No hables,Callar es mejor //#2 Saga No Hables

Capítulo 15

Me levanto con dolor en todo el cuerpo como si hubiera corrido un maratón.

Estoy en una habitación desconocida y el olor a medicamentos es fuerte a mi alrededor.
Parpadeo unas cuantas veces hasta que mi mirada se posa en el cuerpo que está sentado en una silla y su cabeza se encuentra encima de mi mano, que igual está sujeta a la suya.

Franco se levanta cuando yo muevo mi mano. Sus ojos tienen bolsas negras debajo. Sus orbes se conectan a los míos y siento como me pasa su dolor.

"Cuando pensabas decírmelo? " pregunta y no lo entiendo.

¿Decirle que?

"No te entiendo "respondo.

"Dicen que no puedes tener hijos. Ayer perdiste un bebé, Marcela cuando pensabas decirme que no podrías tener hijos? O mejor todavía. ¿Cuando pensabas decirme que estabas embarazada? " mis ojos se abren como platos y me quedo helada.

¿Que yo qué?

Y me doy cuenta tarde que sus oraciones son muy contradictorias y si yo no puedo embarazarme como es que lo hice?

"Te acabas de dar cuenta que me dices que no puedo embarazarme. Pero lo hice? " Franco rueda los ojos y vuelva la mirada a los míos.

"Tonta con ganas eres. Te embarazaste de milagro " me aclara.

Suelto un suspiro mientras él va por un doctor. Y cuando el hombre con bata blanca llega, me da una sonrisa que me calma.

"¿Que me pasó? " pregunto yendo al grano de una vez por todas.

"Hola Marcela. Mira, ayer sufriste un aborto y veo en tu expediente médico que nunca te detectaron este problema. Nunca te advirtieron todo esto. Pero te hice unas cuantas pruebas de sangre ayer y en los resultados me confirman que tienes mala calidad de óvulos lo que se me hace extraño por tu edad. Ese problema normalmente se dan desde los treinta y cinco años. Pero no es lo más alarmante. Tienes dañadas las trompas de Falopio y eso me lleva a que puedes haber tenido alguna enfermedad de transición sexual" y se queda callado "¿tuviste alguna? " me pregunta.

"Inicios de clamidia. Pero lo detectaron a tiempo, mi tratamiento fue corto " explico. Y veo a Franco sentado. No dice nada por que sabía de eso. Así que no puede reclamarle nada.

"Entonces puede que tengas Salpingitis. Es la inflamación de las trompas de Falopio, y debemos hacerte seguir todo un tratamiento. Esta inflamación suele estar provocada por infecciones de transición sexual, así como la clamidia " explica y vuelvo a caer en todo

Ayer perdi un bebé, una vida que crecía dentro mío. Algo que no me importaba si era de Christopher o no. Pero era mío. Y ya no está.

Ya no está una vida dentro mío.

Y duele aunque no lo supiera. Duele saber que no podré tener un bebé que sea mío en mis brazos jamás.

El doctor se retira y me deja con un ambiente tenso y siento el dolor y la culpa en mi cuerpo.

Quizá por eso estuve más sensible estos últimos días.

Franco se levanta de la silla.

"Vendré en un rato" y el aura que se carga es oscuro y siento que es hasta triste.

Estoy tan segura que el bebé que llevaba dentro mío. Era de él.

Christopher era muy cuidadoso en ese sentido ¿pero con Franco? Con él no. Nos teniamos la suficiente confianza como para no cuidarnos. Y si lo hacíamos, eran pocas veces.

El pecho se me oprime ante la imagen de un pequeño o pequeña morenos y de ojos claros como los míos. Hubiera sido una hermosura total.

Pero todo cambia ante la imagen de una niña, con ojos avellanas y blanca como la nieve. Con esa sonrisa que enamora a cualquiera y a la misma vez... Manipula a su antojo.

Me tapo con la sábana blanca hasta mis ojos y escucho como la puerta se abre y cierra.

"Franco perdón. No lo sabía. No sabía nada de esto. Y duele. Por que yo quiero un bebé, y si hubiera nacido hubiera sido tuyo. Pero porfavor, porfavor, no te enojes " y lloro por milésima vez esta semana.

Sollozo bajo las sábanas blancas del hospital mientras siento como me abraza. Sus manos sujetan mi cintura y me levanta de la cama para hacerme sentar en sus piernas. Oculto mi cara en la unión de su cuello y rostro.

Pero me alejo al sentir esa colonia dulce y varonil.

"Perdóname tú. Porfavor Marcela perdóname " esos ojos avellanas conectan con los míos y yo me levanto de encima suyo saltando.

"Lárgate. Lárgate ahora que todo esto es por tu culpa Christopher. Por favor si me tienes algo de compasión. Vas a desaparecer de mi vida " me limpio las lágrimas y me alejo lo más que puedo de él.

Y hace lo que nunca pensé que haría.

Se arrodila delante mío y oculta su rostro entre mis muslos. Siento como llora, escucho como solloza en mis muslos, pero yo ya no lo hago.

Y ese preciso instante decido no callarme más.

Porque por haberme callado él jugó conmigo, él me utilizó como su bolsa de boxeo y me golpeó tanto que rompió mi corazon. Lo hizo añicos.

Y dejó todas las partes de mi corazón tiradas en el piso, a sus pies.

" Te odio. Odio cada parte de ti, todo lo que significa estar a tu lado. Y tengo pena por esa mujer que debe estar a tu lado. Por esa pequeña que no tiene un padre ejemplar y también tengo pena por mi. Por haberme dejado llevar por tus encantos. Te odio Christopher. Y quiero que desaparezcas de mi vida " me alejo unos pasos para que me suelte las piernas y hago que se levante "vete, te imploro que te vayas. Por que ya me hiciste demasiado daño. Y en este momento de mi vida, solo quiero paz y tranquilidad. Algo que a tu lado, nunca voy a tener " y me sorprende mi voz inexpresiva.

"Christopher porfavor vete. Está delicada de salud. Y yo no tengo fuerzas para patearte en el piso" Astrid está parada en la puerta de mi habitación y mi corazón salta de alegría al verla.
Creo que necesitaba de mi amiga más que nada, y agradezco que esté aquí a pesar que hace apenas dos semanas tuvo a los mellizos.

Aparto la mirada cuando esos ojos avellanas me buscan. Espero a que se vaya y cuando lo hace, me siento en la cama. Y ya no derramo ninguna lágrima. No derramo absolutamente nada por él.

Y mi alma por los siguientes días, siente una paz inexplecable.

No lo vuelvo a ver durante varios años. Y al fin mi corazón puede sanar. Al fin dejo de callarme las cosas.

 

FIN