Todo lo malo había quedado atrás, pues decidieron ser felices juntos y amarse sin límites..
La vida no había Sido nada justa con ellos, su amor debio de sobrepasar muchísimas barreras, pero a pesar de eso jamás pudieron olvidarse, jamás pudieron dejar de amarse, jamás permitieron que ese amor se borre de sus vidas.. pues habían nacido el uno para el otro..
Y como en toda relación nada es color de rosas, nada es estable, nada es para siempre..
El sol iluminaba el cielo de Chiapas, el viento no era más que una suave brisa que envolvía las hojas provocando un mínimo movimiento.. Poncho lentamente despertaba, en su rostro se formó una sonrisa, sentir a la mujer de su vida entre sus brazos luego de una agitada noche de pasión era todo lo que necesitaba para que su día sea perfecto, más que su día.. su vida era simplemente perfecta..
Poco a poco se escabullo dejándola dormir un rato más, pues oyó ruidos en la recámara de al lado, entrecerró la puerta para que el ruido no moleste a su amada y se sobresalto al oír la voz de su princesa.
-. Papi!-. Apenas despertaba-. Quiero chocolatada-.
-. Venga-. Sonrió-. Vamos a la cocina, tu hermano duerme?-.
Dijo abriendo la puerta de la recámara de Erick quien dormía plácidamente.. sin más tomo a su niña de la mano y juntos se dirigíeron hacia la cocina..
-. Papi-. Dijo al rato de un silencio-. Sí que somos felices no? Pues, antes de que Annie viniera a nuestras vidas todo era gris y cuando ella vino todo se volvió con los colores del arcoiris no?-. Poncho le sonrió a la niña emocionado-. Fuiste un tonto al perderla sabes? Pero te perdono.. y ella también te perdono.. y gracias por acompañarme ayer Papi, No quería ir sola-.
Poncho acarició sus cabellos al recordar el día de ayer, donde le tocó ir junto a su hija a despedir los restos de Vanesa, quien había muerto gracias a una compañera de internado que la apuñaló luego de una discusión, para la niña había Sido duro, y pues para el también, aunque había mentido y había lastimado a Poncho.. no dejaba de ser su amor de la adolescencia, la madre de su hija.. y ver el dolor en Gema le dió mucha pena, pero eso se vio opacado por las palabras que ella uso "me diste tu sangre mami, pero el amor y el corazón me los dió Annie.. ella es y siempre será mi madre.. mi única mami"
Las palabras de su hija en medio del velorio habían creado algunas controversias en cuanto a los presentes, en cambio Poncho no pudo más que sentir su pecho lleno de orgullo por su hija..
Los pensamientos de Poncho se vieron interrumpidos por el sonido de la puerta abriéndose, un aún medio dormido Erick había entrado.
-. Buen día campeon-.
-. Hola-. Dijo el pequeño de dos años.
-. Quieres sentarte junto a tu hermana y desayunar-. Asintió por lo que su padre le preparo el desayuno..
-. Mami duerme?-.
-. Así es Erick-.
-. Cuando despertara?-. Pregunto siempre curiosa Gema.
-. En unos minutos seguramente... Pues ustedes saben que hoy es un día importante no?-. Ambos asintieron.
Los minutos pasaron de prisa, cuando una Annie recién despierta llegaba con su pijama aún puesto..
-. Buen día mi príncipe, princesa-. Saludo a los niños con un beso-. Buen día mi amor-. Estampó sus labios contra los de Poncho.. quien no tardó en reaccionar y tomarla de la cintura..
-. Buen día mi reina, aquí tienes tu cafe-.
Desayunaron entre risas y bromas, Gema fue la primera en bañarse, en segundo lugar su hermano Erick, en tercer lugar Annie y por último Poncho..