Capítulo 12

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El silencio se hizo presente en el comedor esa noche. Namjoon y Jimin miraban serios a Yoongi, quien continuaba cenando como si nada hubiera pasado, mas era evidente que no se encontraba bien. El color de su piel se había apagado un poco y se veía cansado. Comió el último bocado de su plato y bebió un poco de agua.



—Ve a dormir, hyung. Lo necesitas.

—Acabo de despertar hace un rato.

—No te sientes bien. No somos tontos.

—Es el estrés. Tenemos todo planeado, pero nada nos garantiza que fuera a salir como queremos.

—¿No quieres que yo vaya? Sabes que sé qué hacer.

—Sé que lo sabes, pero no tendría sentido. Tengo que ser yo.

—Al menos déjame ir para asegurarme de que estés bien.

—Namjoon, uno de los dos tiene que quedarse aquí. No podemos dejar sola a la aldea.



El muchacho bufó, frustrado. Sabía que su hermano era muy terco y que no cambiaría de parecer fácilmente. De hecho, no cambiaría de parecer en lo absoluto. Intentó ponerse de pie para ayudar con las cosas, pero Jimin lo hizo en su lugar. Empezó a juntar los platos, vasos y palillos que habían utilizado para poder lavarlos. Todo en silencio. No había dicho una palabra desde que el mayor se había dormido. Mientras tanto, Namjoon acompañó al otro alfa hasta su cuarto para que se durmiera, ya que se notaba que no tenía muchas fuerzas para hacerlo por su cuenta.

El omega, una vez que terminó de lavar, cerró las canillas, secó sus manos y suspiró pesadamente. Si bien ahora se encontraba a salvo, era libre y le estaban dando todas las comodidades y el cariño que antes no tenía, había algo que no estaba bien. Y antes de que pudiera pensar en algo más, vio a Namjoon entrando a la cocina.



—No te hubieras molestado. Yo lo iba a hacer, de todos modos.

—No es nada. Es lo mínimo que puedo hacer después de todo lo que están haciendo por mí.

—Es porque así lo queremos. Es una gran alegría que hayas venido.

—Muchas gracias.



Jimin comenzó a jugar con sus dedos y miró hacia la puerta que dirigía a la sala. Se encontraba preocupado por su alfa. El muchacho junto a él sonrió.



—Ya está acostado. Ve con él, seguro te extraña.



Después de haber asentido con la cabeza, Jimin obedeció y subió las escaleras hasta el cuarto del mayor. Este se encontraba recostado en su cama, con su brazo cubriendo sus ojos. Su olor apenas podía sentirse. En cambio, lo que sí pudo notar era que no se encontraba para nada bien. Y tal vez no tenía que ver con el estrés, como había dicho. Se podía percibir en el aire su malestar y su dolor, lo cual hizo que sus ojos se llenaran de lágrimas. Tragó en seco, cerró la puerta y agarró lo necesario para poder cambiarse. Una vez que estuvo listo, se recostó junto al mayor. Este, al haber sentido cómo el colchón se hundía a su lado, volteó y sonrió débilmente.



—Viniste —dijo, abrazando a Jimin cariñosamente.

The one [Yoonmin] [Omegaverse] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora