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Hasta que comenzó a retroceder

—oh no hace falta, yo solo pasaba— dijo imitando una voz gruesa

Chu y yo solo nos miramos de reojo sin embargo el chico solo se fue corriendo, así nada mas, sin decir nada

—¡oye! ¡Espera! ¡Se te cayo esto!— dijo Chu intentándolo alcanzar, pero solo se detuvo en la puerta

Hasta donde alcance a ver, el chico no volteo ni nada e ignoro a Chu, y vaya que corría rápido.

—espera, ¿que se le cayo?— me acerque

—esto, pero yo que tu, ya me voy espantando— dijo con algo envuelto es su mano

—ja ya no soy pequeña, pero ¿tan grav- — Chu abrió su mano de una —¡a la mierda!— retrocedí instantáneamente

Lo que a ese chico se le cayo fue una llave idéntica a la que encontré en el patio, era realmente igual, cada detalle, cada curva, TODO.

—cuando lleguemos a casa las compararemos e intentaremos llegar a una conclusión— dijo Chu para calmarme.

Salimos de ese lugar y fuimos con nuestros padres actuando como si nada hubiese pasado pero obviamente le iba a pasar el chisme a SunHee.

—¿que tal les fue?— dijo papá

—bien, solo árboles y más árboles— dijo Chu con el mayor desinterés

—algo es algo ¿no?— dijo mamá dándonos unas hamburguesas caseras

¿Qué esperaban? ¿Sandwiches? Pff no, los sandwiches no llenan, bueno, es lo que en mi familia piensan.

(Leanlo un poco lento, pus pa' que quede con la cancion xd) Pasamos un buen rato de convivencia, había pasado un largo tiempo sin tener un momento para nosotros; estábamos jugando, todo era grandioso: ver a mis padres y hermano sonreír, ver como se reían y corrían libremente. Sin más me detuve para observar como sus sonrisas llenaban de luz mi corazón, pero algo estaba mal, algo se empezó a sentir extraño, de repente esa luz se apagó y pequeños destellos ahora eran presentes, ví como mamá se detenía lejos de nosotros y solo veía sin ninguna expresión, solo haciendo unos puños con sus manos, cerró los ojos y suspiro, cuando los volvió a abrir esta vez tenía una mirada fría y una sonrisa hueca; intente ignorar lo pasado y fingir estar bien, pero no salió como lo esperaba.

—hey ¿qué tienes?— dijo Chu agitado

—nada— sonreí falsamente

—no mientas y mucho menos a mi, ¿te dejó el novio? ¿te acordaste de que Ayato no existe?—

—¡oye! Eso si es pasarse de lanza— hice una mueca y me empecé a reír

—asi me gusta, te ves mejor sonriendo— revolvió mi cabello.

Regresamos a casa e hice lo dicho, malamente tuve que correr a la tienda a hacerme una estupida recarga ya que me lo gaste por estar viendo »Boys Over Flowers« en el salón; le conté todo y ella solo quedó sorprendida...

Semanas después

Ya han pasado semanas pero dentro de esas nada importante había pasado, solo exámenes, proyectos, Kino y yo nos habíamos hecho mas unidos, otra cosa es que un compañero y yo fuimos exentos en clases de chino, sin embargo teníamos que hacer un reporte acerca de su nación y de esa forma liberarnos de las dos evaluaciones de final de semestre. De hecho hoy nos reuniremos.

—¡Chu!— salí de mi cueva, me había puesto unos jeans, una blusa blanca y unos tenis del mismo color

—¿por qué te tengo que llevar yo?— se comenzó a quejar

—¡te digo que se parece a un personaje de »La chica lobo y el príncipe negro« y quiero que lo mires!— dije poniéndome mi mochila de la escuela.

Y si era cierto, cuando lo vi me recordó a Kusakabe-Kun pero éste tenía el cabello a como Erika le había dicho que se lo recoja pero no solo eso, tenía rostro de ser uke y eso lo hacia mas tierno.

—okey, de todos modos tengo que hacer unas compras— refuño

—su casa esta algo lejos y con este trafico llegaremos tarde— lo apresure —¡lo tienes que conocer!— me subí al carro

—oye dejando ese tema alado, ¿has sabido algo sobre el sujeto?— comenzó a conducir

—mmm pues me han ocurrido varias cosas— nos pusimos el cinturón —de hecho en primera noche me asome por el balcón y observe a alguien pasar pero cuando me vio solo se fue corriendo, y en el instituto me llegan cosas, no extrañas, solo cosas, como esta pulsera o este llavero pff y otras cosas— apenas acabe Chu me miro sorprendido

—¿y por qué no me habías dicho?—

—te lo iba a decir pero se me olvido — una llamada interrumpió nuestra conversación —¡es él!— lo puse en manos libres.

Llamada:
T/n: hola, Young Soo
Y/S: hola, ¿vas a venir?
T/n: si, ya voy en camino
Y/S: esta bien, aquí estaré
T/n: okey, adios
Llamada finalizada.

—es él, se llama Lee Young Soo y tiene toque de ser uke— comencé a reírme

—es algo notorio por su voz— dijo con la mirada fija en la carretera

Pasaron alrededor de veinte minutos, hasta que llegamos a su casa.

—¡baja!— lo comencé a jalonear

—¡que no!— hizo berrinche

—lo traeré— dije segura y fui a tocar la puerta la cual se abrió al instante

—oh hola, t/n—

—hola Young Soo— hice un ademán
—¿me harías un favor?— junte mis manos

—claro— sonrió levemente

—acompañame al coche es que le dije a mi hermano lo de que te pareces a Kusakabe pero el estúpido no me cree— sonrei

—es algo incomodo pero lo haré— acomodo un mechó de su cabello

—Chu, te presentó a Young Soo— Chu solo se congelo de golpe —ves, si se parece— seguía sin palabras

—h-hola un gusto— Young Soo hizo un ademán el cual Chu respondió

—dime, Chu— sonrió —vaya, si se parece, pero tengo unas cosas que hacer, los dejo, adios Y-Young S-Soo— arranco y se fue.

¡Omg! ¡Esto fue tan.....

~LA LUZ  DE TU  MIRADA~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora