15.

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Ese solo fue el comienzo de algo que creí infinito.

Creí.

Todas las tardes estar en ese parque contando anécdotas, cantando y contando secretos, se volvió tradición.

Éramos amigos.

A escondidas de tu novio.

Aún seguía sin saber porque seguían saliendo, él te trataba mal. No sabía cómo decirte que él solo te utilizaba, no quería romperte el corazón.

Éramos amigos.

Me dolía decirte amiga.

Pensé en todas la veces que al hablar nuestras manos se rozaban.

En tu risa escandalosa y ojos brillantes.

Y aunque siempre al irte esa sonrisa se perdía. Era increíble cómo yo podía causar que se quedará un rato más.

Dime, Rachel.

¿Cómo podías estar tan rota?


Esta carta no tiene sentido. Mis emociones están revueltas. Mi cabeza no se queda quieta

Rachel.

Chica de cabellera azul.

Me gustas.

Oh, Rachel, lo lamento tanto.

Azul [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora