Capítulo 9

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POV Alba

Los días pasaban y cada vez me sentía más incómoda en el trabajo. La gente no dejaba de mirarme, era la comidilla de muchos. María, Julia, Marta y Sabela intentaron convencerme de que eran paranoias mías, pero cada vez que levantaba la mirada chocaba con ojos curiosos.

No solo eso, estaba descontenta con las tareas que tenía que hacer. Me costaba mucho concentrarme y cada día me era más difícil levantarme de la cama. Aquel trabajo empezaba a aburrirme, no encontraba satisfacción alguna.

Pero hoy era viernes y por fin podría ver a Natalia. Desde que me había ido de su piso apenas nos habíamos visto. Sabía dónde encontrarla, pero me aterraba volver a aquel pub. Esa era la verdad. Sabía que si entraba allí iba a volver a recordar lo que me había sucedido. Todavía no había conseguido hacerlo, pero no me importaba lo más mínimo. De hecho, prefería evitarlo.

Son embargo, al fin me había armado de valor. No le había contado a Natalia nada, no quería que se sintiera culpable. Antes o después tendría que afrontar mis miedos. Así que le avisé de que hoy iría a verla cantar.

-A lo mejor está noche me paso por el antro.

-Traduzco: "no puedo aguantar más de dos semana sin verte".

No había podido evitar sonreír ante su respuesta.

Lo peor es que tenía razón. Me moría por escuchar su dulce voz al ritmo de la guitarra y por volver a perderme en sus ojos.

Al salir del trabajo, María, Julia y yo nos dirigimos al pub. Tenía el pulso alto, pero no quería que se notara. Cuando llegamos, Natalia estaba en la puerta. Me sorprendió con una gran sonrisa.

-Acompáñeme, señorita -dijo a la vez que me extendía el brazo.

Miré a mis amigas y empezaron a reírse tímidamente mientras se apartaban de mí y entraban por su cuenta.

Cogí del brazo a Natalia, confundida, y el corazón empezó a latirme aún más fuerte. Era el traje negro que llevaba. O quizá su pelo. No, no, definitivamente era por sus ojos. No estaba segura, pero era ella quien me provocaba aquel sentimiento.

-He estado pensando y creo que, después de lo que pasó, lo último que querrías sería tener a un montonazo de gente agobiándote -me acarició la mano-. Así que le he pedido a Damion que cerremos una hora antes de que me toque actuar, así puedes adaptarte mejor al ambiente.

Dijo esto último mientras cruzábamos la puerta. Efectivamente, allí no había nadie salvo mis amigas y nosotras. Tuve la misma sensación que la primera vez que entré. Este antro tenía un toque mágico que me atraía. Me alegré porque de momento no parecía tener recuerdo alguno de lo que me había pasado. Y todo era gracias a Natalia.

-Natalia, yo...

-Shhh, no digas nada. Ven, anda -tiró suavemente de mí y nos sentamos en la barra-. Voy a llamar a Damion, me ha dicho que quería conocerte.

-¿Vosotras lo sabíais? -les pregunté cuando me quedé a solas con Julia y María.

-Se lo dijimos ayer, en cuanto propusiste el plan -dijo Julia con la boca pequeña.

Antes de poder responder, Natalia apareció con su jefe, Damion, que también era muy joven.

-Vaya, tú debes de ser Alba. ¡Un placer! Natalia no deja de hablar de ti, que si Alba esto, que si Alba lo otro...

Le dio un codazo. Se había puesto un poco roja y no pude evitar reírme.

-¡Encantada! Me encanta este sitio, tiene algo que no había visto antes -me sinceré con él.

-Lo sé, es diferente. Creo que todos los que vienen aquí lo hacen porque se sienten un poco diferentes -miró de reojo a Natalia mientras esta sonreía-. Por cierto, siento mucho lo que pasó, ojalá hubiera podido echar a ese cabrón antes...

-Tranquilo, ya es agua pasada... Ahora prefiero centrarme en el presente e intentar olvidar todo lo que pasó aquel día.

Esas palabras parecieron incomodar a Natalia y no logré entender por qué. Hizo una mueca y después miró a Julia y a María. Supuse que seguiría sintiendo culpa por no haberme podido ayudar más.

-Bueno, pedid lo que queráis. ¡Invita la casa! -hizo desaparecer Damion la tristeza que se había instalado en el ambiente.

Estuvimos hablando de cosas sin importancia y riéndonos de toda clase de tonterías. Estaba cómoda con ellos. Natalia no dejaba de mirarme, como si quisiera decirme algo. Nuestras miradas no hacían nada más que chocar una y otra vez. Quizá yo intentara buscarla más de lo que debería, pero sentía esa atracción que me acompañaba desde que la vi por primera vez.

-¿Qué vas a cantar hoy? -no pude resistirme y me senté cerca de Natalia, quedando ambas al margen de la conversación.

-Sorpresa -me dijo con esa sonrisa pícara que me provocaba microinfartos.

Se giró completamente hacia mí y quedamos a escasos centímetros la una de la otra. Pensaba que el corazón se me iba a salir del pecho.

-Natalia, ¿por qué? ¿Por qué haces todo esto por mí? -acerté a decir un tono de voz casi inaudible.

Sus ojos se clavaron en mi mirada, permanecimos unos segundos que parecieron eternos así.

-Porque te q...

Las luces del escenario comenzaron a apuntar a todos los lados y un sonido brusco la interrumpió. Ambas despertamos de aquel micromundo y me di cuenta de que el pub se había empezado a llenar de gente. Habíamos estado tan absortas que ninguna de las dos se había percatado.

-Lo siento, Alba, tengo que ir a cantar ya -se levantó y me dio un beso en la mejilla.

Tardé en reaccionar, no volví a mí ser hasta que Julia y María se acercaron a mí. Me había dado un beso. En la mejilla, pero un beso. Aún podía oler su perfume.

Al instante la vi aparecer por el escenario. Se sentó en el taburete y antes de tocar la guitarra me dirigió una mirada melancólica.

En cuanto escuché su voz de la mano de la melodía tan preciosa que salía de la guitarra el vello se me erizó.

Escuchar a Natalia cantar era algo a lo que jamás me acostumbrar. Cada vez que la veía era como si la acabara de descubrir.

Whispered something in your ear
It was a perverted thing to say
But I said it anyway
Made you smile and look away

Nothing's gonna hurt you baby
As long as you're with me, you'll be just fine
Nothing's gonna hurt you baby
Nothing's gonna take you from my side

When we dance in my living room
To that silly '90s R&B
When we have a drink or three
Always ends in a hazy shower scene

Nothing's gonna hurt you baby
As long as you're with me, you'll be just fine
Nothing's gonna hurt you baby
Nothing's gonna take you from my side

En ese instante me golpeó un recuerdo. Y luego otro. Y otro. Eran de aquella noche. Aquella horrible noche. Lo vi todo.

Álex. 

No podía respirar. Salí corriendo hacia la salida sin avisar ni a Julia ni a María. Necesitaba huir de allí. Me ahogaba. Los gritos de Álex me perseguían. Estaba llorando, ni siquiera me había dado cuenta.

Antes de salir recordé algo que jamás pensé que hubiera sucedido. Me paralizó por completo.

Vi a Natalia.

Me vi a mí.

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Un buen capítulo para el día del beso, ¿no?

Espero que estéis disfrutando de esta historia. Se está poniendo interesante la cosa...

¿Qué creéis que pasará?

Por cierto, la canción es Nothing's gonna hurt you baby, de Cigarettes after sex.

Gracias por leerme. ❤️

No puedo enamorarme sin ti | AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora