Intuiciones [N.Shippuden]

Final alternativo con Madara

Empecé a jugar con el pequeño Taiki mientras Madara ordenaba la casa, al transformarse en padre tenia que mantener en buenas condiciones su hogar, reí mientras ponía en mis hombros al pequeño y este tiraba suavemente de mis cabellos

Empezamos a hacer ruidos como si el estuviera volando y yo fuera su transporte aéreo, reí levemente al verlo tan concentrado haciendo su papel de comandante, era gracioso ver a ese pequeño Madara junior jugando todo concentrado, era tan tierno que no me aguante y le aplaste los cachetes haciendo que hiciera un puchero y al momento en que llego Izuna-nii-sama se fue a quejar con él

- En mi defensa, Taiki es tan lindo que me lo podría comer a besitos, es como Madara-nii-sama de pequeño, pero lindo, divertido, juguetón y tierno

- ¡Oe! – gritó Madara pegándome con un plumero haciéndome estornudar

- ¡Y él no me pega! – chille, Izuna miró divertido la escena y se fue con Taiki en sus brazos, empecé a hacer un puchero bastante molesto e infantil hasta que sentía la respiración agitada de Madara chocar contra la mía – M-Madara-nii-sama – murmure suavemente, mientras sentía sus labios rozar contra los míos

- ¡L-Lo siento! – exclamó sonrojado y luego se alejó despeinando su larga cabellera con frustración

- Madara-nii-sama... - murmure apenado porque él se haya alejado tanto de mi por el solo hecho de que haya tenido un hijo

- No debí intentar besarte, tu tienes a mejores personas con las cuales estar, quienes, si te respetaran y si te cuidaran, que no te abandonaran por la primera mujer que se le pase por enfrente – dijo él apartando su mirada y dándome la espalda, lo tome por la muñeca haciendo que me mirara sorprendido y lo volví a besar

- Tú no te alejarás de mi – murmuré en contra de sus labios y cuando él iba a reclamar lo volví a besar – no me alejaré hasta que digas que soy tuyo y tú eres mío – volví a juntar mis labios con los de él

A pesar de resistirse en un principio, me correspondió a los besos y elevó el nivel de estos mordiéndolos suavemente y explorando mi cavidad bucal, sonrojado me aleje del Uchiha mayor si no fuera porque me atrajo a él y me sentó en sus piernas mientras que sus manos acariciaron mi cuerpo haciéndome soltar humo de las orejas

Ahora que yo iba a reclamar, él no me permitía ni decir palabra cuando y estaba mordiendo mi cuello, sus grandes manos recorrieron por debajo de mi yukata a la ver que sentía como algo iba creciendo debajo de mí, sonrojado empecé a respirar agitadamente a la vez que sentía la sangre correr hacia abajo

Chille al momento en que mi bóxer fue retirado con brusquedad y sentía como algo intentaba adentrarse en mi trasero, sonrojado miré como Madara-nii-sama tenía sus dedos en mi entrada trasera intentando adentrarlos. Gemí en alto al momento en que dos intrusos se adentraron en mi carne y solté leves lágrimas de dolor junto con apretar fuertemente los hombros de Madara

En el momento en que solo sentía la excitación correr por cada vena de mi ser, empecé a saltar en contra del bulo que tenia debajo de mi y sus dedos llegaban a lugares más profundos haciéndome gemir bastante, abrí levemente mis labios mirando sus ojos mucho más oscurecidos que antes, acerco su rostro al mío y ya sentía su lengua danzando con la mía

Una de sus manos me presiono más contra él, mi nuca era tomada por una mano suya y entre besos soltaba leves jadeos, eso, hasta que ahogué un grito al momento en que sentí como su erecto miembro profanaba mi interior, ¿Pero cuando?

Miré como el pantalón de Madara estaba bajado levemente al igual que su bóxer y como sus caderas se unían contra las mías, aferrándome a su cuello apoyé mi cabeza en su hombro y gemí hasta que él me lleno con su cálido semen a la vez que yo me corría

- T-te amo, Madara-n-nii-sama – murmure cansado sintiendo los líquidos escapar de mi interior

- Yo también – chille en el momento que se empezó a mover nuevamente y lo mire impactado al ver esa sádica sonrisa en su rostro al igual que sus ojos rojizos brillando, lo único que podía decir era su nombre entre gemidos y ruegos