Forbidden Love || KookGi [Próximamente En Edición]

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Aún no podía creer que el traje haya quedado de tal manera. Si bien no le había salido barato, no pensó jamás que quedaría igual al de la foto. Terminó de aplicar gel a su ahora negro cabello, con ayuda del mismo producto había hecho que quedara más oscuro de lo normal. Ajustó el enorme cinto blanco con dorado y terminó de maquillar sus ojos. Se colocó la chaqueta, tan característica, y salió de su habitación. Rogó que nadie de su familia lo viera, estaba seguro que recibiría algún comentario burlón que no estaba dispuesto a escuchar. Agarró las llaves del auto de su padre para luego salir y dirigirse a la casa de los Min.

Sólo esperaba que YoonGi aún no se hubiera ido a su importante cena. Quería que él lo viera.

Cuando la puerta de la morada de los Min fue abierta, inemediatamente hizo la pose icónica. Elevó su puño y bajó su cabeza, mientras que sus piernas se mantenían separadas.

YoonGi ahogó un pequeño grito al ver a JeonGguk vestido como Freddie Mercury, la camiseta blanca se ajustaba a su abdomen, y los malditos pantalones blancos le quedaban geniales. Podría derretirse en ése instante.

— ¿Y el bigote? — preguntó con diversión.

— El bigote se veía muy falso. Así que sólo es esto.

— Estas muy guapo, JeonGguk. — susurró sólo para que él escuchara.

JeonGguk sonrió coqueto y miró las escaleras en busca de su novia, al no verla por allí se acercó al hombre y lo besó pausadamente. Tomó la cintura del pálido para acercarlo más a él, sin separarse demasiado llevó sus labios al oído del mayor y cantó en su oído un breve fragmento de I Was Born To Love You.

— You are the one for me, I am the man for you
You were made for me, you're my ecstasy.

YoonGi sonrió tontamente antes de separarse de él. JeonGguk podría ser el ser más infantil que hubiera en la Tierra, pero era el más dulce que conocía también.

— Llamaré a YoungMi.

La chica no había dejado que su padre la viera porque temía recibir alguna queja por el excesivo maquillaje. Cuando sintió el golpe en su puerta y que su progenitor le avisaba que JeonGguk estaba abajo esperándola sintió el golpeteo intenso en su pecho. Los labios rojos, el lunar falso justo arriba de su boca, los lentes de contacto verdes, su rubio cabello ahora estaba desordenado y fijado, de su oreja colgaba una gran cruz negra, él la mataría.

Acomodó su falda negra con el tul del mismo color y los tirantes que salían de ella. Bajó las escaleras con cuidado, no estaba acostumbrada a usar tacones.

— Mierda... — habló JeonGguk embobado. — estás... ¡wow! estás bellísima.

YoonGi sintió una pequeña punzada de celos al ver cuán fascinado había quedado Jeon al ver a su hija. Hizo un gran esfuerzo para que ése sentimiento desapareciera, era su hija, lo menos que tenía que sentir eran celos.

La muchacha besó la mejilla de su novio y halagó su belleza. Sin duda hacían una gran pareja.

— Bien. — dijo YoonGi con una falsa sonrisa. — nada de alcohol. Tu por ser menor y tu por ser el conductor. — los señaló a ambos. — nada ilegal. A las cinco a más tardar de nuevo en casa, YoungMi, que no sea como cuando desapareciste con Hye.