Intuiciones [N.Shippuden]

[17]: Iwagakure

Abrí mis ojos impresionado al momento en que me dijeron que Madara-nii-sama y yo iríamos a una misión de tratado de paz con Iwagakure, feliz me aliste y acompañe a mi onii-sama el cuan suspiro al ver mi actitud infantil, mientras caminábamos le intentaba hacer conversación y muy pocas veces le conseguía sacar algo, el camino fue largo, muy largo pero al momento en que llegamos nos reunimos con el Tsuchikage, mientras Madara-nii-sama hacia los correspondientes tratados de paz yo juagaba con aquel niño que tenia cara de amargado

- ¿Y que tipo de rocas te gusta más? – pregunte haciendo que el niño frunciera su seño y me mirara feo

- Todas las rocas son iguales – bufo molesto

- Mentira – dije en un tono canturrin – cada roca ha tenido una experiencia distinta y es que ellas han estado mucho más tiempo que nosotros, también hay diferentes tipos de clasificación y de ellas se puede sacar información muy valiosa, hum, hum – asentí varias veces haciendo que el niño me mirara confuso, pero luego soltó una risa

- ¿Y como te llamas, onii-chan? – pregunto el pequeño

- ¡Uchiha Etsu! – exclame feliz haciendo que el niño empezara a reír al ver mi explosión imaginaria al momento de decir mi nombre - ¿Y el tuyo?

- Onoki – respondió simplemente y sonio levemente haciendo que le despeinara sus cabellos y el me reclamara, el tratado de paz estaba listo por lo que Madara-nii-sama me tubo que arrastrar para irnos, mire como el Tsuchikage y Oniki se despedían aliviados por que haya resultado en paz, pero de un momento a otro me puse serio, mi mirada se enfrió y ellos fueron los primeros en notarlo, Madara-nii-sama frunció su seño ante mi repentino cambio de actitud

- Sal de donde quiera que estés – exclame con un tono ácido y mirada fija en la grandeza de la sala - ¡He dicho que salgas!

- ¿Qué te pasa? – pregunto mi hermano tocándome del hombro bruscamente, pero yo lo aparte

- ¡Que salgas de una puta vez! – grite sintiendo una presencia maligna entre algunas de las paredes del lugar, active mi Sharingan y logre visualizar un humo negro

- ¡Dime que demonios te pasa! – grito mi hermano frustrado mirándome a los ojos, entonces retrocedió y cayo al suelo de trasero

- Madara... - mi voz era de ultra tumba – podre permitir que todo el daño del mundo caiga en mis hombros... ¡Pero jamás dejare que tu o Izuna terminen en la oscuridad de este mundo! – eleve mi voz y mi hermano me miraba

- ¡Muéstrate de una maldita vez! ¡Provocador de tantas guerras muerte y horror! – grite hacia las paredes y los de la roca me miraron sorprendidos - ¡No permitiré que sigas corrompiendo a los Uchiha idiota! – grite entonces la presencia de desplazo a gran velocidad fuera de la sala, rápidamente le empecé a seguir, pero no era tan veloz como para alcanzarlo

Lancé unos papeles bomba y lo vi, una masa oscura con ojos dorados y una presentía totalmente maligna, poseía una sonrisa maquiavélica

- Al parecer alguien me ha encontrado – un escalofrió recorrido mi espina dorsal ante su voz – nos vemos – dijo con voz divertidas y luego se esfumo y apareció Madara, volvimos a Konoha