diablo. —exclamó marcando el número de la actriz.

Por su lado, la ex-pelirroja estaba descansando después de un buen tiempo de pasear con sus amigos. Dormía plácidamente hasta que su celular comenzó a sonar, quiso dejarlo así pero recordó que a esas horas de la noche solo le llamaban: por alguna emergencia o porque alguno de sus amigos la necesitaba.

Contestó la llamada sin fijarse en el nombre de contacto— ¿Bueno? —bostezo.

—Oh, lo siento, Rose. —se lamento el chico sabiendo que la había despertado— No quería despertarte, te hablo después. —intentó colgar pero la voz de la chica lo detuvo.

—No, no. Está bien. —no era la primera persona que la levantaba a altas horas de la noche— ¿Cómo estas? —el Chico se sentía mal por haberla despertado pero necesitaba hablar con ella.

—¿Podemos hablar?

Siempre.

¿Siendo sinceros? —retomó su pregunta.

—Sabes que siempre puedes hablarme sinceramente, Joe. —talló sus ojos. Se dirigió a la cocina para prepararse un té.

—¿De verdad? —suspiró nervioso de la respuesta. Temía que la respuesta fuera negativa, sobretodo si venía de Rosalie.

—Por supuesto. Confía en mí. —ella no lo supo, pero Joe sintió un gran alivio de saber eso.

—Sonará estúpido pero hace un par de años en estas fechas, mis hermanos y yo peleábamos demasiado. —la rubia asintió escuchándolo— Eran por cosas tan estúpidas y pequeñas que ahora que lo pienso no valían la pena.

—Creo que ningún motivo es estúpido en el momento que sucede. —murmuró más despierta.

—Probablemente pero peleábamos hasta por quien utilizaba más tiempo el baño o porque dejábamos tirado un zapato fuera de su lugar. —recordó.

—Solemos molestarnos por pequeñeces cuando tenemos un motivo mayor que no queremos revelar. —recitó las palabras de su papá.

—Eso... es muy profundo. —admitió.

—Papá solía decírnoslos a mi hermano y a mi cuando éramos más pequeños. —bebió de su taza de té.

—Pero hay muchas cosas que nunca dijimos. Cosas que debemos resolver.

—¿No puedes tratar de hablar con ellos? —intentó sugerir.

—No lo creo. —negó con la cabeza— Kevin ahora cuida a sus hijas a tiempo completo y Nick esta en su gira.

—Claro, cada uno tiene sus vidas. Sin embargo, eso no significa que no puedas hablar con ellos en algún momento. —recalcó. Joseph hizo una mueca procesando las cosas. Era cierto lo que le decía.

—Tienes razón. —admitió más tranquilo.

—Si, eso me suele pasar mucho. —bromeo tratando de relajarlo. Supo que había funcionado cuando escucho la carcajada del muchacho.

— Gracias, Rose.

—¿Por qué? —inquirió confundida.

—Por escucharme siempre que lo necesito.

—No deberías de dar las gracias. Para eso están los amigos. —algo hizo click en el cerebro del cantante recordando que eran amigos— Yo siempre estaré aquí para ti.

—Eres una increíble persona. —reconoció el muchacho con una sonrisa.

—Tu también, Joe. —y aunque la conversación pudo haber quedado ahí, ambos siguieron platicando durante horas hasta que ambos se quedaron dormidos y ninguno se molestó en colgar la llamada.

Madison bajo a la sala de estar para encontrarse a su mejor amigo dormida en el sillón y con el celular entre sus manos. Quito el aparato y al darse cuenta que estaba en una llamada, colgó no sin antes darse cuenta de la persona con quien había estado hablando la rubia: Joe.

¿Quién carajo era Joe? No lo sabía, no recordaba a nadie con ese nombre que fuese amigo de la rubia. Se encogió de hombros decidiendo preguntarle después.

━ ━ ━ ━ ━ ━ ━ nota ━ ━ ━ ━ ━ ━ ━
¿Pueden creer que mi papá y yo somos tan impulsivos que hicimos eso que mi mamá nos prohibió hacer?
anyways, más interacciones de los preciosos!
¿Algo que les gustaría que pasara en el siguiente capítulo?

𝓗𝓮𝓼𝓲𝓽𝓪𝓽𝓮 ▶ 𝘑𝘰𝘦 𝘑𝘰𝘯𝘢𝘴Where stories live. Discover now