El camarero del bar💓

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-Que haces?!
-Sacar el móvil y grabarte la cara.
-Y se puede saber por qué?
-Para que veas tu cara de loca cuando ves un asiático.
-Ya, pues no es buen momento para hacer eso! Dijé cogiendo el móvil y dejándolo encima de la mesa.
-Tendría que haberte pintado la cara para que le dieras una buena impresión...
Me quedé mirando fijamente a la puerta ignorando el comentario de Jijonenca.
-Cuando crees que vendrá? Pregunté.
-No lo sé. Pero creo que va a salir.
Nos quedamos las dos mirando hacia la puerta cuando por fin salió del interior del bar.
Un chico alto, moreno y guapo vino caminando hacia nosotras. Llevaba el mismo outfit que cuando le habia visto entrar al bar pero añadiendo un delantal blanco de camarero. Se dirijió hacia nuestra mesa con una perfecta sonrisa en su rostro y vino a tomarnos nota. Los nervios me estaban recorriendo todo el cuerpo.
-Hola, buenos dias. Ya sabeis lo que quereis pedir? Dijó con un tono amable.
En cuanto pronunció esa pregunta mis nervios fueron en augmento, ya que me di cuenta de que no habiamos pensado que pedir. Ni si quiera nos apetecía nada, acababamos de tomar un helado. Pero al parecer tendriamos que pedir algo para poder quedarnos allí sin que nos echarán. Miré a Jijonenca pero me di cuenta de que estaba ignorándome. Así que supuse que tendría que hablar yo ya que no creía que fuera a ayudarme mucho. De modo que la única opción que quedaba era improvisar y intentar no hacer mucho el ridículo.
-Una botella de agua porfavor. Dijé sin pensar demasiado.
-Bien, entonces... solo un agua? Preguntó algo extrañado pero aún así manteniendo su bonita sonrisa.
-Si.
-Muy bien. Ahora os la traigo. Dijó mientras regresaba al interior del bar.
-Tia eres tonta. Agua, enserio?
-Y que se supone que querías que pidiera?!
-No sé. Pero se habrá pensado que nos reimos de él. Quien viene a un bar a pedir una botella de agua?!
-Bueno, de quien fué la idea de sentarnos?
-Mia.
-Entonces?!
-Entonces deberias agradecermelo.
Gracias a mi ya lo has visto.
-Si... És mono. Dijé mientras sonreía.
-Le estás poniendo los cuernos al Jimin?
-No, Jimin és el mejor. No le puedo hacer eso.
-Ya ya... Oye has visto como anda?
-Como una diva. Parece que este modelando más que atendiendo a clientes.
Jijonenca iba a decir algo pero en ése instante el camarero regresó con nuestra botella de agua y después de darnosla se fué caminando con estilo.
-Quiero saber su nombre.
-No lleva un cartelito con su nombre en el delantal?
-No, ya miré.
-Entonces a no ser que le preguntés no lo sabrás.
-Es que me da vergüenza preguntarle.
-No esperes que lo haga yo. Por la cara que pones ya te estoy viendo las intenciones.
-Joo, Jijonenca!
Después de estar un rato hablando sobre varios temas decidimos levantarnos de aquella mesa. Ya que nos habiamos terminado el agua y no teniamos excusa para passar mas tiempo allí. El chico vino a cobrarnos y se despidió de nosotras.
-Jo, solo lo he visto una vez...
-Ya. Para que quieres verlo más veces si tienes a Jimin?
-Pero a él aún faltan 2 semanas para volver a verlo. És mucho sabes.
-Que exagerada. Sabes que aunque el te dé matemáticas seguirás suspendiendo.
-Si. Pero me da igual. És mejor que el anterior sustituto.
-Que dices?! Pobre Raimón. Todo el mundo le hecha de menos. Ése si que era un buen professor. Tu lo ves y te enamoras.
-Ya, claro. Entonces cásate con el.
-No gracias, ya tengo a mi querido suelo. Estoy bien con su compañía, me acompaña a todas partes.
-Lo sé. Entonces...no querrás acompañarme otra vez?
-Qué? No. La dueña nos tiene fichadas.
-Tia!
-Despidete de el. Será la última vez que lo veas.
-No lo creo.
-Lo que tu digas...Vamos! Tenemos que darnos prisa. Sinó será impossible que lleguemos a tiempo.
-Si,vale. Dijé acelerando mi paso.

*Un rato más tarde*

-¿Se puede saber dónde narices están las demás?
-Ni idea. Pero hemos quedado aquí. Espero que no tarden mucho en llegar.
-Holaaa! Dijó Dominga corriendo hacia nosotras.
Os hemos hecho esperar mucho?
-Bueno, llevamos aquí 10 minutos.
-Lo siento es que algunas personas són lentas. Dijó refiriéndose a la Generala.
-Oye! La única lenta aquí eres tú. Habíamos quedado en la Iglesia y has llegado tarde. Siempre llegas tarde!
-Mentira, eres una exagerada solo he llegado 5 minutos tarde.
-Es que deberías llegar a la hora que quedamos.
-Vale, dejar ya de pelear.
Para que querías quedar?
-Para hablar un rato hace mucho que no quedamos.
-Para eso nos hacéis venir? Se estaba muy bien en el bar
-Aunque no nos hubieran llamado nos habríamos tenido que ir Erica.
-Pues yo me habría quedado ahí.
- Pues venga, ya que estamos aquí vamos a dar una vuelta por ahí! Exclamó Jijonenca cambiando de tema.
Trás un largo rato caminando y paseando por las calles mientras discutíamos sobre diferentes temas fuimos a parar al instituto.
-Por que venimos aquí? Nos pasamos la vida aqui encerradas. Dijó Dominga con desgana.
-Lo sé. Pero ya hemos dado mil vueltas. Nos podemos sentar en ese banco?
-Si. Dijé dirigiéndome hacia el banco seguida por las demás que venían detrás mio. Nos sentamos ahí mientras la Coronel sacaba una bolsa de pipas saladas que no me apetecían nada después de quedarme con el sabor dulce de la leche merengada en la boca. Mientras ellas se entretenían pelando pipas Jijonenca me tocó el hombro avsiandome sobre algo.
Miré hacia donde me indicaba Jijonenca y vi a un chico de espaldas  entrando a través de la puerta principal, la cual creía que estaba cerrada debido a las vacaciones.
-Que pasa?
-Era un asiático!
-Jimin?!
-No creo que no. No lo se, ha pasado súper rápido. Parecía un rayo.
-Te imaginas que és el? Si lo fuera podría verlo antes de vacaciones!
-No creo que fuera él tia.
-No hay ningún asiático más en el colegio.
-Tienes razón. Ojalá los hubiera verdad?
-Si. Yo feliz.
-Ya, yo tambien.
-De qué habláis? Preguntaron nuestras amigas al unísino.
-Nada. Después de este tour podemos volver ya a casa?
-Sip. Dijeron levantándose del banco y guiándonos de vuelta a casa...

Mi professor de matemáticasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora