Capítulo 5

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—Adrianne... ¿Q-qué estás haciendo?

Me quedo quieta cuando reconozco la voz de Mario.

Señor Diosito, si estás ahí hazme desaparecer de la faz de la tierra y envíame a la lu...

—¿Adrianne? ¿Pasa algo?

¿Soy yo o no tartamudeó?

¡Escucho el glorioso sonido de la voz de Mario sin tartamudear! ¡Esto es un milagro! ¡Baile...

Centrada, Adrianne, centrada.

Me giro para encararlo y le sonrio mientras hago una pose de lo más normal apoyada en los libreros.

—Ah, hola, Mario Marito.

No, no, no, Adrianne, tú no le dices apodos a nadie...

¡Oh, por Dios! ¡Mario está muy rojo! ¿Es fiebre? Ah no, es un sonrojo...

—¿Bien Adrianne t-todo? — ¿Ah? — Adrianne, ¿todo b-bien?

—Ah, si, todo bien, ¿por qué la pregunta? — me hago la desentendida, tomando mi celular de la mesa y caminando como si nada fuera de la biblioteca, siendo seguida por el azabache.

—Por... ¿Tu baile?

Dios, hablaba muy enserio cuando pedía lo de desaparecer de la faz de la tierra.

—Yo... Estaba buscando algo en los libreros. — mi dignidad, por ejemplo...

—Si tú lo dices... — nuevas noticias, Mario no sabe susurrar — P-por cierto, Nina...

—¡Ahí estás, loca! — estoy muy segura que mi cara debe ser un bendito papel cuando escucho la voz de mi mejor amiga a pocos metros detrás de mi luego de salir de la biblioteca.

Patitas para que las quiero.

Miro al de ojos azules -diablos, eso fue muy Wattpad- y le sonrió mientras me acerco a él pasito a pasito, recorro su cara que esta más roja que de costumbre y cuando estamos bien cerquita, sabiendo que Aly y Nina están más que entretenidos...

Lo empujo hacia ellos y me echo a correr.

—¡Agreste! — escucho incluso el grito de Colín, sin embargo sigo corriendo.

Bajo las escaleras y paso directito al cuarto de los casilleros, al final, me oculto en el armario para los equipos deportivos.

—Niña, por todos los quesos, ¿qué fue eso? — pregunta Plagg saliendo de mi chaqueta con una expresión ceñuda.

—Fue el instinto animal, grr. — contesto, haciendo un ademán de garra con mi mano.

De repente, mi celular vibra en mi bolsillo.

A ver... ¡AH! ES LA ACTUALIZACIÓN DE "DORADO Y CARMÍN", ¡AGARRENME QUE ME CAIGO!

Estoy por comenzar a brincar, cuando me golpeo la cabeza contra el estante de arriba.

—Auch — susurro, sobandome la cabeza, antes de volver a prestar atención a mi celular.

"Capítulo 15

Y entonces, como si me hubieran tomado un límite de tiempo para apreciar su figura enfundada en un hermoso vestido veraniego, aquel momento en el que estoy apunto de tomarla de la mano en aquella vía peatonal, es cortado por un estridente sonido de llantas quemando el asfalto y luego... Todo se vuelve silencioso mientras algo choca contra nosotros, sin darme tiempo a reaccionar..."

Adrianne Agreste tiene WattpadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora