Capítulo 9

7.4K 1.1K 19
                                    

Yoongi guió a Jimin a través de las calles del pueblo, tomándolo de la mano. La gente a su alrededor saludaba amistosamente al alfa, quien devolvía el gesto de la misma forma. El menor, con timidez, apenas movía la cabeza cuando le dedicaban un saludo. Todos allí suponían que era ese el omega que su líder había encontrado. Por lo tanto, debía recibir el mismo cariño y respeto que él.

Para sorpresa del recién llegado a la aldea, en vez de haber ido a aquella gran sala de juntas que el otro había mencionado, se detuvieron frente a una pintoresca casa, cuyo jardín del frente tenía cientos de flores preciosas. Con una pequeña sonrisa, Jimin se acercó y acarició los pétalos de una de ellas con sus dedos.



—¿Te gustan?

—Son muy bonitas...

—Pues... son tuyas, si así lo quieres.

—¿Así, nada más?

—Esta es mi casa. Quise traerte para que conozcas a alguien.



Yoongi sacó unas llaves de uno de sus bolsillos y abrió la puerta. Una vez adentro, hizo pasar al más chico, quien miraba todo con asombro. Jamás había estado en una casa. Tampoco había tenido una, por lo que estar ahí era algo completamente nuevo para él. Sin embargo, antes de que pueda fijarse en algo más, un joven salió de una de las habitaciones. Al verlo, se escondió detrás del pelinegro, espiando por encima de su hombro y aferrándose con sus dedos a su ropa. El mayor soltó una suave risa, se alejó suavemente de su omega —aunque no lo quisiera así— y se acercó al otro muchacho, quien lo miraba con sorpresa.



—¿Yoongi? ¿Qué haces aquí tan rápido?

—Se adelantaron los planes. Hablé con el líder del campamento. Me permitió salir por unos días a buscar al Furia Nocturna que falta.

—¿Hablas... de ti?

—Sí, exacto. Le dije que lo rastrearíamos y lo llevaríamos junto con su manada.

—¿Por qué hablas en plural?



Yoongi se alejó dos pasos hacia la izquierda, dejando a la vista a Jimin, quien se puso tímido y juntó ambas manos a la altura de su pecho, nervioso. El hermano del mayor sonrió en grande en cuanto divisó al otro joven y se acercó a él a pasos lentos.



—¿Él es?

—Así es. Jiminnie —volvió a pararse cerca de él y puso una mano sobre su hombro—, él es mi hermano, Namjoon.

—¡Un gusto! —estrechó su mano amistosamente— Estoy más que feliz de conocerte. De hecho, has devuelto la felicidad a esta casa y a toda la aldea.

—¿Yo? ¿De verdad?

—Sí, tú. Con tu aparición, nos trajiste la maravillosa noticia de que todavía existen más de los de su especie. También salvaste a mi hermano. Estaré eternamente agradecido por eso. Él es la única familia que tengo, no sé qué haría si lo perdiera... pero ahora sé que no lo haré y que también estás tú. Junto con él, ahora también eres parte de esta pequeña familia.

—Muchas gracias, de verdad —sonrió tímidamente.

—¿Lo vas a presentar ante todos? —preguntó el menor de los alfas.

—Eso será en un rato. Ahora se tiene que alimentar.

—Ah, no te preocupes. Estoy bien, yo--

—Jiminnie, has pasado tu vida entera ahí. Ahora que estás a salvo, tienes que recuperar fuerzas. Te prepararé algo.



Yoongi se marchó hacia la cocina. Su hermano lo siguió. Jimin se quedó unos momentos en la sala y observó todo a su alrededor. En su jaula de siempre no tenía ventanas, ni adornos, ni sillones. Mucho menos más de una comida al día. Estaba teniendo todo de golpe y no estaba seguro de cómo sentirse al respecto. Por un lado, le asustaba; por el otro, era un gran alivio para su corazón ya no estar en peligro.

The one [Yoonmin] [Omegaverse] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora