Elliot y Kate por siempre

capitulo 17

. Capitulo 17

-       Abre la puerta  - le vuelvo a decir a Kate – nena.

La lluvia sigue cayendo sobre mi cuerpo haciendo que mi ropa se vuelva como una segunda piel. No me importa que este empapado solo necesito que Kate ¡abra la maldita puerta! Para que al fin la pueda tener en mis brazos. La expresión de mi esposa es deductiva, como si en verdad considera no abrir la puerta para mí.

-       Kate tenemos que dejar el pasado atrás ¡maldita sea! Pensé que todo había quedado claro cuando nos casamos -  niego con la cabeza - ¿sabes porque me case contigo?

-       Elliot.

-       Me case contigo porque te amo y ere la única que está en mi corazón y en mi alma ¡eres la única! ¿Por qué no me entiendes?

-       Odio saber de que fueron tantas en tu vida -  sus palabras rebotan en el vidrio.

-       Ellas no son nada Kate, quedaron en la oscuridad cuando tu llegaste. – niego con la cabeza - solo ábreme la puerta.

-       ¿Quién es Teresa?

-       Una amiga, solamente eso.

-       No lo parecía cuando la abrazaste – hace una mueca - ¿sabes que paso después?

-       Te ignore – suspiro.

-       ¿sabes cómo me sentí?

-       ¿Mal? – le digo con duda.

-       ¡Elliot! – me regaña

-       Te tuviste que sentir muy mal

-       No Elliot no me sentí mal – me fulmina con la mirada – me sentí ¡poca cosa para mi marido! Como si no fuera lo suficiente.

-       ¡NO NENA! Eres más que suficiente para mí  – le suplico -  te amo nena. ¿Cómo crees que me sentí al verte con ese tipo?

-       Aparta la mirada – no lo sé.

-       Me volví loco nena ¡toco lo que es mío! Me sentí poco al lado de él.

-       Estamos igual.  – suspira.

-       Kate si no te amara no estaría aquí parado bajo la lluvia – señalo mi ropa mojada – oh no hubiera trepado hasta aquí ¡TE AMO! Abre la puerta.

Kate abre la puerta con cuidado al fin puedo respirar con tranquilidad esta apunto de correrse para dejarme a entrar, en un movimiento rápido tomo su muñeca la atrapo contra mi pecho para que ella no tenga escapatoria.

-       Elliot – suelta un grito – está lloviendo.

-       Lo sé, te deseo bajo la lluvia.

-       Oh…

Nuestros labios se encuentran formando un incendio a nuestro alrededor y ni si quiera la misma lluvia puede calmarla, me separo de sus labios para mirar cada parte de su cuerpo que está totalmente  mojado, su camisón está pegado a sus curvas dejando ver sus pezones duros listo para mi boca.

-       Entremos – su voz es baja y profunda.

-       No aquí – tomo el lóbulo de su oreja – vamos hacer el amor aquí.

-       Está lloviendo.

-       Lo sé.