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Las piernas del mayor se encontraban posadas relajadamente sobre los musculosos muslos del pelirrojo, ambos se encontraban con una porción de pasta en sus bocas y disfrutaban de una película.

— ¿Quieres que te sirva más?

— Dios, YoonGi, deja de alimentarme, estoy a punto de explotar.

— Tú comes más, ¿qué pasa? — el pálido miró preocupado al joven.

— No va a entrarme la ropa de mi graduación. — se carcajeó. — mi madre me compró un traje a medida y tengo que cuidarme.

— Lo había olvidado... ¿irás a la fiesta que organizan tus compañeros?

— Así es. — los ojos del joven no se despegaron en ningún momento de la pantalla.

— ¿Y con quién irás? — esta vez YoonGi prestó particular atención.

— Con alguien.

— ¿Lo conozco?

— Tal vez. — JeonGguk lo observó fugazmente.

— Es un hombre...

— ¿Hay algún problema con eso?

— Ninguno.

YoonGi sacó sus piernas de arriba de Jeon y tomó su plato para ir directamente a la cocina, repentinamente la comida le cayó mal. Enjuagó sus manos y aún con estas mojadas las pasó por su pelo.

— ¿Celoso? — la voz burlona del joven retumbó en la pequeña cocina.

— ¿Debería estarlo? — lo desafió.

— Claro que no... sólo que pusiste una cara de culo comiquisima.

— Ya veremos si la patada en las bolas que te daré te parecerá comiquisima.

Min caminó hasta donde JeonGguk se encontraba parado y pasó por su lado, no sin antes golpearlo accidentalmente con su hombro.

— YoonGi. — el pelirrojo seguía al hombre mientras se reía de la escena.

— ¿Comerás más o ya puedo poner los platos a lavar?

— ¿Por qué te pones así? — JeonGguk rodeó la cintura del pálido antes de que este pudiera hacer algún movimiento.

— Esperaba otra respuesta... aún me cuesta asumir que seguiste tu vida en este mes separados.

— Es sólo un amigo de Mark, no alguien que me interese amorosamente o sexualmente.

— ¿Seguro?

— Te doy mi palabra. — besó los rectos labios del pálido.

Él sabía que no tenía derecho alguno en celar de esa manera a JeonGguk. Se estuvo cogiendo a TaeHyung todo este tiempo, no era justo para el menor.

Aquellos torturadores pensamientos pasaron a segundo plano cuando los esponjosos labios del chico hicieron un camino de su mandíbula hasta su cuello. Sonrió como un gatito mimado y dejó que el menor hiciera de él lo que quisiera.

Las cálidas manos de JeonGguk se filtraron por debajo de la camisa del cobrizo logrando que este soltara un silencioso jadeo. Había extrañado su tacto, era tan distinto al de TaeHyung. Podía sentir las succiones del pelirrojo en su cuello, las sentía arder, quemarlo vivo, sus dedos desesperados por contacto se enredaron en el rojo cabello del contrario y tiraron de este.

— Vamos a mi habitación.

No hizo falta ninguna palabra más. Los dos hombres comenzaron a caminar sin parar de tocarse y besar cada centímetro de piel desnuda hasta que llegaron a la habitación del mayor.

Forbidden Love || KookGi [Próximamente En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora