[1] Ojos Rojos (MARVEL/DC)

3: Conexión

Un intenso estruendo se escuchó en la calle haciendo que la atención de los habitantes de la torre desviaran su atención al escandalo que estaba ocurriendo afuera.

Todos, sin falta alguna, se dirigieron a el gran ventanal que se encontraba en aquella sala, viendo como en la esquina de aquella calle un par de explosiones ocurran y la gente corría despavorida en todas direcciones.

Con una rápida orden de parte del Capitán América todo el grupo partió, incluyendo a la misteriosa visitante, quien decidió seguirlos para ayudarlos en la situación.

Ella sabia lo que estaba ocurriendo, los sentía en sus auras, esta vez eran varios los que estaban atacando, y eso, sin duda alguna le preocupaba aunque no lo demostrara.

Al llegar al lugar vieron como efectivamente todo estaba sumido en el caos, las personas gritaban y corrían por todas partes, habían personas heridas, otros inconscientes en el piso de asfalto y las llamas iban llenando poco a poco la calle al tiempo que un grupo de cinco esbirros de Trigon hacia estragos libremente.

— ¿Dos ataques en una noche? Yo diría que ese tal Trigon esta tratando de llamar la atención -dijo Iron Man a unos metros del suelo.

— No se confíen, pueden parecer sólo unos lacayos pero son extremadamente fuertes -advirtió Phantom.

— Estúpidos humanos, su mundo no tiene salvación, ¡Pronto todos morirán!

— ¡Vengadores unidos!

Y tras el grito de guerra del Capitán todos se lanzaron a la batalla.

Una de las criaturas corrió rápidamente hacia Black Widow tacleandola, siendo capturada por Hulk, a la vez que Hawk Eye lanzaba sus flechas hacia una de las bestias en un ataque a larga distancia.

— ¡No los liquiden! ¡Solo deben inmovilizarlos! -exclamó Phantom al tiempo que lanzaba discos de energía oscura de sus manos.

— ¡¿Y eso para qué?! -preguntó Iron Man desde los cielos, tratando de quitarse a una de las criaturas de la espalda.

— ¡Por que de esa forma podré expulsarlos de los cuerpos de estos humanos!

— ¡Ya oyeron a la señorita! -dijo el Capitán sujetando a uno de los esbirros de forma que no pudiera moverse libremente y dándole la oportunidad a la mujer de hacer su movimiento.

— ¡Veni foras extra mali spiritus in tantum mortalis! -exclamó esta lanzando un rayo hacia la criatura, la cual no dejaba de retorcerse entre los fornidos brazos del Capitán América intentando liberarse.

Sin embargo, en cuanto el rayo oscuro impactó contra su cuerpo, este emitió un potente grito alertando a los otros cuarto infectados, dándoles una advertencia de lo que la mujer estaba haciendo.

Pronto la criatura había dejado de retorcerse hasta el punto de desaparecer, quedando únicamente un hombre inconsciente entre los brazos del súper soldado.

— ¡Hagan lo que hagan será inútil! ¡Nuestro amo va a conquistar la tierra y usará la sangre de todos ustedes como vino en su copa!

— Sí, sí, como digas, cuernitos -dijo Iron Man para a continuación lanzarle un rayo de sus manos.

Aquello sólo fue como un detonante para que el resto de las criaturas se lanzaran al ataque, haciendo que Iron Man, el Capitán América y Hulk los derribaran, mientras que Spiderman se dedicaba a mantenerlos en el suelo con ayuda de sus redes y Hawk Eye junto a Black Widow evacuaban a las personas del lugar.

De nueva cuenta Phantom concentró energía en sus manos mientras que se preparaba para expulsar a aquellos seres de los cuerpos de las personas.

— ¡Veni foras extra mali spiritus in tantum mortalis! -exclamó esta al tiempo que se empezaban a escuchar los horribles chillidos emitidos por los seres infernales.

Cuando aquello terminó el grupo de héroes de dedicó a ayudar a liberar a los civiles de las telarañas que los mantenían presos en el suelo.

La joven de blanca cabellera respiraba jadeante, aquello había consumido mucha de su energía, habían sido muchas expulsiones al mismo tiempo, lo cual la había dejado agotada.

Sin embargo aún no habían acabado.

Una alerta del sentido arácnido de Spiderman fue suficiente para hacerle saber que aún quedaba uno de ellos libre, uno que no habían detectado, que los estaba acechando y que estaba a punto de atacar.

Más, antes de que siquiera pudiera emitir una palabra, una bola de fuego fue lanzada hacia el Capitán América, dándole de lleno y alertando al resto del equipo quienes inmediatamente trataron de ayudarle.

Con un rugido Hulk estuvo dispuesto a lanzarse hacia aquel ser, propinándole un fuerte puñetazo y lanzándolo directo hacia una pared.

— ¡El fuego no se apaga! -gritó Black Widow con angustia al escuchar los gritos del líder del equipo.

— Maldición... -masculló la morena con el ceño levemente fruncido- ¡Veni foras extra mali spiritus in tantum mortalis!

Un nuevo grito estridente se hizo escuchar, para que inmediatamente la criatura restante terminara de desaparecer de allí.

La mujer giró sobre sus pies y se dirigió hacia el hombre que yacía en el suelo.

— Es fuego del inframundo, no puede ser extinto como el fuego normal.

— ¡¿Entonces qué debemos hacer?! ¡No podemos dejarlo así! -gruñó Iron Man con furia.

La mujer entorno los ojos y con su cuerpo envuelto en un aura oscura estiró sus manos y empezó a llamar hacia si las llamas negras que cubrían al súper soldado.

Una vez que este quedó libre de las llamas, la mujer se arrodilló junto al hombre y estirando sus manos una vez mas, toco con cuidado el rostro del hombre, viendo que no lo lastimara, y en unos segundos, aquella aura que la cubría empezó a extenderse hacia el también.

- Oh madre Obscuritatem, por favor dame de tu poder para sanar a este hombre... ¡Sanitatem, restituit, sanat!

Un gran destello empezó a rodear el cuerpo del Capitán América, al tiempo que sus heridas se iban regenerando, curando de esa manera la carne expuesta y quedando sin rastro alguno de que alguna vez había sufrido de quemaduras.

Cuando finalmente acabó, la morena estaba jadeando, aquello sumado a las expulsiones la había dejado totalmente agotada, toda su energía se había drenado por completo y además de eso había absorbido todo el daño que aquel hombre había sufrido.

Steve abrió los ojos de golpe al mismo tiempo que aquella mujer caía inconsciente tras el, siendo sostenida por Spiderman quien se había mantenido junto a ella, atento a lo que estaba pasando.

El Capitán América dirigió su mirada hacia la joven, tenia la respiración agitada y un pequeño escalofrío le recorría de pies a cabeza.

Y no era para menos, después de todo había visto cosas horribles, cosas de las que estaba seguro, aquella joven tenia las respuestas.