Todo era silencio aquella cálida noche de verano en la aldea. Tanto los mayores como los niños descansaban para poder comenzar el día siguiente con todas sus energías. Sin embargo, en una de las casas del lugar, un muchacho pelinegro se encontraba sentado sobre el tejado. El aura negativa y cargada de tristeza que lo invadía por dentro podía percibirse desde muy, muy lejos. Y era de esperarse ¿Quién estaría feliz de saber que, en cualquier momento, todo podría acabar?
Min Yoongi, un alfa muy querido y de gran corazón, sabía que no podía esperar nada bueno para su futuro. Sabía que todo el mundo debía tener una pareja predestinada, un alma gemela en algún lugar del mundo, lo cual era completamente hermoso, mas el lado malo de todo esto era que quienes no llegaban a encontrarla antes de cumplir sus veinticinco años, poco a poco morirían de soledad y tristeza.
Él estaba a una semana de cumplir esa edad ¿Cómo debía sentirse al respecto?
Esa misma tarde, los primeros signos habían empezado a aparecer: un enorme vacío en su pecho, ganas de llorar, falta de apetito... y muchas ganas de aún seguir viviendo ¡Tenía tantas cosas por hacer! Todavía no había visitado cada una de las islas aledañas a la suya, ni había tenido el tiempo suficiente para tomar su forma animal, la de un bellísimo dragón, para volar por los cielos sin más preocupaciones, sin nada en su mente... sólo pensando en el aire chocando contra su cuerpo y la forma de las nubes a su alrededor.
Ese era otro pequeño gran detalle...
Todos en su aldea tomaban la forma de diferentes especies de dragones. Algunos lograban hallar a su otra mitad en alguien diferente, pero la gran mayoría sabía que el vínculo era completamente real y mucho más fuerte si ambas partes eran del mismo tipo.
Y Yoongi no era nada más un tipo que estaba solo y que no había hallado el amor, sino que era un Furia Nocturna, una especie en peligro de extinción. De hecho, era él el último de ellos. No había forma de que pudiera hallar a su pareja, pues esta no existía.
Mientras el joven se encontraba enredado entre sus miles de pensamientos, sintió dos manos apresándolo por la cintura, lo cual hizo que se sobresaltara. Volteó a ver con el ceño fruncido a quien se había atrevido a molestarlo en un momento tan delicado y vio que se trataba de Hoseok, su mejor amigo. Este le dedicó una sonrisa mezclada con preocupación, pues sabía qué le estaba sucediendo. Se sentó junto a él.
—¿Vas a quedarte aquí toda la noche?
—No puedo dormir. No te das una idea de lo horrible que es esto —suspiró—. Tienes suerte de no tener que pasar por un momento así. Tú tienes a Taehyung.
—Sí, pero eso no importa, ahora. Lo importante es tu bienestar.
—Estoy muriendo, Hoseok ¿De qué bienestar me hablas?
—Lo sé, amigo —presionó juntos sus labios—. De todas formas, hay algo que se puede hacer para que puedas ir... en paz y feliz.
—Eso es imposible.
—¿Por qué no dedicas tus últimos días a hacer todo lo que siempre quisiste? Eso ayudaría muchísimo con tu estado de ánimo, te sentirás mucho mejor, de eso estoy seguro.
Yoongi sorbió por la nariz, aunque no estuviera llorando, e intentó pensar aquello con más claridad. Si de verdad se enfocaba en cumplir sus pequeños sueños, entonces estaría más lejos de pensar en las cosas malas. Una mínima sonrisa se dibujó en su rostro.
—Conozco esa cara... estás de acuerdo, ¿Verdad?
—Bueno, no tengo nada que perder —se encogió de hombros.
—Genial, porque te traje una sorpresa.
El muchacho sacó de uno de los bolsillos de su pantalón un papel que estaba doblado en varias partes. Lo abrió poco a poco, dejando a la vista un enorme mapa.
—Yo mismo hice esto. Sabes que me dedico a la seguridad de la aldea, que mi trabajo se hace desde lo alto del cielo. Desde ahí puedo ver siempre todo. Me tomó un buen tiempo, pero pude dibujarte cada isla, cada parte que tú aún desconoces y que sé que quieres descubrir.
—Yo... —tomó el mapa entre sus manos, rió suavemente— no sé qué decir.
Hoseok se alegró. Se podía percibir en el aire que su amigo se encontraba mejor de ánimos. Aunque supiera que debía partir pronto, al menos le hacía feliz el hecho de que lo hiciera de la mejor manera.
—Sería suficiente si me agradeces.
—Pues... gracias, Hobi.
—Ahora, vete a dormir. Quiero que empieces a viajar mañana mismo, así puedes recorrer bien cada lugar ¡Oh! Hay un par de sitios que te marqué... esos están completamente desiertos. Nadie jamás ha habitado en aquellos lugares, así que tal vez quieras ir si quieres pasar un momento tranquilo.
—Hecho.
Hoseok, el menor de los dos, se despidió de su amigo con dos palmaditas en su espalda y se marchó. Se convirtió en su forma de dragón y voló por los aires hasta desaparecer en el oscuro cielo nocturno para regresar a su hogar. El otro chico se apresuró para poder ir a la cama y descansar. Sabía que el día siguiente sería más que importante. No tenía idea de qué cosas maravillosas podría llegar a encontrar en esas extrañas islas, pero si de algo estaba seguro, era de que estaba más que ansioso por verlas.
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BUENO, es la primera vez que hago algo de este estilo y estoy segura de que va a ser un desastre, PERO la idea principal va a ser seguida correctamente, así que esperen algo de coherencia (?
"Cómo entrenar a tu dragón" es una de mis películas animadas favoritas. Y no sé cómo hice, pero me basé en las dos primeras y el tráiler de la tercera para mezclar un par de cositas y que salga como resultado... esto
Le quiero agradecer enormemente a SophieTellie, quien me salvó con la portada que está HERMOSA 💜 tkmm 💜
En fin... espero que les guste 💜
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The one [Yoonmin] [Omegaverse] ©
FanfictionEn un mundo en donde quien no tenga una pareja predestinada no tiene esperanzas de vida para el futuro, un joven consciente de ser el último de su especie se propone cumplir con todos sus sueños y caprichos antes de tener que desaparecer. Poco esper...