Capturar el cielo [RIVAMIKA]

Capítulo 25 Final

Mikasa estuvo en la mira de todos los medios por meses, incluso medio año después aún seguía haciendo notas sobre su rompimiento con Jaeger, eran muy pocas las entrevistas en las que no era cuestionada por ese motivo. Lo que la llevó a aislarse y poco a poco el tema fue enterrado. Durante todo ese tiempo, estuvimos separados, ambos viajando por distintos países sin oportunidad de coincidir, pasándolo tranquilo y solitario pero ella mejor que nadie sabía que era suyo y la promesa se mantenía.

Y así un día, los mensajes entre nosotros volvieron a ser constantes, nuestro tiempo juntos aumento progresivamente y poco a poco la distancia que nos separaba fue desapareciendo sin presión para el año siguiente.

Mis sentimientos ardían solamente por ella, que me devolvía el mismo cariño que daba. Dejé de sentir miedo por mirarla, dejé de callar mis palabras, dejé de ocultarme y seguí esperando para mi gran momento.

Esperar por ella fue lo más difícil que he hecho en mi vida, derrame lágrimas de sangre, pase noches sin dormir, cometí errores, la odie y la ame a cada segundo pero jamás me rendí porque fuese destino o no, yo ya me sentía completamente suyo.

No cambiaría nada, tan sólo ser menos idiota la próxima vez para jamás verla llorar, pero fuera de los errores que pudimos cometer, nunca lamentaría haberla conocido ese día que frecuentemente viene a mi mente. El día en que ella vestía un hermoso kimono con esa mirada fría y directa, mi mejor momento fue ese en el que entendí que toda mi vida me preparé para esto, no renunciaría a esa primera vez en que nos entregamos en cuerpo y alma, no cambiaría ninguno de nuestros momentos porque amarla es lo que me mantiene firme aquí y ahora.

-Parece que ya está listo.
-Me gusta.
-A ella le encantará.
-Uff espero, no quisiera que se sienta acosada por esto.
-No lo creo, todas son buenas.
-Gracias.
-¿Estás listo?
-Uff sí... lo haré.
-Ya estoy llamando.

El aire se sentía tenso para mí, es la primera vez que me atrevía a hacer algo como esto pero si se trataba de ella, lo valía todo.

Media hora después me preparé en mi posición para recibirla.

-¡Levi!

Ella entró a la sala y me rodeó con su brazos, besé sus labios como si estuvieran hechos del más delicado material en el mundo.

-Te ves preciosa.
-Gracias.

No mentía, se veían muy hermosa con ese vestido.

-Ven conmigo.
-¿Qué tienes?
-Ya lo verás.

Tomé su mano y la llevé conmigo al siguiente piso para seguir mi plan.

-Mi amor... ¿A dónde vamos?
-Sólo esperalo.

Entramos a la galería que había preparado para ella. Pase meses tomándole fotografías en todos sus momentos para llenar todo un piso.

-Esto... Levi, gracias.

En sus ojos las lágrimas comenzaron a nacer pero seguía sonriendo para mí.

-Es el mejor regalo que recibí pero en que momento... ¿Cuándo?
-Siempre... eres mi musa y todo momento a tu lado es perfecto.
-Te amo... te amo demasiado.
-Y yo a ti por eso quisiera pedirte algo... no tengo ninguna duda respecto a lo que siento por ti así que Mikasa Ackerman... ¿Quieres salir conmigo?
-Sí, sí quiero.

Me dió un beso profundo y yo caí en una felicidad interminable que apenas podía creer que fuese cierto. Lo que siempre quise era verdad ahora.

Por fin podría ser parte de la vida de ella y hacerla feliz cada día sin limitarme por nada.

Aunque claro, debíamos que aprender a lidiar con los paparazzi. Cuando todo se supo, nadie nos dejaba en paz, todas las miradas se dirigían a nosotros pero entre los dos sólo existía ella y yo.

Tendríamos que ser fuertes para afrontarlo y más allá de lo que diría alguna revista yo sabía perfectamente cuanto amaba a la chica que hasta el día de hoy duerme a mi lado cada noche.

-Cariño...

Sus suspiros eran embriagantes para mí, su piel se siente tan bien como la primera vez y mi corazón sigue latiendo rápidamente cada vez que recibo sus besos.

Sus piernas rodeaban mis caderas mientras yo profundizaba el amor y deseo que siento por ella. Sus labios conocen cada centímetro de mi piel y sabe perfectamente la forma para hacerme sentir bien.

Ella es una niña buena frente a cámaras pero en mi cama es una mujer que revoluciona todo.

No hay día en que no piense en lo afortunado que he sido. Sin importar la hora o el momento le hago saber que la amo porque así es, así será.

Dos años después...

Ella caminaba sin prisa, serena y hermosa hacía mí, con un sonrisa tierna y los ojos brillantes por las lágrimas que querían salir.

A mí me temblaban las piernas pero debía mantenerme fuerte, podía jurar que era la más perfecta mujer con ese vestido cubriendola.

Llegó hasta a mí y tomé su mano para continuar la ceremonia.

El tiempo pasó rápido, yo estaba perdido en su belleza, en su esencia y en mis sueños por lo que vendría para nosotros.

-Yo, Levi Rivaille te tomo como mi esposa y te elijo como mi compañera de vida, mi amiga y confidente en las buenas y las malas sabiendo que soy tu complemento perfecto. Prometo cuidarte, respetarte y amarte cada día de mi vida.

Coloque el anillo en su dedo y este se deslizó fácilmente.

-Te entrego este anillo para que sirva como símbolo de todo lo que significa nuestro amor. Prometiendo que estaré a tu lado en cada uno de tus momentos, seré tu fiel y devota compañía desde ahora y siempre.

Los anillos quedaron perfectos en nuestros dedos y finalmente pude besarla.

Fue el momento en que todo el mundo se detuvo, sólo podía verla a ella vestida de blanco. Una vida juntos siendo marido y mujer nos esperaba, nada nos garantiza que será fácil pero ya he dado mis votos y con ella deseo cumplir cada promesa.

-Te amo, mocosa.
-Y yo a ti pero ya no soy una mocosa, ahora soy tu esposa.
-Eres lo mejor de mi vida.

La tomé en mis brazos y la llevé hasta las puertas de la iglesia donde unimos nuestras vidas en matrimonio.

La mujer que siempre soñé hoy es mi esposa, mi compañera, absolutamente todo para mí. Esto sólo es el comienzo de mi única y verdadera historia de amor.