Photo Booth. [Jenlisa]

01

Una semana había pasado y Jennie ya sentía que iba a terminar durmiendo en algún escondite en la universidad, o en el peor de los casos, volviendo arrastrándose hacia sus padres, disculpándose y retractándose de todo lo que les había dicho.

-¡Jennie Kim sal ya de donde quiera que estés! - Jisoo se adentraba en su dormitorio gritando como si a Jennie se le hiciera posible estar en algún lugar lejano.

-¿Por qué gritas Jisoo?- Aparecía Jennie de debajo de las sábanas.

-¿Y tú por qué te escondes?

-Había mucha luz. ¿Qué sucede?

-Te conseguí un empleo.

-¿Qué? ¿de verdad? ¿qué debo hacer?

-Cuidarás a una niña.

-No.

-Sí.

-No.

-Esto es lo que pagarán.- Le entregó un pequeño papel donde estaban anotados los horarios, la dirección, y el monto a pagar si la coreana aceptara el empleo.- Lo necesitamos Jen, lo sabes.

-Bien. ¿Pero por qué no lo aceptaste tu?

-Cuidaré a otro pequeño.

-Miranos, si nuestros padres se enteraran de que trabajaremos como niñeras..- rió Jennie, en cambio Jisoo, tomó una mirada seria.

-No es como si estuvieran cerca como para verlo. - Al ver que el rostro de Jennie se tensaba, continuó hablando. -En fin, es tarde. Ve a dormir y descansa. Debes ir temprano, así que asegúrate de ir tranquila y sin ganas de asesinar a una pobre niña inocente.- Rió y se tiró en su cama suspirando. Compartir habitación con Jennie era lo mejor que le había pasado, siempre se iba a dormir con una sonrisa en su rostro, y se despertaba a carcajadas viendo a Jennie desesperada luchando contra su revoltoso peinado mañanero.

La alarma sobresaltó a Jennie a la mañana siguiente. Aunque esta no tenía ni una mínima intención de levantarse, una almohada se estrelló en su cara violentamente.

-¡¿Por qué?!

-Tienes que trabajar, muñequita. No llegues tarde y arruines todo el primer día, ¿quieres?

Jennie se levantó murmurando varias cosas que a la coreana mayor se le hicieron imposibles de descifrar pero igualmente no dejaron de parecerle graciosas las caras de vampiro recién resurgido de las penumbras que tenía su mejor amiga.

Luego de alistarse, Jennie miró a Jisoo durante unos segundos y le sonrió. Era una sonrisa llena de emociones, y las que predominaban en éste momento eran el miedo y la felicidad. Jisoo la entendió perfectamente y la rodeo con sus brazos.

-Lo harás bien, ¿de acuerdo? Tranquila.

-Eso espero... ¿y si es insoportable?

-Haz un esfuerzo, es solamente una niña.

Ambas chicas dejaron la habitación y se dirigieron a las casas de sus niños a cuidar, quienes, convenientemente eran vecinos. Al llegar a su destino ambas chicas se miraron por última vez, vocalizaron un "suerte", y se dirigieron a las puertas de lo que sería su lugar de trabajo por un tiempo.

-Hola, soy Jennie Kim.

-Oh, la niña de la que me habló Jisoo. Pasa, pareces adorable.- La señora hizo espacio para que Jennie pudiera pasar y así cerrar la puerta detrás de ella.- Escucha, se que es extraño que te deje a cargo de mi hija pequeña sin conocerte. Pero de verdad necesito a alguien con urgencia, y he conocido a Jisoo desde pequeña, sé que se puede confiar en ella. Prometo que no soy una madre irresponsable.- rió.- ¿Podrías llevarla al colegio? No es tan lejos, además, puedes ir con la vecina. Ella acompañará a Jisoo a llevar a Jeonginie al colegio también hoy, ya que es el primer día de clases y no quiere que su hermanito vaya con una extraña.- volvió a reír.- Esa chica es especial. Iré por Yuqi, puedes sentarte mientras la despierto.

Jennie tomó asiento incomodamente. Mantuvo su espalda absolutamente recta y las piernas juntas, intentó parecer lo más profesional que pudo, pero su espalda se acalambró y tuvo que volver a arquearla. Diablos Jen, parecerás un signo de interrogación si sigues así. Hasta que escuchó cuatro pies bajando la escalera y volvió a enderezarse bruscamente, causando un demasiado sonoro 'clack' por parte de sus vértebras.

-Tranquila, no tienes que parecer un robotito, relájate, todo depende de lo que esta niña pueda decirme de ti en la tarde.- Sonrió y le dejó un beso en la cabeza a la dulce niña que estaba junto a ella.- Jennie, ahora simplemente hazla comer, a veces tengo problemas con eso, luego sólo llevala al colegio, y luego la debes ir a buscar a las cuatro, ¿de acuerdo?- Jennie asintió sonriendo, sería más fácil de lo que pensaba, y cuando comenzara la universidad, tomaría sus clases en el horario en el que la niña estuviera en la escuela.- Adios chicas, nos vemos, ya estoy llegando tarde.

Ambas jóvenes se despidieron de la señora Song con una sonrisa y se estuvieron mirando fijo por unos diez segundos sin saber qué hacer.

-A desayunar, ¿si? ¿qué quieres?

-Pizza.

-La pizza no es un desayuno.

-Una hawaiana si lo es, tiene frutas así que podría serlo.

-Ew.- Jennie sacó la lengua haciendo una cara que expresaba su disgusto ante la pizza hawaiana, haciéndo reír a la niña.- Bien puede serlo. Pero no estoy segura de que a tu madre le agrade que te de pizza para desayunar en mi primer día.

-¿En el segundo?

-No lo creo, pero si nos llevamos bien podríamos arreglar eso en algún momento. Por ahora desayunaras algo que sí sea un desayuno, ¿bien?- la niña asintió sonriendo y le indicó qué se le antojaba para desayunar. Luego de unos minutos ya se encontraba disfrutando un rico desayuno preprado por Jennie.

-Ezto eztá dediziozo.- dijo la niña con la boca llena de un trozo de sus hotcakes.- A mamá siempre le quedan horribles.

Jennie rió y una vez la niña estuvo lista, se dirigieron hacia el patio de la casa, donde visualizaron a Jisoo salir de la casa de al lado junto a otro pequeño niño y una chica bastante alta. De seguro es la hermana del niño de Jisoo.

-¿Estás bien? ¡camina! Se irán sin nosotros.- la pequeña Yuqi tiró de la mano de Jennie hasta llegar junto a las dos chicas y el niño.- Él es Jeongin, no sé quién es ella,- señaló a Jisoo.- Y ella es Lisa, es mi mejor amiga.

-Creí que yo era tu mejor amigo.- El niño puso una cara triste notablemente sincera.

-Un placer, soy Lisa.

-Soy... soy Jennie.