CAPÍTULO 2

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Otra ves en este odioso lugar .
Las paredes blancas y la gente con cara rara, me hacen querer salir corriendo de este lugar y olvidar porqué lo estoy intentando.

¿Porqué lo estoy intentando?

Ya van a ser las diez de la mañana y sé que mi voz saldrá por el altavoz, dando lugar a que comiencen dos horas de torturas. Dos nefastas horas donde no harán más que hurgar en mi mente y traerme a recordatorio lo bajo que he caido.

Dos horas, en las que tengo que aparentar que todo está bien y que ya lo he superado.

Pero no lo eh hecho, y tampóco lo haré.

-Tsukino Serena, presentarse en la sala de la doctora Michiru-

A paso lento me pongo de pié y me encamino hacia mi sala de tortura personal.

-Bienvenida- dice mi psicóloga, y le pongo la sonrisa más falsa que logro formar.
-Hola Mich.
-Toma asiento porfavor- dejo mi saco y mi bolso en usa silla al lado del sofa- cama, y logró recostarme.
Respiro ondo y trato de canalizarme, para que justo hoy no logre su cometido .

-Comencemos con la sesión, ¿haz realizado alguna de las actividades que te indiqué?
- Si.
-¿Cuál de ellas?- indaga sorprendida .
- Hablé con él .
-¿Has hablado con el joven Kou ?
-Si- respondí carente de emoción.
-Eso es genial Sere, es un gran avance - exclamó muy efusiva para mi gusto- y dime,¿ De que han logrado conversar?
- Le pedí el divorcio - puso la misma cara de shock que me imaginaba y ya estaba preparada para sus ataques.
- Déjame decirte que estas muy equivocada- replicó.
-Dejeme recordarle que usted es mi psicóloga, no es la dueña de mí vida, no es mi madre, ni muchos menos mi amiga. Así que le pido formalmente que se mantenga al margen de lo que le corresponda.

Dubitativamente asintió, pero no por eso lo dejaría estar.

-Continuemos. ¿Recuerdas que día es hoy?- mujer estúpida. Estúpida pregunta y estúpida yo que me esmeré en permanecer serena.

Me puse de pié, pero antes de que pudiera hacer algo ella ya me había recostado a la fuerza.

-Te dejé pasar una Tsukino, no tientes a la suerte. Vuelvo a preguntar y quiero respuestas. ¿Qué día es hoy?- sabía que día era hoy, pero decirlo en vos alta dolía más que la mierda.
- Es veintitrés de Marzo-farrullé por lo bajo.
-¿Qué pasó hoy hace dos años?

Mi cabeza comienza a palpitar y mi corazón se agolpa de forma frenética. La respiración me comienza a faltar y se me nubla la vista de manera abrasiva. Siento como mis manos comienzan a picar, se me entumece el cuerpo y me duele sentir que automáticamente mis uñas se encarnan en mis palmas.

Estoy perdiendo el control .
La ansiedad me embarga y no creo poder controlarme.

Cuando siento que voy a caer en un pozo si retorno, la doctora soba mi cabeza con suma delicadeza.

-Respira Sere, sólo respira. Oye mi voz, escucha como las aves le están cantando a la vida. Disfruta el susurrar del viento y el brillar de un nuevo día....- Sus palabras me confortan y siento como de apoco vuelvo en mi misma.

Toma mi mano y me ayuda a sentarme. En sus manos trae una botella de agua mineral y pañuelos descartables.

¿Cuándo los tomó?

-Seca tu rostro- dice dulcemente.

Dirijo mis manos a mi rostro y me doy cuenta que estoy echa un mar de lágrimas.

Quiero llorar, quiero gritar y desgarrar mi garganta en el camino. Quiero hacerme un ovillo de lana y no desenredarme más.
No quiero vivir con su ausencia en mi vida. No quiero aceptar que necesito a Seiya, porque no necesitaría al de ahora, necesitaría al Seiya de antes y ya no está. No queda nada de él.

Este vacío que palpita en mi pecho no tiene retorno. Se quedará allí de por vida, no hay sanidad para mi alma en pena. No hay remedio para mi dolor .

Ya no hay más.

