Mi primera vez... con una mujer

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Sorprender a la persona que amas serte infiel es la peor experiencia de una persona enamorada, nadie te cuenta nada, no es algo que pertenece al mundo de la imaginación, no tienes siquiera la esperanza que pueda ser una mentira o error de quien te lo contó, verlo con tus propios ojos te quita esas posibilidades de raíz,  de aferrarte al amor de alguien, el paso siguiente, perdonar o separarte.

Tadeo sabia muy bien que si elegía lo primero, el segundo engaño de su pareja sería de su entera responsabilidad, sabía que terreno iba a pisar de ahora en adelante; pero terminar seria el infierno de quedarte sin su presencia en segundos, borrar lo que hasta ese momento era tu  vida, pasar del presente a vivir de recuerdos, convertir al otro lado de tu cama en un espacio vacío... era duro, si, pero necesario si quieres sobrevivir con algo de dignidad.

-Suéltame!!!-

-Déjame explicarte por favor-

-¿Qué clase de explicación podrías darme Alvaro? te vi con mis propios ojos-

-Sé que no tengo perdón, pero es que... no quiero perderte-

-Lo hubieras pensado antes de acostarte con otro-

-No sé que me paso, las copas, no se, no se la verdad, pero por favor...-

-No me toques más, me das asco-

-Tadeo piénsalo por favor... no acabes nuestra relación-

-Tú la acabaste desde que me engañaste, no vengas a buscar tus cosas, yo las llevaré a tu hermana-

-Tadeo!!!-

Tadeo se fue con la frente en alto pero el alma en el suelo, se refugió en su departamento, un departamento que aún tenía el olor de su ahora ex pareja.

Fue a su dormitorio y sacó toda las pertenencias del infiel, no quería  tener más nada en ese momento que lo recordará, lo pusó en una maleta y se dirigió a la casa de su ahora ex cuñada.

Recordó que al día siguiente iban a anunciar su unión...

-Todo se fue al diablo!!!- caminaba con lágrimas en los ojos.

Llegó al lugar y tocó el timbre insistentemente, nadie le contestaba, mensajeo por teléfono sólo  asi le abrieron la puerta, la hermana de su ex se había estado duchando. Lo recibió aún con la bata de baño.

-Pasa Tadeo, ya me contó mi hermano, entra, vamos a conversar-

-No quiero conversar nada, sólo quiero dejar esto e irme-

-Anda, no te cuesta quedarte unos minutos más, te calmas y te vas, sencillo-

Tadeo accedió y entro al departamento.

-Siéntate, te sirvo algo-

-Sólo quiero licor, tienes licor, entonces sírveme eso-

-Vale, tomaremos más licor entonces-

Se sentaron en la alfombra, abrieron una botella de vino, copas y empezaron a conversar.

Tadeo le comentó como encontró a su hermano, con otro hombre, uno de sus trabajadores, en su oficina.

-Ese es un huevon, teniendo a un hombre tan bello como tú de pareja como se atrevió a engañarte.-

-Lo peor es que yo sospechaba y le pregunte muchas veces, me tildaba de loco o celoso, para que al final resulten mis sospechas ciertas.-

-Todo pendejo infiel siempre dice las mismas excusas Tadeo, no te sorprendas.-

Siguieron conversando sobre sus experiencias, sus desengaños, Tadeo sacó toda la furia que tenía dentro de si, con la ayuda de una, dos, tres botellas de vino entre ambos.

Historias de pureza... sexualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora