El Heredero de Slytherin

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Se hallaba en el extremo de una sala muy grande, apenas iluminada. Altísimas columnas de piedra talladas con serpientes enlazadas se elevaban para sostener un techo que se perdía en la oscuridad, proyectando largas sombras negras sobre la extraña penumbra verdosa que reinaba en la estancia.

Sacó su varita y avanzó por entre las columnas decoradas con serpientes. Sus pasos resonaban en los muros sombríos. Iba con los ojos entornados, dispuesto a cerrarlos completamente al menor indicio de movimiento.

Al llegar al último par de columnas, vio una estatua, tan alta como la misma cámara, que surgía imponente, adosada al muro del fondo. Harry tuvo que echar atrás la cabeza para poder ver el rostro gigantesco que la coronaba: era un rostro antiguo y simiesco, con una barba larga y fina que le llegaba casi hasta el final de la amplia túnica de mago, donde unos enormes pies de color gris se asentaban sobre el liso suelo. Y entre los pies, boca abajo, vio una pequeña figura con túnica negra y el cabello negro oscuro

La idea de salir corriendo hasta llegar a su amiga, agarrar a Pansy en sus brazos y ponerla a salvo se instaló en su cabeza, pero Harry estaba consciente de que salir corriendo gritando el nombre de la chica alertaría al enemigo de su presencia, y en lugar de salir vivos terminarían ambos dos muertos, era por esa razón que Harry necesitaba tener un plan para que salgan vivos e ilesos, para después exigirle una respuesta de por qué había sido tan despistada, porque eso era cosa de un Gryffindor como Ronald Weasley o Daniel Potter, no de una Slytherin como Pansy Parkinson

Harry miro por todos lados asegurándose de que no haya nadie, y al no ver rastro de ninguna presencia con sumo cuidado se fue acercando a la joven muchacha tirada en el suelo, una vez a su lado se agacho dejando su varita a un lado de él, como pudo alzo a la chica y la dio vuelta para mirarla, pero lo que vio le dejo levemente impresionado

Tenía la cara tan blanca y fría como el mármol, aunque los ojos estaban cerrados, así que no estaba petrificada, con algo de temblor en su mano, temiendo del estado de su amiga se inclinó más hacia la chica, lo suficiente para poder apoyar su oído en el pecho de la muchacha y cuando lo oyó palpitar respiro, pero no del todo aliviado, porque el estado en el que se mostraba su rostro quería decir que ya no tenía mucho tiempo con vida, eso solo significaba que tenía que actuar rápido, asique con una sola respiración se puso a actuar como alguien que no era

- ¡Pansy! ¡Vamos Pansy despierta! - comenzó a agitarla desesperado, sabía que si hacía mucho ruido aquella persona aria acto de presencia, y lamentablemente para él tendría que buscar la manera de negociar con él para que deje en paz a su amiga, era como venderle su alma al demonio a cambio del bien estar de su persona querida, pero a pesar de eso tendría que seguir vivo, después de todo tendría que seguir vivo para ver como El Lord Oscuro trataría de regresar, y eso merecía un asiento de primera fila .—. Pansy, por favor, despierta —La cabeza de la chica seguía moviéndose, inanimada, de un lado a otro.

—No despertará —dijo una voz suave.

Al escuchar esa voz de inmediato la reconoció y suspiro algo aliviado de que su plan hubiera funcionado, poniendo una expresión de miedo se dio la vuelta

Un muchacho alto, de pelo negro, estaba apoyado contra la columna más cercana, mirándole. Tenía los contornos borrosos, como Harry si lo estuviera mirando a través de un cristal empañado. Tom Riddle había estudiado en Hogwarts hacia cincuenta años, pero ahora se veía como lo había visto en el diario, un joven de dieciséis años.

—Tom... ¿Tom Riddle? — dijo Harry, más para sí mismo que para el contrario, aun se encontraba impresionado por lo que tenía delante de, el después de todo ¿Cómo era posible que delante de el hubiera un joven de dieciséis años con un contorno borroso que claramente era o algo parecido, el lord oscuro si hasta donde el sabia, el año anterior dicho Lord había tenido que estar todo un año en el cuerpo de alguien más y al finalizar dicho año se había hecho polvo para irse a quien sabia donde

Distintas Caras de la Misma Moneda[Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora