Desde que llegaste. | SaiGenos

V

El día transcurrió algo lento para el héroe de traje amarillo, las noticias no dieron anuncio de ninguna clase de peligro o kaijin por las calles por lo que ambos héroes se dedicaron a permanecer en el departamento. Saitama sólo leía sus mangas recostado en el futón y Genos iba de lado a lado limpiando y organizando todo por lo que el mayor empezaba a impacientarse al verlo tan hiperactivo.

- Oye Genos.- Llamó Saitama mientras dejaba atrás su lectura y volteaba a ver al rubio.- Ya quédate quieto, en serio, todo está perfecto... Ven, relájate un rato... ¿Te gustaría ver una película?.- Preguntó señalando el lugar a su lado, en verdad quería que Genos se relajara un poco y no lo negaría, quería tenerlo cerca.

- Ah?... Está bien sensei.- Respondió el rubio mientras se quitaba su delantal y se sentaba en el futón junto a Saitama en su habitual pose con la espalda totalmente recta.

- ¿Qué crees que haces?.- Dijo Saitama incorporándose un poco a lo que el rubio le miró algo extrañado.- Esa no es forma de relajarte Genos.- Dicho esto tomó el brazo del oji-ámbar haciéndolo caer de espaldas al futón y acomodando su cabeza sobre la parte superior de su brazo casi en un abrazo discreto.

Saitama sonrió para sus adentros disfrutando de lo que había logrado, giró para ver al rubio y lo que pudo observar fue que la cara de Genos era arte puro.
Sus ojos estaban más abiertos de lo normal e incluso podía decir que estaba sonrojado.

- Ahora sí, a relajarnos.- Habló Saitama como si nada intentando sonar lo más tranquilo posible mientras con el control remoto pasaba los canales buscando una película que le interesara.

Genos ni siquiera podía hablar, no entendía lo que su sensei trataba de hacer pero tampoco quería alejarse,se sentía bien estando tan cerca a él y al parecer su sensei también estaba a gusto con eso. Perfecto. 

Finalmente Saitama encontró una película sobre viajes en el tiempo que le pareció interesante y se dedicó a verla atentamente mientras afianzaba un poco la cercanía del rubio logrando percibir el agradable olor que provenía de su cabello.

Suspiró. No tenía idea de lo que sucedía realmente pero Genos le generaba una inmensa paz interior y una sensación tan cálida en su pecho. Sentía que iba a estallar si no sentía su contacto.

El tiempo pasó y Saitama se había atrevido a dirigir su mano hacia la dorada cabellera de Genos dando suaves caricias hasta que sintió que la cabeza de Genos caía sobre su pecho. Se giró para verlo y su corazón casi se detuvo. Genos se había dormido en su pecho, al parecer las caricias en su cabellera le habían relajado tanto que terminaron durmiéndolo.
Saitama mordió su labio inferior al ver semejante imagen. Se veía adorable, quería besarlo, pero por más que quisiera, no se aprovecharía de la situación, había decidido confesarle a Genos sus sentimientos, si este le aceptaba, sería el hombre más feliz del mundo y no dudaría en besarlo al fin, pero si sucedía todo lo contrario y Genos solo se alejaba de él entonces esas fantasías sólo quedarían en su mente.

Volvió a suspirar. ¿Desde cuándo había empezado a suspirar tanto?... Ah sí, desde que se dio cuenta de que estaba enamorado de Genos.
Con su mano libre tomó la cobija que estaba cerca y los cubrió a ambos con esta para luego apagar el televisor pero al hacer esto lo único que logró fue que Genos se removiera en su pecho acomodándose más cerca mientras lo rodeaba con uno de sus brazos abrazandolo de forma más comprometedora.

- S-Sensei...- Pronunció Genos entre sueños haciendo que el mayor se tornara de un color rojo intenso.

- Mierda, mierda, mierda... Cálmate Saitama, contrólate, sólo es Genos... Sí, sólo es Genos, el chico del que estás enamorado y que parece que te llama en sueños...AGHHH MALDICIÓN- Saitama hablaba consigo mismo pero al parecer sólo empeoraba las cosas.