LOVESICK: "La caótica vida de los chicos de shorts azul"
(ชุลมุนหนุ่มกางเกงน้ำเงิน)
Prólogo
Lovesick es la historia de dos chicos, Phun y Noh. Noh le pide a Phun que lo ayude con el presupuesto de su club de música, ya que ha habido un error y su cl...
La ama de llaves ya sabe mi nombre a pesar de que solo he estado aquí dos veces, ¿pueden imaginarlo? Le sonrío y respetuosamente inclino mi cabeza a la mujer que seguramente tiene la misma edad que mi madre. Puede ser que sea ruidoso y vulgar, ¡pero tengo modales! ¡Creanme, por favor!
- Tía Noi, ¿puedes preguntarle al Tío Nhan dónde está la motocicleta de Noh?
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Phun pregunta sobre mi compañero de transporte de toda la vida cuando la mujer mayor se acerca para coger su maletín de la escuela. Ella está a punto de llevárselo cuando escucha la pregunta y rápidamente se da la vuelta y nos dedica una gentil sonrisa.
- Nhan está lavándola. Le dije que lo hiciese esta tarde, pero estuvo quejándose de sus dolores de espalda. Después se sintió un poco mejor y por eso lo está haciendo ahora.
¡Quién diablos le pidió que la lave, tía! ¡Oh, Dios mío! Me siento como una maldita carga. ¡Miradme, estoy torturando ancianos!
- ¿Dónde está?
Le pregunto rápida e impacientemente. No quiero causar más problemas a las personas que viven en la Residencia Phumipat. Especialmente cuando veo la sonrisa gentil de la Tía, eso me hace sentir aún peor.
- Está en el garaje. Acaba de empezar, así que no creo que haya terminado todavía. ¿Te importaría esperar un poco más, khun Noh? ¡Es bueno que acabe de empezar!
Le tiré el maletín a Phun y salí corriendo de inmediato hacia el garaje.
- ¡Tio Nhan! No necesitas...!"
¡Splash!
Ya era muy tarde. Mi motocicleta ahora está empapada gracias a la manguera que el Tío Nhan está sosteniendo.
- No fui capaz de llegar a tiempo.
- ¡Lo siento, khun Noh! ¡Terminaré enseguida!
- Está bien, Tío. Debería hacerlo yo mismo. Tú deberías descansar. Ya es muy tarde.
Le respondo mientras trato de arrebatarle la manguera de entre sus manos, pero el Tío Nhan se aparta hacia el otro lado. Eché un vistazo a mi reloj, eran ya pasadas las 8 de la noche. No sería un hombre si permitiera que esta persona mayor lavara mi motocicleta de noche mientras este viento frío está soplando.
- No puedo dejar que lo hagas, khun Noh. Este es mi trabajo. Tío Nhan grita desde el otro lado de la motocicleta.
