POV Alba
-Toc, Toc. ¿Se puede? -escuché una voz conocida antes de que entrara.
-Natalia... -me sorprendió verla allí. No pude evitar pensar en cómo había reaccionado la noche anterior a todo lo que había pasado-. Entra, por favor.
-¿Cómo estás, princesa? -bromeó.
Se sentó en un sillón que había al lado de mi camilla y no pude evitar ponerme nerviosa. Odiaba que me tuviera que ver en este estado, pero agradecía que hubiera permanecido conmigo desde que me habían traído. No entendía por qué lo había hecho.
-Bueno... He estado mejor... -intenté mantener el tono distendido.
Sin embargo, sus ojos me inspeccionaban y parecían enardecer al toparse con los moratones que quedaban a la vista. Vi como se tapó los ojos y, al dejarlos descubiertos de nuevo, parecían más húmedos de lo normal.
-Natalia... ¿Por qué te has quedado? Apenas nos conocemos... No tenías por qué hacerlo...
-No recuerdas nada de lo que pasó anoche, ¿verdad?
-No... Te escuché cantar, nos pusimos a beber... Y nada más... -suspiré.
Pareció afectarle bastante oír que no podía recordar más. Bajó la mirada.
-Es que tenía que asegurarme de que te trataran como a una princesa -consiguió hacerme reír.
-Si consigo que dejes de llamarme así me daré por satisfecha -reímos.
-Lo intentaré, lo prometo -levantó las manos en señal de juramento.
Las dos nos quedamos absortas en los ojos de la otra.
-Estoy horrible -dije en una muestra de confianza que me sorprendió hasta a mí misma.
-Eso es que no me has visto a mí de resaca -me sonrió.
Entonces acarició mi mano. Fue un gesto inocente, pero dulce. Consiguió calmarme.
-Ese cabrón va a pagar por lo que te ha hecho.
No pude evitar llorar otra vez. Bajé la mirada hasta nuestras manos, ahora entrelazadas, y descubrí heridas en sus nudillos.
-Dime que no...
-No creerás que me iba a quedar quieta, Alba... -vi cómo una lagrima se le escapaba pese a lo mucho que se resistía-. Pero no sirvió de nada, no pude evitar que te hiciera esto...
-Hiciste más de lo que mucha gente en tu lugar habría hecho.
Nos abrazamos y le acaricié la espalda. Ella tenía cuidado de no hacerme daño. Las dos llorábamos en silencio.
Me sentía afortunada de haberla encontrado, de tenerla en mi vida. Apenas nos conocíamos y, sin embargo, parecía que llevábamos juntas toda una vida.
-Gracias -le susurré al oído.
Nos separamos y nos secamos las lágrimas. Ella no dejaba de mirarme, pero era la única que expresaba cariño y no pena, como los demás.
-¿Y Julia y las demás? -pregunté con la intención de volver a iniciar una conversación más tranquila.
-Estarán a punto de llegar. Se fueron para cambiarse y comer algo hace una hora, han pasado el día aquí conmigo.
-Tú también deberías irte y descansar, Natalia... Estoy bien -intenté convencerla.
La verdad es que no me importaba la posibilidad de tenerla cerca durante todo el día, pero era consciente de que necesitaba volver a su vida normal. Se estaba portando demasiado bien conmigo.
-Ya que me estás echando no me queda más remedio que irme...
-Yo a ti nunca te echaría -dije sin pensar, lo que hizo que las mejillas me ardieran al instante.
Volvió a cogerme la mano y dibujó pequeños círculos en ella.
El pequeño momento mágico que se creó se vio interrumpido bruscamente. María se asomó por la puerta.
-¡Perdón! No sabía que había alguien...
-Tranquila, ya me iba -dijo Natalia.
Se levantó y se acercó a mí para darme un beso en la mejilla. Pese a cogerme por sorpresa, no pude evitar cerrar los ojos para sentir su olor mejor.
-Mañana volveré a pasarme -susurró-. Y, Alba, estás preciosa, que lo sepas -dijo en voz baja antes de desaparecer por la puerta.
------------------------
¿Qué os está pareciendo? ¡Contadme! 👀👀
¡Gracias por leerme! ❤️❤️

ESTÁS LEYENDO
No puedo enamorarme sin ti | Albalia
RomanceAlba tenía todo lo que una mujer puede desear, un novio que la cuida, un trabajo estable... Pero ¿y si eso no es lo que ella desea? O peor, ¿y si las cosas no son como parecen? El instante en el que cruza una mirada con Natalia marcará un antes y u...