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En ese momento él no lo dijo como tal, pero la adoración era notable en sus ojos.

El amor le emanaba por los poros.

My little Angel

Unos leves pasos se pudieron escuchar en la profundidad del silencio que ahora rodeaba a Jeon Jungkook, este con mucho afán secó la única y solitaria lagrima que aun permanecía intacta en sus pómulos, sintiendo como un escalofrió le recorría todo el cuerpo tras el leve contacto que había ejercido SeokJin en su espalda, ¿que pensaría su madre al verlo así? Indefenso ante un chico que ni siquiera conocía lo suficiente. Probablemente se partiría de la risa en su cara o tal vez una mueca del más puro asco se dibujaría en su rostro, ¿quien sabe? esa mujer era tan impredecible que imaginar sus reacciones con el tiempo se había vuelto una misión imposible.

-Jungkookie oppa, ¿te encuentras bien? -- Preguntó el mayor con algo de timidez, pues no sabia como reaccionaria su acompañante. Un movimiento tosco acompañado de un gruñido gutural serian la única respuesta que recibiría. Había cometido un error con su menor, pero tenia que asegurarse de que esté bien, su corazón no le permitía dejarlo allí, solo y triste, no, él no era así, no podía dejarlo sólo en un momento difícil.

- Kookie~ ¿quieres que tu hyung te de leche y galletas de azucar? ¡te harán sentir estupendo! -aseguró con un ligero sonrojo surcando todo su rostro y una sonrisa nerviosa.-

Un empujón demaciado fuerte para su pequeño cuerpo y terminó perdiendo el equilibrio y cayendo de espaldas. Otro error.

-Mete tus estupidas galletas a tu sucio culo y déjame de joder de una vez ¿si? -vociferó con desagrado, observando al atónito pelinegro en el suelo, con lagrimas amenazando  en caer de aquellos pequeños orbes café- solo lárgate, me das un tremendo asco.

Al parecer su plan se había ido directo a la mierda, pero no iba a soportar más el querer agarrarlo a madrazos si seguía así de insistente y pedante.

Vio como el joven a su lado se levantaba y con lagrimas llenando por completo esos bonitos ojos se retiraba con una lentitud casi dolorosa, pues esa escena le recordaba mucho a la de una de sus sueños y con una irá naciente en su pecho decidió que su pequeño amante aún no había recibido lo que merecía.

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Ya habían pasado al rededor de una larga y tortuosa media hora y Taehyung seguía rogándole a su hyung mas querido un poco de su misericordia y ayuda, pues sin Jung Hoseok no podría hacer absolutamente nada.

Porque si, su gran y elaborado plan consistía en rogar de rodillas y hacer algo de el aegyo que sabía que su amigo no resistiria por un pase directo, únicamente dado a traicioneros de los dioses y a exiliados. Grande Kim Taehyng.

- Por lo que más quieras, hyung...Te lo imploro, por favor, por favor, por favor -- puchereó de forma tierna, alargando la ultima "o" y se arrastró de rodillas por el suelo, siguiendo al castaño por todo aquel pequeño cuarto, mientras que el pobre hiperbantilaba.

- ¿Te das cuenta de la tonteria que me estás pidiendo Tae Tae? ¿siquiera entiendes la magnitud de tus palabras? Abajo es malo, malo, muy malo --balbuceo inútilmente. -- Abajo, gente, ¡kapum! Guerras, destrucción, muerte, dolor, ¡splash! ... ¿lo captas? -habló moviendo las manos según lo que decía-

--P-Pero... hyung, necesito hacerlo, por favor, lo necesito con todo mi alma, ser y corazón... ¿no puedes hacer una pequeña excepción por mi, hyung?-suplicó por encima vez, pero nada parecía cambiar la decisión de su hyung.

--Taehyung, esto no sólo te traería problemas a ti. Pequeño, si el consejo se entera que siquiera pensé en ayudarte me mandaría al destierro con esos...esos seres.- dijo mientras el más puro terror se instalaba en su mirada y poco a poco dejaba de hiperventilar.

Segundos después pudo notar como pequeñas lágrimas saladas caían de los ojos de su pequeño doansagen, partiendo le el corazón en dos.

--L-lo siento hyung, solo quería... Solo quería poder estar en paz...Lo siento mucho.- hipó totalmente sonrojado mientras su voz se rompía en las ultimas silabas.

Algo doloroso se removió dentro de Jung Hoseok, el adoraba con todo su ser a el pequeño Taehyung y le encantaría más que nada poder ayudarlo. No, miente, aborrece la idea de dejar a su pequeño a la merced de esos repugnantes hombres, preferiría llevarlo a su habitación y arroparlo, tal vez cantarle o algo, pero que le garantice que estaba bien y muy, pero muy lejos de la tierra. Pero era Taehyung y no podía negarle nada a aquella bonita sonrojada y tierna bolita de amor.

-No estoy de acuerdo... pero Tae Tae, si eso te tranquiliza...Está bien. Te daré el pase libre.-

El menor cambió su anterior expresión por una en la que le regalaba una de sus sonrisas cuadradas al mayor, y un sentimiento calido instalandose en el pecho de este. Después de salir del shook se lanzó a los brazos del morocho y con todas su fuerza lo abrazó.

-Gracias, gracias, gracias hyung.- le susurró al oído. -

-Sólo procura no hacer nada estúpido, ¿si? Y recuerda abrigar te bien y tomar tu vaso de leche tres veces al día y lavar bien tus dientes.

-Claro hyung, gracias, gracias, gracias ¡eres el mejor!-

-Yah, si lo dices así terminaré creyendomelo, mocoso.

Ambos chicos se sonrieron cómplices, y aunque en ese momento no lo dijo, la adoración era notable para todos menos para Tae en los ojos del mayor.

Sarahngae Tae Tae

˗ˏˋ ᴍʏ ʟɪᴛᴛʟᴇ ᴀɴɢᴇʟˎˊ˗    KTHxJJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora