Prólogo: Aunque la situación sea mala, siempre habrá esperanza.

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Me encuentro en un espacio blanco, literalmente, aburrido, creo que llevo más de una hora, ¿cómo demonios termine en este lugar?.... bueno, por lo menos ya no estoy sufriendo, aunque estoy un poco preocupado por mis compañeros.....

El destino es cruel, es lo que puedo decir, para entender la situación en la que me encuentro, retrocedamos tiempo atrás, antes de terminar en este lugar tan aburrido.

Recuerdos.

Estaba viendo clases, normal, hacia una semana que comencé a ver clases de historia, después de casi un año de vagancia, por culpa de la situación de mi país..... por fin, pude estudiar.

Al principio me costó hacer amigos, no era muy sociable que digamos, era alguien reservando, pero, al final deje eso y me hice de algunos amigos.

Las clases eran un tanto difíciles, pero hacía mi mejor esfuerzo.

Los días pasaban con “tranquilidad”, si se le puede decir así, en todo el país, ha estado fallando la luz y obviamente donde yo vivo, igual, casi 4 días sin luz, fue tan horrible, estaba súper aburrido y por eso, no pude ir a clases, la situación realmente era muy mala.

Mi país... me da un gran dolor por la situación en la que está pasando, cualquier otro, ya se hubiera suicidado, ya que no solo la luz, sino que la comida también, es muy cara o no se consigue, una de dos, aunque siempre era la primera.

En fin, como podía lo soportaba, gracias a mis padres, ellos, en verdad hacen lo posible para seguir adelante, soy afortunado de tener padres luchadores, trabajadores.

Como a se estado yendo la luz, los robos y atracos han aumentado demasiado, incluso estuvieron a punto de entrar a donde yo estudiaba y robar los equipos que habían, por suerte no lograron llevarse nada, gracias a los sistemas de vigilancia y sus guardias, sino hubieran robado todo lo que había.

Uno de esos días, yo estaba viendo clases normal, una de mis compañeras me habla mientras teníamos unos minutos de descanso.

—Oye, ¿por qué la cara triste? —me pregunto mi compañera.

Yo volteé y vi a mi compañera que tenía una sonrisa.

—Pues, si seguimos así, no sé en qué vamos a parar, tengo un montón de problemas y no se como solucionarlos —le respondí con tristeza y preocupación.

—Ya me lo habías dicho, tienes que ser fuerte, en esta situación, no a que perder los ánimos, a que tener esperanza de que todo se arregle..... se que tienes problemas con tu familia, pero..... se que podrás solucionarlo, solo ten fe —dijo mi compañera con un optimismo sorprendente.

Ella se levantó y salió.

Yo aunque llevaba poco tiempo estudiando y conociendo a mi amiga, le había contando mis problemas y me había aconsejado a nunca rendirme y ayudar en lo que podía a mi familia.

Y horita, ella me vuelve a dar ánimos, no puedo decir que es mi mejor amiga porque la llevo conociendo poco tiempo, pero ella en verdad es una buena amiga y compañera.

Pasaban unos días y la situación, no mejoraba mucho.... sino fuera por mis padres, sino fuera por mí hermana, sino fuera por algunos de mis amigos, yo estuviera en una depresión terrible.

Todo parecía que iba hacer casi normal.

Era miércoles, estaba viendo clases, eran las 4:00 pm de la tarde, y se había ido la luz, solo pudo maldecir, pero eso no nos detuvo en ver clases, el profesor nos dictó el contenido y seguimos normales, nosotros salíamos a las 5:00 pm, así que faltaba una hora.

Era relativamente aburrido, juro que casi me dormía, pero se lo hacía, me llamarían la atención, así que me aguantaba.

Todo iba normal, hasta que escuchamos unos disparos.

Los Hermanos Lucifer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora