• Capítulo 3: El escucha. •

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— ¿Thor? —llamó Loki a la puerta.

Eran casi las once de la noche y Loki sentía un terrible malestar en su pecho, como si algo le doliese psicológicamente.
Al rato, el infante rubio atendió a la puerta, dejando ver una parte de su rostro entre la puerta y el marco de la misma.

— ¿Qué pasa hermano?

— ¿Puedo? —cuestionó cuando le mostró su almohada y la sábana con la que dormía.

Thor entendió claramente que su hermano quería dormir con él esa noche, sonrió con cierta emoción y lo dejó pasar.
La familia real de Asgard goza de extensas habitaciones y con ello grandes camas. Mucho espacio para que un par de niños de 123 años puedan jugar a su antojo.

Loki, lee un cuento.

— ¿Leer? Pero aún no controlo esa habilidad. —dijo con inocencia.

— ¡Pero eres mejor que todos!

Intentaré...

— ¡Sí! Eres grande hermano —exclamó Thor cuando corrió en busca de su libro favorito.

Qué hermoso sueño fue aquel para Thor.
Sus ojos se adaptaban poco a poco a la luz de aquella habitación, estaba en paz, recostado en su cama, con calma, como muerto.

— D-Dónde... ¿L-Loki?

— ¿Señor? —habló una de las encargadas, quien se percató de que el príncipe había despertado por fin.

— ¿Bella? ¿Qué pasa? ¿Por que estuve dormido a estas horas?

— El señor Loki lo trajo de Jotunheim, sin caballo y con siete perros.

¿Loki? —pensó— ¿Dónde está él?

— Reposando en su habitación, estaba exhausto y también herido, igual que usted.

— ¿Herido?

Fue aquello lo único que Thor dijo antes de levantarse de la cama, sin importarle su estado físico. La encargada intentó detenerlo pero fue inútil.

— ¡Señor, al menos pongase su camisa!

— ¡No te preocupes! —respondió mientras se dirigía hasta la habitación de su hermano.

Iba apoyado de la pared, tenía un mordisco pequeño pero profundo en su pierna derecha, lo que le impedía correr. Estaba tratando de recordar lo que pasó la noche anterior, por qué ambos estaban heridos y los perros también.
Al llegar a la puerta, se apoyó de esta mientras tomaba aire, sus pulmones sufrieron golpes y sus vías respiratorias se obstruyeron por el frío.
Rápidamente abrió la puerta, esperando ver a su amado hermano en buen estado.

— ¡Loki!

— Thor, no grites por favor. —dijo Frigga con dulzura.

— Madre... —dijo con cierta calma.

— Él está bien. Sólo debe reposar e hidratarse. —informó levantándose de su silla y acercándose al rubio— ¿Cómo te sientes tú cariño?

— Mejor ahora, de hecho. —respondió sonriendo.

— Ya hablé con tu padre respecto a lo que ocurrió, ya no los molestará más.

— ¿Moles...tarnos?

— Ahora pueden actuar como los hermanos que son sin que Odín esté en medio de ustedes. —decía con una sonrisa que llenaría de seguridad a cualquiera.

Thor sonrió y Frigga se retiró pues tenia unos asuntos que atender, dejando al rubio y su hermano solos.
Rápidamente se acercó a la cama de su hermano, al cual empezó a inspeccionar con la vista. Estaba dormido de lado, con vendas en sus brazos y abdomen, Thor no podía hacerse una imagen sobre qué pasó en su regreso de Jotunheim.

— Loki... —susurró, sentándose a una orilla de la cama.

Aquel momento era fantástico para Thor, estando solos, teniendo a Loki en frente suyo y necesitado de atención.
Thor alzó su mano hacia la frente del pelinegro, en segundos creó el tacto. Era suave, su piel, su cabello peinado hacia atrás, su ceño en la total calma. Su respiración normalizada y su temperatura estable.

— Gracias. —habló suavemente, luego se inclinó para depositar en el pálido rostro de su hermano un dulce y sonoro beso.

Fue eso lo necesario para interrumpir el sueño de Loki.

— Ngh...

Ay no.

¿Madre?

— No, hermano.

Loki al escucharlo y percatarse de su entorno, se quejó y se dio la vuelta dándole la espalda.

— Qué haces aquí.

— ¿Qué? ¿No puedo venir a verte?

— No en tu estado, ¿No estabas herido?

— Estaba. ¿Qué te pasó a ti?

— ¿Por qué fuiste a buscarme?

— ¿Qué hacías en Jotunheim?

— No te incumbe... —dijo, ahora con un tono perezoso.

— Loki, por algo te fui a buscar, claro que me importa. Me importas tú...

— Tsk. Qué tonterías dic...es... —habló en medio de un bostezo.

— Loki, quiero aprovechar éste momento.

— ¡Agh! Para qué...

— Quiero decirte algo, y también aclararte lo de tu búsqueda.

Thor estaba de espaldas, pues había pasado a sentarse en su silla para no 'molestar' a su malhumorado hermano.
Loki se acomodó y se arropó aún más, estaba realmente cansado.

— Como te había dicho, estuve realmente preocupado por ti, te fuiste sin avisar y sin decir cuándo o a dónde irías, por qué o por quién... Además, te necesitaba conmigo. —hizo una pausa para esperar alguna reacción, pero fue nulo.

Thor se dio la vuelta y vio a su hermano profundamente dormido otra vez, envuelto en su sábana y con las piernas flexionadas.
Thor suspiró y sonrió en ello, se levantó y se acercó nuevamente a su hermano.

— Descansa, gracias por salvarme. —susurró.

Dejó un beso nuevamente en su rostro, esta vez duró más tiempo, hasta se dio el lujo de 'saborear' su piel.

— Te amo, Loki.

My Brother, My Love || Thor x Loki ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora