Intuiciones [N.Shippuden]

[08]: ¡Hermanos pervertidos!

Sonreí al momento en que mi jutsu de fuego alcanzo en nivel del de Madara e Izuna, los abrace a ambos por los hombros, ya éramos mayores, Izuna ya tenía 24 años y yo tenia 19, eh de aclarar que soy el más bajo de los 3, mido un total de 1,68, Madara, con sus 29 años mide 1,79 e Izuna mide 1,74

Me colgué entre los dos riendo, Madara era ahora el líder del clan pues nuestro padre había muerto hace ya tiempo y era un tanto triste por lo que siempre lo iba a ver dejándole flores a su tumba y a la de mis hermanos, hace años que estoy en contacto con Itama y al momento en que le conté mi ausencia por tanto tiempo al ser herido por su hermano, él se enojó mucho porque el albino me había hecho daño, dijo que apenas lo volviera a ver le daría un buen golpe

Mire la cueva con una sonrisa cariñosa y me adentre siendo recibido por un choque de puños con Itama, ambos sonreímos y nos abrazamos para luego empezar a entrenar, habíamos creado algunos jutsus, la mayoría era en conjunto por lo que siempre nos teníamos a la par en nivel de habilidad

Nos miramos fijamente a la cara, luego nos posicionamos uno al lado del otro y entrelazamos nuestros brazos para morder en dedo del otro, mesclamos la sangre de nuestro dedo pulgar y fusionamos nuestros chakras junto con tocar el piso y aparecieron muchos escritos

- ¡Kuchiyose no Jutsu! – gritamos a la vez y un gran perro de 3 cabezas aparecía, la cabeza que estaba parado tenia en sus ojos el Sharingan en la que estaba parado Itama tenía la fuerza física y regeneración de los Senju mientras que la del medio tenia las habilidades nuestras fusionadas haciéndola la más peligrosa

Reímos al momento de perfeccionarla por lo que chocamos puños agotados y conversamos con la invocación, tiempo más tarde me tuve que ir dejándolo solo con los libros que le eh traído, es divertido pasar tiempo con él porque no me matan con el entrenamiento como Madara-nii-sama ni me regaña como Izuna-nii-sama

Al llegar al hogar unos Nii-sama estaban en el marco de la puerta con sus brazos cruzados y me miraban con el ceño fruncido, ambos estaban moviendo uno de sus pies y tenían una ceja alzada

- ¿Qué son estas horas de llegar? – pregunto Madara-nii-sama con una ceja alzada y recostado en el marco de la puerta

- Etto – junté mis dedos delante de mi pecho y empecé a jugar con los índices mientras que mi mirada estaba gacha

- Te prohíbo tener cualquier tipo de acercamiento amoroso con alguien – los brazos cruzados de Izuna me apuntaron y me miro con el ceño fruncido – aun eres muy pequeño como para tener novia

- P-pero ya soy grande – me queje – y tampoco es como si alguna chica se fijara en mi – murmure bajamente

- Si vives bajo este techo sigues siendo pequeño – chille al momento en que Izuna-nii-sama me tiro de la oreja - ¿Qué es eso de que ninguna chica se fijaría en ti? – me interrogo mirándome fijamente – si hasta dejas prendidos a los hombres que pasan por la calle – me sonroje hasta volverme un tomate y me oculte detrás de Madara-nii-sama

- ¡Eso no es cierto! – chille sonrojado en eso Madara se puso detrás de mi y me dio una nalgada haciéndome chillar y gritar avergonzado

- Con ese culo de chica dudo que algún hombre no te confunda con una – se encogió de hombros el mayor

- ¡Nii-sama! – grite avergonzado para luego sentir otra nalgada y chillar nuevamente

- Y menos si es tan suave, aparte de que tu cintura – grite al momento de sentir las manos de Izuna-nii-sama en mi cintura

- Y estas caderas – volví a gritar echando humo de las orejas al momento en que Madara paseo sus manos por mis caderas, rápidamente les di un golpe en el abdomen a los dos y estos se quejaron al no tener armadura

- ¡Me voy a dormir! – chillé rojo hasta los pies, cerré mi habitación de un portazo, me puse mi pijama y me dormí sin cenar