Salgo del consultorio, con la promesa de regresar la semana entrante y llamarle si algún ataque me toma desprevenida.

Eso no va a pasar, sólo ella me produce volver al pasado.
Desenterrar lo olvidado, lo no deseado.

Camino sin rumbo alguno. Debo encontrar un alquiler, necesito un trabajo, una forma de sustentarme.
Sonrío al recordar lo feliz que estaba con mi primer manuscrito .

~TRES AÑOS ATRÁS ~

Estaba ansiosa esperando que mi amor llegara de su trabajo. Estaba orgullosa de él, como decía mi padre, todo marchaba viento en popa.
Habíamos conseguido un buen departamento y nos habíamos instalado definitivamente en Japón . Habían cosas que costaban, pero era lo mínimo, nos amabamos y eso bastaba.

-Llegue!!!- anunció mientras se quitaba la chaqueta y sus zapatos.
- Bienvenido- inmediatamente me arrojé a sus brazos.
-Hola bombón, te eché de menos.
- Y yo a ti- lo tomé de la mano y lo lleve a la sala- Siéntate, quiero hablar contigo.
-Sere no me asustes...
-Toma- puse en sus manos un trozo de papel y sonreí al ver su cara de desconcierto - por favor, leelo, leelo hasta el fin y luego dí lo que piensas. Lo primero que se te venga a la mente.

El asintió con la cabeza. Los minutos se hicieron eternos, pero cuando terminó de leer, sus ojos brillaban expectantes y emocionados .

-¿Quién escribió esto?-indagó curioso .
- Que dirías si respondo que yo lo hice- no pude terminar de articular mis pensamientos, que se arrojó a mi rostro y me empezó a llenar de besos.
-Diría que soy la persona más afortunada de tenerte y que seas mía!. Esta tan bien redactado. Sabía que eras buena en literatura, pero esto sobrepasa todas mis expectativas.
-Era lo que necesitaba para decidirme.
-¿Qué cosa?
-Tus palabras amor... estudiaré para ser escritora.
-Serás la mejor.
-Seré la mejor- repetí segura- lo seré si estas conmigo.
- Lo seremos juntos - y encaminados al sillón, nos arrojamos y comenzamos a trazar nuevos proyectos con todo el entusiasmo que un par de enamorados podía tener.

Podríamos haber alcanzado las estrellas si nos lo hubiéramos propuesto. Sólo en ese entonces.

~PRESENTE~

-Mierda- otra ves me perdí en mi misma. Me odiaba cuando me pasaba eso.
- Lo siento- dijo el joven con el que choqué.
- No por favor- el me extendió su mano y me ayudó a ponerme de pié - ¡demonios! Mi pié - mi mirada divisó mi pierna y estaba sangrado.
-Carajo- el muchacho que estaba en frente mío también tenía la mirada en el mismo lugar que yo- lo siento- volvió a repetir- déjame ayudarte.
-Mira, fué mi culpa, es más estoy en deuda - dije señalando las bebidas y botellas rotas desparramadas por todo el pavimento - pero lamentablemente no te puedo pagar. Quizás si me das tu número, cuando coja trabajo pueda recompesarte . Emmm...- creo que en ese momento se detuvo el tiempo. Me miró de frente y pude contemplar su rostro. Ojos azules profundos, una sonrisa sincera y prometedora. Por momentos deliré y creo verle allí, frente a mi.

Pero estúpida mi mente que sólo sabía pasarme malas jugadas.

- Mi nombre es Zafiro. Zafiro Black. ¿ Qué te parece si vamos a verte eso, y luego tomamos algo? Claro si tienes tiempo.
- Creo que en este momento una copa es lo que más me apetece- sonreí agradecida.

El me sonrió y me sonrojé.
Entonces me dí cuenta de algo...
Aún había vida en mí. No todo estaba muerto. No todo estaba perdido.

*****

Hola niñas!!!!
Trataré de actualizar al menos dos veces por semana, así no pierden el hilo a la historia .
Ni ustedes ni yo jaja.

Porfavor no olviden de dejar sus bellos comentarios, que me dejan saber si les gusta como va la   historia y me alientan a seguir escribiendo 😅

Gracias! 😘😘😘


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