Capítulo 10

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CHRISTOPHER

El olor a alcohol inunda mis fosas nasales junto al tabaco de los cigarros.
Naomi apega más su trasero a mi bulto y gira un poco su cabeza para sonreírme.

Y le devuelvo la sonrisa.

La música sigue sonando tan fuerte que hace mi cabeza doler. El alcohol instalado en mis venas está en pleno apogeo y todavía la noche es jodidamente joven.

Me separo de ella por un momento para ir al baño. Ella se queja soltando un gemido frustrado y yo no me giro.

Hakkasan es un lujo que puedo darme gracias a ser el amigo de Zabdiel.  Al jodido desgraciado no le importa un carajo estár tras rejas y sigue mandando órdenes a diestro y siniestro como si nunca hubiera pasado nada.

Me choco contra un cuerpo delgado y alto.

"Imbécil! " me grita al darse vuelta de golpe con el rostro rojo y esos ojos verdes chocan contra los míos.

Maldigo internamente y luego paso la mirada por el fibroso cuerpo de Marcela.

Mi polla se pone dura ante la mirada de las interminables piernas y el escote pronunciado.

Ella intenta huir de mi pero soy más ágil y la sujeto de la muñeca.

Y sus ojos de cordero degollado me matan.

No quiere que la toque.

En verdad no quiere que la toque.

Pero no me importa.

La sujeto con más fuerza y la llevo hasta el baño y la encierro.

Por qué está aquí? Y lo más importante ¿por que carajos nunca de vistió así conmigo?

Por que eres un idiota susurra la vocecita de mi cabeza y la hago a un lado antes que joda más de lo que ya hace.

"Déjame irme " intenta empujarme a un lado. Pero es envano.

Nosé por que la estoy reteniendo si tengo a la otra afuera, esperándome con un vaso de tequila, junto a la sal y el limón.

Pero no. Estoy encerrado con una mujer que nunca muestra nada y ahora lo hace más de lo debido.

Sus ojos están rojos y no es por el alcohol.
Su labio inferior tiembla levemente y mi mirada se queda ahí. En sus carnosos y rosados labios.

Unos labios que hacen mil maravillas.
La Atraigo con desespero y la beso.

No debería. Pero lo hago.

Sus manos empiezan a viajar hasta mi cinturón y luego acaricia el bulto notable que tengo en medio de mis piernas.

Sus ojos están cerrados mientras nos besamos. Meto la lengua hasta acariciar la suya y entonces suelta un pequeño gemido que hace encender mucho más el calor que está en todo mi cuerpo.

Entonces mi celular empieza a sonar en mi pantalón.

Y crei que ella se pone consiente de lo que hace, por que de aleja de un salto y como estoy en un momento de debilidad. Me aparta de la puerta y sale como un flash.

Maldigo a gritos y saco el celular de mi jean.

Contesto sin mirar quién es. Y cuando estoy por gritar, la voz suave y calma de ella de posa en mi oido.

Y todo se calma a mi alrededor.

No hables,Callar es mejor //#2 Saga No HablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora