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Desperté producto del frío que se comenzó a colar por mi ventana. Me puse de pie y el dolor del choque ya no estaba en mi cuerpo, me encontraba como nuevo. Miré mi cama y no lo vi, pero estaban los rastros de la visita de mi ángel. Sacudí mi cabello y bajé las escaleras de mi casa trotando. Era increíble como de mi cuerpo nada dolía, siquiera el pequeño rasguño que tenía en mi frente, nada.

- ¿Qué haces tan temprano de pie hijo?-consultó mi madre cariñosa.

- ¿me preparo para ir al instituto?-conteste obvio.

- Solo han pasado dos días desde el accidente MoonBin -murmuró algo preocupada-puede darte algo, qué se yo.

- Mamá, estaré bien, créeme-le pedí tomando asiento para desayunar.

Mi madre suspiró y en menos de cinco minutos yo ya me encontraba caminando hacía el instituto. No pensaba volver a subirme a un auto otra vez.

Miré hacía adelante y pude apreciar que solo faltaba una calle para llegar al recinto. Vacile por un momento al imaginarme a la clase sobre mí haciendo preguntas y preguntas a las cuales no tenía respuesta ¿Qué les diría? "Chicos estoy bien no se preocupen mi ángel me ha salvado la vida y ha curado mis heridas", obviamente no podía decir eso.

Suspiré antes de entrar a clases y me introduje entre los alumnos, camine cabizbajo por el largo y oscuro pasillo y me pare fuera de mi clase. Me quedé pensando por unos segundos antes de ingresar.

-odio esto - pensé y pose mi mano sobre la perilla de la clase de lengua.

- Y ¿ahora qué?-exclamaron tras mío.

Voltee asustado aquello me tomó por sorpresa, allí estaba de nuevo mi ángel.

- No lo sé yo no te he llamado-me defendí.

Cruzó los brazos sobre su pecho y me miró con una extraña expresión en su rostro.

- Estas nervioso, tienes miedo, ¡Tengo que venir por obligación si te sientes de esa forma!-balbuceó enfadado. Jamás pensé que un ángel se enfadara.

- No quiero entrar a clases-susurre avergonzado.

- ¿Por qué no?-consulto más calmado.

- Todos se lanzaran sobre mí y buscaran heridas, me preguntaran cosas. Seré tal y como las ranas de laboratorio-respondí temblando por el terror que aquello me provocaba, no quería ser el centro de atención.

- Ok-musitó -vamos, no irás a clases. Le mire asombrado y sonreí.

- ¿es en serio?-consulté aún incrédulo.

- Un ángel-arrastró entre dientes la palabra ángel-no miente.

- Gracias ángel-dije burlonamente, lo que provocó que me mirara de reojo y carcajeo.

- No me digas ángel por favor, dime DongMin, solamente DongMin.

Asentí y comenzamos a caminar hacía la salida del instituto.

- Y ¿A dónde vamos ahora?-consulte intrigado.

- A tu casa-respondió obvio.

- No, no quiero ir a casa-susurré y detuvo su caminar.

- Y ¿A dónde quieres ir entonces?-preguntó.

- No lo sé-musité y dejé de caminar. Me senté en una de las cuantas bancas de paradero que por allí había, DongMin imitó mi acto. Estábamos en silencio y de alguna forma se sentía bien.

- Oye-dijimos ambos al unísono, sonreímos un poco sonrojados.

- Comienza tú -susurró y yo asentí.

- Anoche, no terminaste de contarme como ocurrió todo esto-murmuré -aún no puedo creer que me ocurran estas cosas.

El chico sonrió nervioso y luego me miró.

- ¿Qué quieres saber?-consultó.

- Todo, todo lo que pueda salir de tu boca.

- Yo soy un enviado, ósea que tengo una misión que debo cumplir en la tierra. Tú eres mi objetivo, la razón por la que estoy aquí. No debo dejarte caer, no debo dejar que llores o que sufras -tosió un poco y prosiguióv-al parecer estamos conectados, por eso fui yo el elegido. Conectados ¿por qué? Créeme que no tengo idea. La gente me puede ver y no recordar porque no me necesita. Supuestamente tú tampoco me ibas a recordar pero lo hiciste y eso es lo que me tiene sin respuestas -volvió a fingir aquella tosecita -ahora, pienso que eres un maldito imán que atrae la mala suerte. No he tenido un descanso como se debe desde que baje para ayudarte.

Sonreí, así que ¿yo era un maldito imán de mala suerte? Jamás pensé que alguien me iba a decir eso, siempre he creído tener buena suerte.

-¿Eso es todo? -pregunte intrigado, anhelaba saber más, quería saber más. El chico asintió.

-Te toca, ahora es tu turno -susurró.

-¿Qué quieres saber? Si ya lo sabes todo -musité.

-Quiero saber si estoy en lo correcto. Sólo dime las cosas básicas.

Asentí y lleve nervioso una de mis manos a mi cabello.

-B-bueno, mmm... me gusta el color rojo, no soy muy sociable-ya estaba tartamudeando.

-Eso no, eso no quiero saber-me interrumpió. Subí mi mirada y me encontré con la dulce de él, DongMin era un hermoso ángel.

-¿Qué quieres saber entonces? -consulté.

-Tus hobbies, tus miedos, tus momento más alegres, los que nunca olvidaras. Eso quiero saber.

Asentí nuevamente y proseguí.

-Uno de mis hobbies es tocar la guitarra, creo que es lo más hermoso que he hecho desde que nací, no existe instrumento que iguale a mis seis cuerdas. Mis momentos alegres, fueron cuando...-dude por un momento -¿puedo saltarme eso?-le consulté y él sonrió y tomé eso como un sí.

-El momento que jamás olvidaré -pensé por un momento -el día en que te vi, el día que marco mi vida. El momento exacto cuando trate de correr, de olvidar tu rostro, el momento en que caí y me dormí por una semana.

Sentía los nervios de DongMin, un escalofrió recorrió mi cuerpo y pude percibir que a él le ocurrió lo mismo.

-No sabía eso -susurró alarmado.

-¿no sabías que caí en coma por tu culpa? -consulté.

-No fue mi culpa -se defendió.

-Pero ¿de quién? Yo no tengo ninguna enfermedad. No fume nada ese día, solo vi tu rostro y luego ya no vi más.

DongMin seguía rígido, no movía ni un musculo de su cuerpo y yo estaba en el mismo estado de shock.

-Lo siento.

Fue lo único que dijo y no habló más por un buen rato, yo hice lo mismo. Sólo sentía su respiración acelerada haciendo competencia con la mía. Un rato más tarde me di por vencido y subí mi rostro nuevamente.

-¿te has enfadado? -le pregunté y él negó.

-No puedo creer que yo te allá hecho eso -susurró -y me envían a protegerte cuando YO fuí quien comenzó todo.

-DongMin, tranquilo -dije y coloqué una de mis manos sobre su hombro -Mierda, DongMin, me tomaste la corriente -dije alarmado por el dolor que sentía. El chico me miró asombrado y con sus manos tomo las mías haciendo que el dolor de apoco se esfumara, pero no se iba.

✨✨✨✨✨✨

Lo sé, desaparecí un buen tiempo, pero tengo razones, la universidad LOL
Pero ya volví~ y podrán seguir disfrutando de la historia. A partir de ahora comenzaré a subir capítulos como había dicho, lunes y jueves de cada semana, subo uno hoy para compensar el tiempo, mañana subiré otro.
Espero les esté gustando la historia, no olviden votar, comentar y recomendarla con sus contactos ;).

-Cam🍪

My Angel [BinWoo] {Adaptada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora