CAPÍTULO 5

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La abro y miro el suelo. Vivo en un primero y los ladrillos me ayudarían a bajar más fácilmente. Retrocedo un paso atrás y reflexiono. Es fácil subir, mi madre me ha contado muchas veces como de joven ella subía por aquí pero nunca ha bajado, eso no es fácil, bajar no. Cierro la ventana y me tiro al suelo sin esperamza. Se acabó. No puedo hacer nada ya. Es el fin.

Me quedo nuevamente dormida y me despierto del frío, el suelo está frío.
Salgo de mi habitación y miro la hora. Son las 11 y no he cenado, mis padres ni siquiera me han avisado, se han metido en su habitación y se les oye hablar.
Me tomo una pastilla porque el dolor de cabeza me supera y vuelvo a la habitación. Me siento en la cama y observo atentamente la pared. No tengo sueño y no tengo nada que hacer. Ni siquiera tengo móvil para hablar con Daniel. De repente se me vienen a la cabeza mis amigas, con las que no hablo casi nada y menos estos días. A ellas las va muy bien en los estudios, no tienen problemas familiares, son felices. No me entienden porque no viven lo que yo, para ellas todo es perfecto, nunca han tenido ningún problema. Ha llegado un momento donde han dejado de preocuparse por mí y solo me hablan para sus gilipolleces de movidas con chicos con los que se lían pero no quieren tener nada serio. Son las típicas guapas y populares que no han roto un plato en su vida y no se han preocupado por nada mas que por ir guapas a clase y ligar. Yo nunca he sido así, somos totalmente diferente, por eso yo creo que ahora no es como antes. Las cosas cambian, las personas cambian, todo cambia a nuestro alrededor sin darnos cuenta.

Siento un golpe en la ventana y me asomo quitándome las lágrimas que han salido sin siquiera darme cuenta. Los ojos me brillan al ver a Dani abajo y lloro y sonrío a la vez. Él empieza a trepar pero se cae. A la tercera vez consigue entrar y yo le abrazo. Me empieza a dar muchos besos.

-¿Castigada?-susurra para que no le escuchen-
-Sí...
-Tranquila amor, todo mejorará.
-Ojalá-no le digo nada de lo que me han dicho y nos tumbamos en la cama. Apoyo mi cabeza en su pecho y él me acaricia el pelo y entrelaza su otra mano con la mía-
-Te quiero Nora
-Yo también-me da un beso en la cabeza y yo lloro-

De repente unos golpes en la puerta me hacen levantarme de golpe. Me quedo callada y mis padres vuelven a dar golpes en la puerta. La miro y asombrada veo que el cerrojo no está puesto. Nos van a pillar.

Tú y tu forma de cambiar mi mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora