Capítulo 6

817 100 7
                                    

Pasamos un buen rato en una pizzería a un par de kilómetros de Le Paradis, Hitch la recomendó y fue una buena apuesta.

La historia de Hitch es de una en un millón pero a ella le importa poco todo eso sigue siendo la misma que era antes de comenzar a modelar. Ella era tan sólo una joven americana de dieciocho años que vino a estudiar de intercambio a Paris, estudiaba criminología y se divertía con sus amigos de instituto, destacaba en muchas cosas y aunque su francés no era tan fluido con el pasar de un año se volvío su nueva lengua, una chica común y normal de bellas facciones con estilo y las medidas precisas para ser parte de las diosas de Le Paradis fue encontrada en el cruce peatonal. Fue su fino andar, su estilo impetuoso y esa mirada llena de seguridad lo que hizo que Riko Brzenska la ofreciera llevarla en su Mercedes Benz y a continuación a ello le ofreciera un contrato de trabajo por tres años.

Hitch sólo dijo "¿Por qué no?" No tardó demasiado en participar en las pasarelas de alta costura y ser vocera de la revista, el mundo entero sabía quién era ella en un parpadeo.

Continúa estudiando, dirige campañas para proteger a las mujeres que sufren violencia por varios países y seguirá siendo parte de Le Paradis por muchos años más. Una chica alegre y con una energía inagotable que atraviesa los veinticinco años.

Ella sigue siendo la misma de siempre... pero presiento que tiene algo oculto.

-La pizza estuvo genial.
-Me alegra que les gustara, es mi lugar favorito.
-Tenemos que venir de nuevo.
-Bueno, ya es algo tarde. Adiós, chicos.
-¿Tan temprano?
-Sí, nos vemos.
-Bye bye.

Subí a mi auto y fui directo a la dirección que había enviado ese día.

Estoy a tiempo exacto para llegar puntual y realmente estoy rezando por no quedarme en medio del tráfico.

Siento... esa emoción... me siento feliz.

Llegué a la siguiente ciudad en una hora y media, tenía veinte minutos para conducir hasta el lugar exacto donde me encontraría con ella. Su plan es algo arriesgado pero ya no puedo seguir contando los días para estar con ella como lo he hecho hasta hoy.

Al acercarme más al punto de reunión noté que sólo había residencias pequeñas con poco alumbrado... esto da miedo. ¿Hasta aquí ha venido sola?

Mi miedo cesó cuando vi una silueta femenina a unos metros de mí debajo de faro de luz, lleva puesta una capucha color verde militar, botas negras de tacón bajo y ¿Shorts cortos en medio de la noche?

Acerque el auto y ella subió enseguida sin decir nada, conduje en línea recta.

-Hola... ¿Cómo estás?
-Congelada- se rió.
-Ya lo creo. ¿Has esperado mucho?
-No tanto... no importa. ¿Y tú cómo estás?
-Muy bien, gracias.
-Me da gusto.
-Mikasa.
-¿Sí?
-¿Hacía dónde vamos?
-Oh cierto, perdón... estoy un poco nerviosa.

Sus manos llevaban guantes negros, las tenía puestas sobre sus blancas piernas.

-Descuida.
-Levi...
-Dime.
-¿Me lo harás otra vez?
-¿Eh?- dije en tono ronco- Mikasa... yo sólo lo haré si tú lo quieres.
-Oh... perdón, Levi.
-No pasa nada- tomé su mano - vayamos con calma, que sea espontáneo como esa noche.
-Gracias.
-A propósito... ¿Qué edad tienes?

Ella sujeto con fuerza mi mano, se veía sorprendida en medio de la oscuridad.

-¿Te has enterado ya?
-Sí.
-Lo siento... no le he dicho a nadie de lo que pasó y no pienso decirlo nunca...
-Diecisiete años... Mikasa te llevo ocho años. Eres una niñata para mí.
-¿Qué? - soltó mi mano- no soy una niña... ya soy mayor.
-Lo eres... me cuesta creerlo.
-¿Tienes problema con eso?
-Sí... la consciencia, mi moral me dice que eres prohibida para mí en tantos sentidos.
-¿Vas a dejar esto?

Capturar el cielo [RIVAMIKA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora