•Capítulo 10: echa el freno•

14 0 0
                                    

¿Por que he tenido que decirle que soy virgen? Si ya de por si soy imbécil imaginaros cuando voy borracho...

Afri se ha quedado mirándome, con una expresión que no se reconocer. Sus facciones están tan ausentes de movimiento como una plancha de mármol sin grietas.

-Nathan- dice al fin. ¡Deja se torturame!
Mi mirada expectante se clava en sus ojos. Me siento angustiado por cuál puede ser su respuesta, pero voy a dejar de rajar ya y os voy a dejar que leáis tranquilos sin mis paranoias.

-La verdad es que... en fin, si esta es la situación... ya no tengo el mismo interés en ti que hace un rato- suelta de una, así, sin mas, la muy arpía se atreve a rechazarme por mi simple falta de experiencia. Parece que no es tan perfecta como creía...

Hago ademán de abrir la boca para soltarle que ella tampoco es tan guay como se cree, y que me la trae al pairo si me acepta o no, anda y que la jod...
Es entonces cuando une sus labios a los míos, y me agarra y me estrecha con más fuerza contra su cuerpo.

-Corres peligro de gustarme aún más Nathe- susurra sobre mis labios.

¡Será perra! ¡Me estaba tomando el pelo!

-Africa, realmente te detesto- digo aliviado.

Y no hay mucho más que contar acerca de la noche. Hablamos, vimos un rato la tele y nos quedamos dormidos.

Al día siguiente nos levantamos bastante tarde. Nada más abrir los ojos veo como los rayos de la temprana tarde penetran en las grandes ventanas y crean una atmósfera cálida y agradable.
Me pesan los párpados, y me cuesta mantener los ojos abiertos, además de que me escuecen bastante. Al inspirar siento presión sobre mi pecho, pero en seguida recuerdo, y cuando bajo la mirada, veo a Africa, que aún duerme plácidamente sobre mi. Si brazo está sobre mi abdomen, y agarra mi camiseta en su puño. Nuestras piernas están entrelazadas, y mi brazo recoge, abraza y mantiene su cuerpo junto al mío.

Tras levantarnos, Africa sale porque tiene que hacer algunas compras de navidad que ha ido retrasando por culpa de los exámenes. En un par de días ambos iremos a nuestras respectivas casas con nuestras familias.

En lo que ella está fuera, decido limpiar un poco la casa, que no es que estuviese sucia, pero me gusta que las cosas estén en su sitio.
Cuando estoy recogiendo la ropa que me he quitado hace algo menos de media hora para ducharme empiezo a echar en falta algo... mierda.

"La cartera...joder"

Revuelvo la ropa, la cama y prácticamente toda la casa, pero no aparece, hasta que tengo un momento fugaz de lucidez :
"Cuando me agaché para ayudar al idiota de Niko, me empujó, fue cuando debió de caérseme la cartera"

Rápido y ágil cojo las llaves del coche y al abrir la puerta... ¿que hace este aquí?
Y lo mejor de todo; ¿COMO LECHES SABE DÓNDE VIVO?

Both sidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora