Photo Booth. [Jenlisa]

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Jennie

Jennie Kim era una chica cuya vida estaba arreglada por sus padres. Desde que nació, cada paso en su vida había sido planeado. Hasta para ingresar en el jardín de infantes, sus padres habían colocado cada pieza en un lugar específico para que Jennie no se encuentre ni de casualidad con ciertos chicos, calificados por ellos mismos, como mala influencia para su pequeña. Lo que ellos no pudieron predecir fue que tanto su hija como esos niños que se encontraban a la altura de la pequeña Jennie, tuvieran algo en común, sueños. Esos niños que a los cuatro años ya eran vistos por los adultos que los rodeaban, como futuros médicos, abogados, arquitectos, entre otras profesiones "dignas" para sus familias; habían crecido, y junto a ellos creció la capacidad de elección de los pequeños. Todos fueron descubriendo nuevas cosas, entre ellas la música, la fotografía, el modelaje, la pintura, el arte en general.

Los una vez infantes, habían dejado de ser pequeños. Cada uno de ellos tomó una decisión opuesta a la que sus padres habían planeado. Al momento de hacerle saber a sus padres que iban a tomar caminos diferentes a los previamente acordados; los chicos lo habían planeado por meses. Todos estaban asustados y con miedo al rechazo. Así que decidieron arriesgarse juntos, el mísmo día, un viernes, exactamente a la misma hora; Jennie, Jisoo, y sus demás amigos, finalmente se quitaron un peso enorme de encima.

A Jennie, se le vino el mundo abajo. Sus padres la llamaron loca, desquiciada, que dejara de vivir en esa fantasía, y pusiera los pies en la tierra. Ya que ni la fotografía, ni la música la llevaría a algo bueno en el futuro.

A Jisoo, le fue peor, ya que uno de las reacciones de su madre fue decirle que realmente no importaba lo que hiciera, ya que Christopher se encargaría del dinero y ella de los niños. A lo que Jisoo respondió que eso nunca iba a pasar debido a que no estaba en sus planes un futuro casada con un hombre rodeada de pequeños niños llenos de mocos, babas y berrinches.

Redondeando, el único del grupo que no había tenido un final excesivamente desagradable, fue Yoongi, quien había sido bastante transparente, -o rebelde, dirían sus padres- desde pequeño, dejando a la luz su atracción por la música. A pesar de que ya se lo veían venir, sus padres también a él le quitaron el apoyo económico y dejaron bastante clara su disconformidad con la elección de su hijo.

Todos habían sido aceptados en una universidad dedicada al arte, habían conseguido sus pasajes a Seúl unas semanas antes, y también pudieron conseguir dos habitaciones en una residencia, que no eran más que un espacio con camas y con un baño, pero era un buen lugar dónde quedarse por un tiempo. Pero necesitaban conseguir un empleo antes de comenzar las clases, ya que no querían quedarse allí mucho tiempo.

Una vez instaladas en la habitación, Jisoo y Jennie al fin pudieron concentrarse en el futuro y nada más que en el futuro. Habían dejado un gran obstáculo atrás, sus padres. Para darse cuenta de que realmente el problema ahora era el dinero, ya que habían dejado de contar con el apoyo moral y económico de sus padres.