~ＬＡ ＬＵZ ＤＥ ＴＵ ＭＩＲＡＤＡ~

37

—oh. Señora— hice un ademán —es usted, que mal que nos reencontremos así—

—no te preocupes, pero ¿por qué estás así?—

—eeh hice una carreras con mi novio—. Sonrei

—que bueno, te vi y me preocupe— sonrío. —oye, disculpa pero ¿de casualidad tú tienes una hermana?—

—no se lo tome a mal pero no puedo darle esa información— la mire seria

—c-claro, te dejo, cuidate— se retiró del lugar.

Después de ese encuentro estuve esperando unos veinte minutos, yendo de un pasillo a otro, me ingenie un "plan" y muy segura, salí.

—sabía que estabas aquí— dijo Kino detrás de mí

—p-por favor, no en público— suplique

—no, no, no claro que no, lamento mucho lo que hice, siempre soy yo el que falla y amarga los momentos juntos—. Agarró mi mano —créeme que ya no lo haré, lo juro— besó mi mano.

—haz dicho eso varias veces veces— quite mi mano de su agarre

—y lo sé, pero esto que pasó fue un completo abuso de mí, créeme, no volverá a pasar—. volvió a agarrarme

—¿seguro?— asintió —e-esta bien, te perdono— lo abrace

—ya he hecho las compras, ¿qué te parece si te llevo al río Han?— dijo muy animado

—claro, he escuchado que es muy lindo— él asintió

—planeaba de llevarte después de hacer las compras, pero yo de estupido lo arruine— agachó la cabeza

—no es tu culpa, ya pediste disculpas— le sonreí. —solo hay que olvidarlo—

—verás que cambiare— sonrío y me abrió la puerta.

Las calles en Seúl eran hermosas, pero con un atardecer, son mejores y más si es con alguien que amas.

La relación entre Kino y yo no ha cambiado mucho,  solo que se ha vuelto un poco celoso y a veces se deja llevar, pero cuando no es así, sigue siendo el Kino del cual me enamoré.

Y por si se lo preguntan, Jungkook, él pues ya no es muy cercano, me dijo que quería darnos espacio a ambos. Al parecer se lo estaba tomando en serio ya que no manda ni un mensaje, cuando nos encontramos en la escuela simplemente se aleja y de hecho una vez ambos estuvimos en enfermería y cerró su cortina; el último mensaje fue hace casi un mes.

—ya llegamos— estacionó el coche y me abrió la puerta

—pero es un parque—

—si, es el parque Ttukseom, tenemos que cruzarlo para llegar al río Han— me ofreció su mano —¿vamos?—

La tomé y comenzamos a andar.

El parque estaba abundada de lugares en donde las personas podían convivir, como: piscinas, renta de bicicletas, lugares con motos acuáticas y pistas para skate. Después de una larga caminata llegamos al río Han, era realmente hermoso.

—oh. Llegamos en el momento indicado— ambos nos quedamos parados cerca de la orilla —habrá un espectáculo de luces—.

Unos minutos de que el espectáculo diera comienzo, comencé a sentir un revoltijo en el estómago y una punzada se hizo cada vez más frecuente, y de repente comencé a mirar algo borroso.

—K-kino, ahorita vuelvo— talle mis ojos

—¿eh? ¿T/n estas bien?— me sujetó

—si, solo me maree un poco—. sonrei —a parte, el baño está a nada de aquí—

—bueno, pero con cuidado— besó mi frente y me fui.

Ya dentro del baño otra punzada se hizo presente, sentía haber estado aquí antes pero no estaba muy segura. ¿Han sentido que ya han vivido algo pero no? O para ejemplificar mejor, como si sintieran que ya lo han soñado, pues eso es lo que pasa. Tocan la puerta y salgo.

—por fi- — se detuvo

—Ja ya tanto ti...— me cerró la puerta en mis narices

—¡por cierto!— voltee —¡tu novio esta en la banca de alado!—

Me dirigí a dicha banca.

—ya terminó— hizo una U inversa con su boca —¿gustas ir a dar una vuelta o ya quieres ir a casa?— se levantó

—mmm a casa, ya estoy algo cansada—

—claro— sonrío.

Cuando íbamos cruzando el parque, una llamada me llegó.

Mamá ♡:
—T/n— dijo con tono preocupada
—¿si?—
—¿Chu fue con ustedes?—
—no, no me diga que...—
—creemos que sí, Chu no está en casa, no llevó celular y llamamos a todos sus contactos y todos dijeron que no están con ellos, preguntamos a todos los vecinos y ni una sabe de él— dijo en un tono entrecortado
—voy para allá—.

—¿qué ocurre?— me miró serio

—Chu desapareció—