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Un par de meses habían pasado desde aquella situación en la fiesta de Christopher. Jennie y Lisa habían vuelto a pasar tiempo juntas, se veían en algunos almuerzos junto con los demás chicos, en los que Jisoo, era la única consciente de la manera en la que Jennie miraba de mala manera a Hyunjin cada vez que el chico se le acercaba a Lisa, robándole alguna que otra sonrisa a la más joven de sus amigas. Roseanne se paseaba delante de ellas en los pasillos, a veces, Jennie la veía conversar con Lisa en los pasillos, nunca eran conversaciones largas, de vez en cuando, ambas reían juntas, pero cada vez que Roseanne intentaba acercarse, Lisa daba un paso atrás, y Jennie, había notado eso.

Jennie extrañaba las tardes en el parque junto a Lisa, Yuqi y Jeongin. A Jennie le encantaban las tardes con Jisoo y los niños, pero sin duda, el momento que Lisa llegaba por el pequeño, era su favorito del día.

Cada tarde, luego de hacer sus tareas, Yuqi y Jeongin solían jugar juntos, a veces en la casa de la señora Song, a veces en la casa de Lisa. Los niños continuaron jugando juntos, sólo que Lisa ya no llevaba a Jeongin a la casa de la señora Song, el pequeño iba solo. En cambio, Jennie sí continuaba llevando a la pequeña a casa de Lisa, no solo porque era su trabajo mantenerse con ella hasta que la madre de la pequeña regresara a casa, si no que simplemente, era una excusa para ver a Lisa, quien en cada ocasión, se encerraba en la oficina de su madre a hacer tareas, o ensayar alguna coreografía.

-Jenjen, la próxima semana es mi cumpleaños, ¿vendrás, cierto?

-No estoy segura, Jeonginie...-.

-¡¿Qué?! ¡Debes estar aquí!- Los ojos del pequeño se pusieron rojos al instante.

-Oye, que niño sensible eres. Te visitaré, y te traeré un enorme regalo.- El niño sonrió al oír las palabras de la castaña.

-¿Más grande que el mío?- Le preguntó Yuqi mientras comía chocolates, provocando que Jennie soltara una suave risa entre dientes.

-Habrá una cabina de fotos, debes tomarte muchas fotos conmigo. Lis dice que las fotografías son la forma más hermosa de guardar un recuerdo. Porque siempre estará ahí, siempre puedes ver una foto, tomarla en tus manos muy muy fuerte, pero sin romperla, claro, cerrar los ojos y puedes volver a ese momento. Yo no lo sé, nunca lo hice, pero Lis así deja de extrañar a mami.- Jennie no quiso responderle para no seguir hablando del tema de las madres, pero eso no le importó al pequeño y curioso Jeongin.- ¿Y tu mamá?

-Mi mamá está en su casa, con mi papá.

-¿Está muy lejos?

-Un poco.

-¿La extrañas? Siempre estas aquí o con Lis.

-No mucho, la verdad.- Jennie dijo, no estaba segura de si realmente la extrañaba. Todo era diferente, pero las cosas habían mejorado desde que su madre estaba lejos de su vida.- ¿Tu la extrañas?

-No. Prefiero cuando está lejos, no la veo casi nunca, además, siempre me gusta pasar tiempo con Lisa, y ella casi nunca está aquí cuando mamá viene a casa.

Jennie al fin logró cortar esa conversación antes de que el tema "mamá" le afectara. Entretuvo a los chicos unos quince minutos más charlando sobre cómo la pequeña Jiwoo se había ganado el apodo de Chuu; resulta que a la niña le gustaba darle besitos inocentes a los labios de otras compañeras. Jennie reía entre sorprendida y envidiosa ante la idea de libertad que notaba en aquella niña incluso sin conocerla. Si Jennie hiciera algo así en su infancia, o en su vida, podía olvidarse de llevar el apellido Kim en su nombre. Sus padres jamás aceptarían algo tan antinatural, según ellos.

-Hey, están aquí aún.- Lisa bajaba las escaleras con unas pequeñas ojeras marcadas bajo sus ojos.

-Sí, lo siento, ya nos íbamos.- Jennie comenzó a ponerse de pie cuando Jeongin y Yuqi gritaron "¡no!" al unísono.

-Puedes quedarte. Es solo que creí que ya se habrían ido.

-¿Te encuentras bien?- Le preguntó ignorando el tema de conversación.

-Sí, ¿por qué lo dices?

-Estás pálida...

-Siempre se pone así cuando estudia mucho.- Contestó Jeongin por ella.

-Necesitas...- Jennie dejó de hablar al ver como Lisa se llevaba una mano a la cabeza, y comenzó a correr hacia donde Lisa se encontraba parada y comenzaba a desplomarse hacia el suelo. Pero la distancia que las separaba no era corta y no pudo llegar a tiempo a ella.- ¡Jeongin!, traeme algún perfume o alguna esencia muy fuerte, por favor, rápido. Y Yuqi, traeme un vaso con agua, ¿si?- Ambos chicos corrieron a hacer lo que Jennie les había pedido, y ella aprovechó para conversar entre dientes con la Lisa inconsciente cuya cabeza descansaba envuelta en su brazo apoyados sobre su regazo, y recibía aire de la mano derecha de Jennie. -¿Por qué no te cuidas?- le reprochó. Ella era consciente de lo mucho que Lisa estudiaba y se esforzaba por llevar sus carreras al pie de la letra, tareas, exámenes, todo con notas perfectas, y cuando estaba con Jeongin, sólo se dedicaba a jugar con él y pasearlo por donde al pequeño se le antojara.

-Jenjen, aquí está este perfume, Lisa lo odia, pero creo que servirá, ¿cierto?- Llegó Jeongin al mismo tiempo que Yuqi con el vaso con agua.

-Claro, campeón, es perfecta.- Jennie se puso un poco del perfume en su muñeca y se lo acercó a la nariz de Lisa, quien al instante, la frunció haciendo una mueca adorable ante la vista de Jennie, y graciosa ante la vista de los pequeños que las acompañaban.

-Ew, quítame eso.- Dijo Lisa dando un manotazo al brazo de Jennie.- ¡Lo siento!- Dijo alterada al darse cuenta que había golpeado a la castaña.

-¿Estás bien? Bueno, no sé para qué te pregunto.- Lisa se puso de pie con ayuda de todos los presentes y se recostó sobre el sofá que tenía en esa enorme sala.- Escucha, en minutos vuelve la señora Song, llevaré a Yuqi a su casa y vuelvo. ¿Ok?

-No es necesario, estoy bien.

-No estás bien, y me aseguraré de que lo estés, ¿si? Cocinaré para ustedes y me encargaré de Jeongin mientras descansas.- Y así lo hizo a pesar de los reproches de la más joven.

Photo Booth. [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora